Cine argentino: renunció Fernando Madedo en la Cinemateca (CINAIN)

El primer Delegado Organizador de la CINAIN, Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional de Argentina, Fernando Madedo, presentó un largo escrito de renuncia al presidente de INCAA. El cargo que ostentaba venía a poner en marcha el organismo hasta la constitución del correspondiente Consejo Asesor, pero ahora deberá de ser otra persona quien asuma dichas responsabilidades de carácter múltiple, tal y como detalla el ex-funcionario en el amplio texto donde expone los diversos motivos que le han llevado a tomar tal decisión.
Entre los cometidos de la Cinemateca se halla la conservación del patrimonio fílmico del país, pero frente a la dilación en su constitución (la ley de su creación data de 1999), Madedo recuerda que Argentina ha perdido ya la totalidad del cine mudo, e igualmente más de la mitad del cine sonoro no se podrá recuperar de manera alguna.
«Los motivos que sostienen mi decisión de renunciar son totalmente ajenos a mi deseo y al entusiasmo que me produce llevar adelante la función que me fuera encomendada. Muy orgullosamente asumí mi cargo de Delegado Organizador, resultado de una designación del ex Presidente de INCAA, Alejandro Cacetta, a propuesta unánime de las asociaciones de productores, directores, el Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken, el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina y del Sr. Luis Puenzo, que participó sin representar a ninguna institución. Mi decisión obedece a una coherencia ética e ideológica, y al respeto por los Derechos Humanos y Culturales, que siempre he intentado sostener en mi vida pública y privada» -asegura el ex-funcionario-.
Las principales causas
El hasta ahora Delegado Organizador manifiesta en su escrito que fue apremiado a abandonar el cargo durante una reunión que mantuvo el pasado 8 de octubre con el Gerente General del INCAA, Juan García Aramburu, quien le habló sobre las causales de tal pedido:
- 1.- Que las actuales autoridades del cine nacional consideran que CINAIN depende del INCAA y que por tanto, no es un organismo autárquico; mientras que Madedo remite al artículo 1 de la ley 25.119, que expresa todo lo contrario.
- 2.- Que el INCAA no le autorizó a la creación de la Diplomatura en Preservación y Restauración Audiovisual (DiPRA) y que no estaban de acuerdo con la existencia de la misma. Madedo piensa que no tenía obligación de hacerlo en virtud de lo que dice un decreto de 2010, autorizándole a «promover la formación e intercambio de estudiantes y profesionales del ámbito de la investigación y preservación de las películas con instituciones análogas del país y del exterior».
- 3.- El «ruido» que habría provocado la negativa del Delegado Organizador a conformar una factura presentada en el expediente que tramita la digitalización de «La Hora de los Hornos» (Parte 1).
Madedo afirma al respecto de este tema, que su negativa «se debió a incongruencias en la documentación y falta de información sobre el procedimiento administrativo adoptado, lo que le resta transparencia al procedimiento».
La urgente salvación de las películas de nitrato
Entre los temas que preocupaban al ex-funcionario a cargo de la constitución de CINAIN en su escrito, se encontraba la falta de respuesta a sus reiterados pedidos de que el INCAA proveyera «los fondos necesarios a los fines de que CINAIN pudiera contar con bóvedas de seguridad para las películas en soporte nitrato». Madedo considera urgente este reclamo para poder salvar ese material histórico y afirma que todos sus esfuerzos, (inclusive solicitó ayuda a Radio Televisión Argentina), fueron en vano.
«No sólo los pedidos no fueron respondidos, sino que curiosamente, el expediente Nº 7314/2017 por el que tramita la adquisición de bóvedas de nitrato en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, no es hallado en ninguna de las gerencias en las que tramitó, lo que me llevó a solicitar repetidamente su localización, porque pareciera haberse extraviado. Considérese que se trata de un expediente papel de dos cuerpos con más de 200 fojas» -detalla el ex-funcionario-.
El nitrato es un producto altamente inflamable, además de que es un material «que en todo el mundo es tratado como explosivo, menos en Argentina», asegura el ex-responsable del organismo, quien añade que no se está cumpliendo con las normas de almacenamiento del mismo por la inexistencia de un lugar adecuado y la falta de adquisición de, entre otras cosas, productos de seguridad como guantes y máscaras «para que los trabajadores no respiren los gases nocivos que emanan los materiales fílmicos por su descomposición».
Asimismo, a comienzos de 2017 solicitó la compra de un escáner de archivo para películas de distinto formato, tanto 16 como 35mm y otros, para destinarlo a tareas de restauración digital. «Dicho escáner no sólo no fue gestionado, sino que en el supuesto de haber atendido mi solicitud en tiempo y forma, su valor hubiera sido cerca de diez millones de pesos menos que al día de hoy, debido a la cotización de la moneda extranjera. Morosidad administrativa que constituye una pérdida de dinero público importante -destaca Madedo en su escrito, a quien también parece que se le negó reiteradamente la facultad de administrar las películas-.
Conclusiones de Madedo
Afirmando haber trabajado «de lunes a lunes, cumpliendo todo tipo de tareas con el entusiasmo de que nuestra cinemateca nacional diera sus primeros pasos» y recordando que habían comenzado «a cumplir con la recuperación de películas que van desde filmes inéditos como la primera película sobre Sarmiento de 1941 “La vida del gran Sarmiento”, dada por perdida hasta entonces, o hasta la recuperación y restauración de forma conjunta con el Teatro Nacional Cervantes de la película que completa la filmografía de Alberto Fischerman como es “La pieza de Franz”, el ex-funcionario concluye su escrito recordando que «dado que la solución de los problemas anteriormente planteados está fuera de mi competencia funcional, que me encuentro designado en una función para la cual no fui convocado ni propuesto por las instituciones señaladas en el segundo párrafo de este escrito, y que los hechos indicados resultan contrarios a mis convicciones personales y al estricto respeto por los derechos humanos, culturales y a la ética profesional -núcleo sustancial de mi conducta- renuncio al cargo que desempeño».
©José Luis García/Cinestel.com