Alarma entre productores y realizadores uruguayos ante la situación de su cine

Los productores y realizadores del Uruguay agrupados en ASOPROD han expresado en un comunicado su preocupación por la situación que atraviesa su sector audiovisual. En una reciente reunión mantenida en el Senado (foto), la directiva de la Asociación expuso que el país está hoy claramente rezagado en comparación con la mayoría de los países de la región, que están aplicando políticas públicas del Audiovisual «con muy buenos resultados a la vista». Consideran además que la inserción internacional lograda por el reconocimiento a su incipiente cine nacional está amenazada. A pesar de haber solicitado reuniones con el ministro de Economía, la Asociación no ha logrado ser atendida.
Asimismo, el Fondo de Fomento Cinematográfico, fijado en moneda nacional, no ha crecido ni se actualiza según IPC desde el año 2008. Durante todo el año 2014 se trabajó en un plan conjunto estratégico, ratificado por el anterior gobierno, cuyas prioridades, según la entidad, hoy se ignoran. Adjuntamos el texto completo del comunicado en el que la Asociación de Productores y Realizadores de Cine y Audiovisual del Uruguay reclama la formulación e implementación de un Plan Nacional de Fomento Audiovisual:
Comunicado de la Asociación
El pasado 6 de agosto, la directiva de ASOPROD fue recibida por la Comisión de Hacienda del Senado de la República con motivo del análisis del proyecto de modificación de la Ley de Zonas Francas enviado por el Poder Ejecutivo, en el que se propone la creación de zonas francas temáticas (salud, entretenimiento y audiovisual) bajo la nueva denominación de Zonas Económicas Especiales.
Manifestamos nuestra sorpresa por este planteamiento, dado que durante el pasado año se llevó a cabo el Compromiso Audiovisual 2015-2020, un proceso participativo entre todos los actores del sector, para consensuar una estrategia de desarrollo para los próximos cinco años.
Este proceso fue acompañado estrechamente por los Ministerios de Educación y Cultura y de Industria, Minería y Energía, contando con la participación de los propios ministros en diferentes instancias, quienes ratificaron todos los resultados alcanzados.
En estos acuerdos quedó claro que la concreción de un ESTUDIO DE GRANDES DIMENSIONES (aspecto central de la propuesta presentada por el Poder Ejecutivo) no está entre las prioridades del sector.
La situación de nuestro sector audiovisual es preocupante. El análisis de la composición económica del cine de nuestro país muestra que, en promedio, los fondos nacionales son algo menos que el 30 % del total, y el resto son aportes que llegan al país como resultado de la gestión del productor nacional. Esta compleja relación se hace aún más tensa cuando
ese aporte nacional resulta cada vez más difícil de alcanzar – como ocurre actualmente – porque el instrumento de fomento más importante que tenemos (el Fondo de Fomento Cinematográfico) fue fijado por ley en el año 2008 en moneda nacional y sin explicitarse cuál sería el mecanismo de actualización.
A esto se suma el hecho de que se firmó el año pasado un convenio de salarios del sector cinematográfico que sí contempla la actualización, con lo cual la brecha se profundiza.
Nuestro país está hoy claramente rezagado en comparación con otros países de la región que están aplicando políticas públicas con resultados evidentes, como es el caso de Brasil, Argentina, Colombia, Chile, entre otros.
La inserción internacional lograda por el reconocimiento a nuestro incipiente cine nacional está hoy amenazada.
El panorama de la televisión es quizás más preocupante, porque se agrega ahora la incertidumbre respecto del marco regulatorio de la nueva televisión digital y de esta forma también aparecen postergados los objetivos de promover la producción de contenidos audiovisuales nacionales a través de la Ley de Servicios y Comunicación Audiovisual.
Además, un instrumento de eficacia creciente como el Fondo de Incentivo Cultural resulta prontamente restringido por el tope fiscal establecido recientemente en $ 3.000.000 por proyecto y se anuncia que este monto será aún menor para el próximo año.
Otro elemento sustancial de este largo proceso es una expectativa estimulada desde hace ya muchos años respecto de lograr la exoneración del IRAE para las empresas del sector, del mismo modo que ocurrió con el sector de las empresas TIC. Este anuncio fue reiteradamente ratificado en múltiples instancias públicas, pero nunca quedó concretado.
Entendemos que todo esto compone una situación en la que se está poniendo en riesgo el enorme potencial que tiene el desarrollo de nuestra expresión audiovisual desde el punto de vista, cultural, social, económico y político.
Motivados por estas preocupaciones, hemos mantenido recientemente encuentros muy valiosos con las actuales ministras de Educación y Cultura y de Industria, Energía y Minería, en los que hemos ratificado la necesidad de trabajar de manera coordinada y perseverante para lograr la formulación e implementación de un PLAN NACIONAL DE FOMENTO AUDIOVISUAL.
Entendemos que este compromiso asumido por ambas ministras tiene un gran valor en sí mismo y augura buenos resultados, por lo que entendemos que la consideración de un proyecto de ley como el que ahora se propone (al menos en su capítulo referido a audiovisual) debería quedar en suspenso hasta que se haya logrado la formulación del dicho plan de nacional de fomento audiovisual.
Hay una noticia posterior a ésta, aquí.
*ASOPROD (Asociación de Productores y Realizadores de Cine y Audiovisual del Uruguay)