Som Cinema 2024: premier mundial de “Noah”, de Louise Brix Andersen
Som Cinema 2024
Ocurrió en Lleida durante la celebración de este año del 15è Festival de l’Audiovisual Català, Som Cinema, pues allí tuvo lugar la primera proyección pública de un documental que sin lugar a dudas dará mucho que hablar.
Se trata de “Noah”, un filme sobre los sentimientos, deseos y progresos de una mujer joven llamada Noah Higón que tiene que lidiar junto a los suyos con siete enfermedades raras propias.
Así llamadas, “raras”, debido a que son padecidas por un sector “minoritario” de la población, este tipo de trastornos de salud no son un negocio rentable para las farmacéuticas, así que no se investiga y, por consiguiente, no hay medicamentos que puedan ayudar a sanar a estas personas enfermas.
Pero “Noah” no trata exactamente sobre este punto, pues esa no fue la idea embrionaria de la realizadora Louise Brix Andersen, quien se propuso enfocar este relato suyo alrededor de la sensibilidad, el afecto, el dolor y la ternura de su protagonista.
En realidad fue David Delgado, presidente y productor ejecutivo de Limmat Productions, quien primero conoció la tremenda historia de Noah a través de la intensa actividad que esta chica valenciana mantiene día tras día en las redes sociales, dando así a conocer muchos pormenores acerca de esta situación tan particular que ella transita.
Hasta llegar a su estreno internacional en Lleida, el proyecto ha tenido un recorrido de unos tres años, durante los cuales tuvieron en primer lugar que buscar la financiación que se necesitaba, elaborando textos y haciendo un teaser de presentación, para posteriormente pasar a un rodaje que en sí mismo tuvo una duración aproximada de un año y se desarrolló en Valencia, Ibiza y Málaga. La película contó además con el apoyo de las corporaciones públicas de televisión 3CAT y À PUNT, quienes emitirán una versión reducida de 52 minutos de duración en lugar de la completa de 73 minutos, que es la que se vio en el Som Cinema.
Louise Brix Andersen es una directora/guionista multilingüe de origen danés que empezó bastante joven a rodar películas independientes, por lo tanto aquí quedó visible su gran capacidad para narrar historias y conectar con un publico que en la capital del Segrià se mostró conmocionado en el coloquio posterior al pase presentación de la película. Ella estudió cine en Dinamarca, se fue a vivir a Barcelona y luego continuó sus estudios en Nueva York, tras lo cual regresó a Catalunya, donde rodó algunas ficciones. Éste es su primer documental.
– Es muy extraño que haya una sola persona que tenga siete enfermedades raras. Yo he leído las que tiene Noah y encuentro desde el síndrome de cascanueces, hasta la gastroparesia o el síndrome de Reinaud, y de ahí hasta siete en total; no es muy común todo esto, ¿verdad?
No lo es, de hecho primero hablé con ella al respecto. Desde el principio sabía que era importante para nosotras y nosotros, todo el equipo, poder hablar abiertamente con ella, y poder preguntarle cosas muy directas; y una de las cosas que por supuesto le pregunté fue si era habitual encontrar gente con siete enfermedades raras. Recuerdo que le dije: ¿Esto es normal dentro de lo no normal? Y ella me respondió que no, claro, no es nada normal, es muy poco frecuente que alguien tenga tantas enfermedades raras al mismo tiempo.
Lo que también es cierto en su caso es que una de esas dolencias tiene una base genética y esa es la causa del resto de las enfermedades. Entonces, si tú preguntas a Noah qué enfermedad le gustaría eliminar si solo pudiera quitar una enfermedad de las siete, ¿cuál sería? Sería esa enfermedad, claro, porque es la causa del resto de ellas.
– Y el hecho de que Noah tuviera esta circunstancia personal tan desgraciada, por decirlo de alguna forma, ¿condicionó de alguna manera el rodaje? ¿Tuvisteis que ir más pausadamente por este motivo?
Sí, de hecho el rodaje para nosotros fue un poco una montaña rusa, porque la vida de Noah es así. Aunque siempre tiene algunas molestias, ella tiene épocas muy buenas, donde se siente bien, donde tiene mucha energía, va haciendo mil cosas y físicamente está algo mejor.
Pero de repente vienen épocas donde está fatal, la tienen que ingresar y está con muchos dolores, vómitos,… bueno, todo lo que le pasa. Y claro, eso se vio reflejado en el rodaje también, pues a veces tuvimos que directamente cancelar algunas jornadas de actividad previstas porque ella no podía. Y también ocurrió que en el último día del rodaje, cuando íbamos a despedirla, acabamos todo el equipo en el hospital con ella porque la ingresaron allí. Así que lo último que grabamos con Noah es ella en la camilla, en el hospital, lo cual fue muy duro porque no queríamos despedirnos de ella así.
Por eso pienso que, después de tantos meses estando juntas, grabando tantas cosas, hemos viajado conjuntamente, hemos conocido a su familia y sus amigos, y acabar así…. Es como muy desagradable. Pero bueno, esa es la vida de Noah.
– También una cosa muy buena que tiene Noah es el apoyo que le brinda la familia, las amigas, alguna de las cuales estuvo en Lleida también. Y en ese sentido me interesaría saber si pudiste contar con la colaboración de todas estas personas cercanas para el documental.
Antes de empezar a rodar, durante las entrevistas que tuve para conocer a la protagonista y también para ver quién es importante para ella en su vida, quedó muy claro que sus padres eran súper importantes, que había su mejor amiga que también la acompañó en Som Cinema, que casualmente es psicóloga, aunque no es la psicóloga de Noah. Y hay dos amigas de su infancia, que igualmente vemos en el documental.
– Cuando terminó el pase que se hizo a sala llena en Lleida, yo le pregunté a Noah acerca de la negación por parte de la industria farmacéutica para investigar tratamientos que contribuyan a corregir definitivamente estos desordenes de la salud, y ella comentaba que son tres millones de personas en España las que padecen este tipo de enfermedades menos frecuentes. ¿Esto era algo de lo que normalmente hablabais con ella? ¿O más bien lo habéis mantenido en un segundo plano?
Sí, también lo he hablado con ella. Lo difícil y el reto en esta historia de Noah es decidir en qué vas a enfocarte, porque puedes hablar de tantas cosas alrededor de ella, su vida y sus enfermedades que de hecho yo no he contado ni cerca del 10% de su vida, porque por supuesto, le pasan mil cosas y yo solo he intentado mostrarle a la gente si yo era capaz de transmitir a través de esta película cómo es ser Noah, cómo es vivir con esas enfermedades y todos sus obstáculos.
Sí que es verdad que ese tema lo tocamos un poquito. En un momento hay una escena donde ella está en el ayuntamiento y habla acerca de eso, de las pastillas, del gasto que ella hace en pastillas, porque, claro, ella viaja con una bolsa grande llena de medicamentos. Es más, también en la película se hace broma con que su amiga encuentra pastillas por todos lados, en el suelo,… y, claro, es así, porque ella toma muchas pastillas durante todos los días y ahí hay un poco de beneficio para las empresas farmacéuticas.
Y sí, eso es algo que también me ha enseñado ella. Hay tres millones de personas en España con enfermedades raras. Evidentemente no es la misma enfermedad, pero cada una de esas personas tiene alguna de ellas. Son tres millones de personas las que están enfermas, pero imagínate todas las familias que están afectadas por eso, porque, claro, en la vida de Noah, su familia, sus padres están muy afectados.
Su madre tuvo que dejar su trabajo cuando era joven porque se dio cuenta de lo que le pasaba a su hija y ha dedicado toda su vida a cuidar de ella. Toda su vida. Entonces, no sólo son tres millones los implicados. Son muchísimas más personas quienes están afectadas por algo que, en algunos casos, sí que se podía solucionar, pero como no es interesante económicamente, pues no se busca la solución y eso es muy triste.
– En cualquier caso, sí que hay que decir que el personal médico llega hasta donde puede llegar. Y creo que en la película sale algo de esto, porque ellos han colaborado para hacer el documental y ahora no pueden hacer más de lo que hacen. Supongo que su participación también fue entusiasta para que se den a conocer también estos casos a través del género documental.
Por supuesto, hay gente increíble. Noah está muy agradecida por toda la ayuda que ella ha recibido durante toda su vida de enfermeros, enfermeras, médicos, médicas,… todos. Hubo grandes colaboraciones con ellos, que querían participar en el documental para que veamos también ese lado y también aparece un poco de explicación sobre qué está pasando con Noah. Se ve cómo de serio es el hecho de que a veces la tengan que ingresar y lo que le pasa, como la operación tan dramática que tuvo en Málaga hace años. Por supuesto que hay gente maravillosa y hace lo que puede.
Además, Noah es una persona que quiere ayudar a los demás. Piensa muy poco en sí misma. De hecho, por la situación de la DANA estuvo todos los días en los pueblos de Valencia, ayudando como voluntaria, con comida y con todas las cosas que hacían falta allí.
Yo la veo en las redes sociales con cara de cansancio y no podemos olvidar que ésta es una mujer muy enferma, que no tiene la misma energía y la misma fuerza que la mayoría de la gente y ella estuvo de pie todos los días para ayudar a los demás. Los médicos que la conocen, los enfermeros, lo saben. Saben quién es Noah y por eso quieren hacer todo lo posible para ayudarle y participaron en la película porque sabían que esto también es una forma de visibilizar algunos aspectos de su vida.
– Obviamente el documental que como tú dices, podría haber tratado distintas variables o vertientes de este tema, se ha centrado mucho más en las emociones de Noah, en qué siente ella, cómo piensa y cómo ve el futuro también. Siempre se percibe que ella es el centro de la película. ¿No es así?
Sí, yo sabía que no quería hacer una película sobre sus enfermedades, sobre los hospitales, los médicos y todo eso; aunque se ve, pero no es el tema más significativo de la película. Lo más importante son las emociones y lo que decía antes, la posibilidad de hacer que el público viva en su piel cómo es ser Noah y cómo es vivir con lo que ella tiene. Eso fue muy importante para mí desde el principio.
También sabía que yo pretendía llegar a un público bastante joven que quisiera ver eso y que pudiera conectar con este problema, aunque tampoco tenía ninguna duda de que esta película también la van a ver madres, padres, abuelos,… y que se van a emocionar porque pueden empatizar mucho con los padres de Noah. Lo difícil para mí era un tema así, de enfermedades, de hospital, de muerte,… temas muy pesados y duros.
Entonces, por eso yo desde el principio trabajé y pensé mucho en cómo hacerlo a nivel visual, pero también con el audio, por ejemplo. En la película nos metemos en la cabeza de Noah porque, como tú bien sabes, nuestra protagonista lleva un implante coclear, que es un mecanismo que los cirujanos le han colocado en su cabeza para poder escuchar. Con ese implante los sonidos no se escuchan igual a como la mayoría de personas los percibimos, y mucha gente no lo sabe. Entonces hemos hecho algunos efectos especiales a nivel del audio para que en algunos momentos tú lo escuches tal como lo escucha ella. Ahí es donde sientes la frustración que es recibir los sonidos de esa forma, con ese implante.
También hemos usado otros efectos especiales, pero a nivel visual para mostrar sus redes sociales, vídeos privados y fotos y cosas por el estilo, de modo que esa parte de la película se viera de forma más dinámica. Hicimos que todo eso fluyera así con el objetivo de buscar ese público más joven. Y yo creo que lo hemos logrado, porque pareció que ese público tan joven en Lleida que vio el documental, estaba bastante emocionado con la película, y esa fue una experiencia muy interesante.
©José Luis García/Cinestel.com