“Societat Negra”, thriller de Ramón Térmens sobre la mafia china
Som Cinema 2024
“Societat Negra” es la nueva película del cineasta catalán Ramón Térmens, un thriller con algunos ligeros toques de humor que está protagonizado por Chacha Huang, Alberto Jo Lee, Daniel Faraldo, Montse Germán y David Arribas, entre otros, además de contar con la participación de la veterana actriz española María Galiana en algunas escenas.
Tras su paso por el Som Cinema, Festival de l’Audiovisual Català de Lleida, el director nos concedió esta entrevista en la que además de comentar cuestiones de interés inherentes a la película, también estuvimos previamente a la misma y antes de su estreno posterior en salas, chequeando algunos otros aspectos que tienen que ver con la complejidad que tiene distribuir una película de calidad, como lo es ésta, en los circuitos comerciales de las salas de cine.
Su proyección en los ScreenBox de Lleida (ex-Espai Funatic) con la presencia del director, el coguionista y algunos de los actores, fue una excelente oportunidad para que conociéramos la génesis de un proyecto que está inspirado en una novela homónima escrita por Andreu Martín, y que consistió en saber adaptar al cine una serie de subtramas de la obra, que en su conjunto incluía tanto a la Policía Nacional como a los Mossos d’Esquadra o a la guerrillas latinas, pero que tal vez el haberlas desarrollado aquí habría desembocado en una historia mucho más enrevesada, así que Térmens y su equipo de colaboradores prefirieron centrarse exclusivamente en la parte que tiene que ver con unas organizaciones criminales chinas que, de acuerdo con la novela, operarían en la ciudad de Barcelona y toda su área metropolitana.
Térmens piensa que una adaptación inspirada en este libro posiblemente daría para una serie de televisión completa. Pero centrándonos más en la película final, “Societat Negra” destaca especialmente por su solidez narrativa, estilística y visual, además de ser un relato que para nada es previsible, aun cuando obviamente respeta todos los cánones del género policial, que también denominamos thriller, e incluye a su vez algunos pequeños toques de humor.
Dicho esto, una de las cosas que más sorprende es que un filme de este nivel pueda tener dificultades para su distribución en las salas de cine. Se comenta entre los profesionales que hay una saturación muy grande de películas y que los programadores de esas salas se lo ponen muy difícil a producciones como ésta, pues parece que ahora la calidad de la película ya no importa tanto, sino más bien ganchos como haber ganado festivales de categoría A como la Berlinale, disponer de un actor famoso o mediático, e inclusive seguir modas o tendencias en cuanto a los géneros cinematográficos o los temas que se tratan en las películas.
Por otro lado, tampoco existe una cuota de pantalla que garantice una presencia justa y digna para las películas autóctonas frente a la invasión de pantallas que protagoniza el cine procedente de los Estados Unidos. Naturalmente hay algunas excepciones, como es el caso de “Casa en Flames”, pero por desgracia es eso mismo, una excepción que confirma esta regla que está impuesta desde afuera.
Pero entrando de lleno en lo que es “Societat Negra”, Ramón Térmens responde a nuestras preguntas:
– En la película hay un par de grupos de la mafia china, la Societat Negra y el Grup Meng, que a veces se entienden y a veces no. ¿Se trata de una cuestión de equilibrios entre ambos?
Aunque no se profundiza mucho en la cuestión de la rivalidad entre diferentes grupos, sí que está basado un poco en las películas de Hong Kong, donde ves que hay varios grupos que van luchando entre sí. Aquí es una especie de presión que le hace el personaje de Wo Yim sobre Soong, cuando lo que realmente le interesa es la hija, porque se quiere casar con ella. Entonces, hace servir esta rivalidad típica de las triadas entre sí para intentar presionarlo en este sentido, pero no es específicamente una película sobre las triadas, aunque sería muy interesante y cuando yo las veo en los filmes de Hong Kong, realmente están muy bien, pero nosotros nos hemos ido más al terreno emocional interno de los personajes.
– De todas formas, estos personajes en sí mismos entienden la vida y las cosas de la manera en que las describe la película, ¿no es así?
Sí, correcto. Se van moviendo en el ambiente de la mafias y yo creo que en este sentido son bastante fieles, es decir, son gente que tienen muchos tipos de situaciones, pues controlan el juego, controlan la prostitución, controlan falsificaciones,… controlan muchísimas cosas. Y al mismo tiempo se explotan ellos mismos, pues las comunidades chinas son las primeras víctimas de estas mafias que se esconden y no les gusta la prensa.
Dentro de la sociedad, las timbas no las puedes ver; la prostitución es más visible, pero las timbas no, y los talleres clandestinos tampoco; todo eso está en el film, pero lo mantenemos un poco oculto.
– Y también son personajes que intentan dominar sus propios miedos y que además fuman la mayoría de ellos, cosa que no se suele ver en el cine actual. ¿Quisisteis así mostrar esos lados vulnerables de estas personas?
Lo de los cigarrillos sí que es un detalle que está sacado del libro, pero también el cine negro está siempre relacionado con el humo de los cigarros. Con el personaje de Pei Lan sí que jugamos un poco con esto de que cuando estaba más dentro de la mafia, fumaba y cuando no, no lo hacía. De hecho ahí hay una especie de signo de poder que es muy común en el cine clásico, aunque sí, tienes razón, es algo que ahora no se ve en las películas de Hollywood y está prohibido, pero no sé por qué.
La realidad es que en este tipo de cine mola mucho ver eso en la pantalla y funciona muy bien, por ejemplo en aquella escena de intimidad que hay en la película. Nosotros lo hemos incluido porque es una de esas cosas que tenía el cine clásico que se han perdido y no sé por qué. Quizá por una especie de corrección política.
– Casi siempre identificamos a las sociedades orientales como si estuvieran en un mundo exótico. De hecho, aquí en “Societat Negra” sale una iguana que viene a representar eso. ¿La incluisteis por ese motivo?
Sí, la iguana también está en el libro, más en la parte del Tracas (David Arribas) con esa casa kitsch que tiene, y la relación con su padre, madre y hermana, que son muy particulares cada uno de esos personajes, aunque realmente sólo salen un momento en la película cada uno de ellos, pero la idea es que en ese momento en que aparece, destaquen, y resulta divertido.
Tienes razón en que esto siempre tiene un punto de exotismo, aunque hemos intentado alejarnos un poco de los tópicos e ir un poco más a cuestiones más crudas, no tan folclóricas.
– Uno de esos personajes algo fugaces está desarrollado por la actriz María Galiana. ¿Pensaste en ella desde un principio?
La verdad es que sí, desde el principio, porque ya había trabajado una vez con ella en una película hace muchos años, en la cual yo era jefe de producción y vi que es una señora estupenda, una super actriz, y se me ocurrió que sería perfecta para este papel, así que contactamos con la representante, que se acordaba de mí y tuvimos la suerte de que aceptó.
– Veo que las escenas con ella son más luminosas, tal vez porque está hablando con su hijo, y con ello quisisteis señalar que esa es una situación diferente al contexto general de la película.
Correcto, fue así. También vemos el espacio que es una localización real de Santa Coloma de Gramenet, en la que se ve la ciudad de lejos desde un bloque de pisos más bien pequeño. Aquí hay una cosa curiosa cuando buscábamos las locaciones y es que muchas casas de gente de clase baja tenían terrados desde los que se divisaba mucho la ciudad con un horizonte muy bonito. Es curioso porque quizá una casa señorial del Eixample no tendría una vista tan interesante, pero lo que queríamos remarcar con eso es de dónde viene cada personaje en esa secuencia que en cierto modo es un poco cómica.
– En ese sentido, también vemos el increíble trabajo que habéis hecho con las locaciones de Barcelona, que están presentadas de una manera muy diferente a como las vemos normalmente, por ejemplo las tres chimeneas y otros lugares. ¿Cómo enfocasteis la elección de estos lugares para el rodaje?
Buscamos una Barcelona que no fuese tanto de postal, sino una Barcelona más “negra” que fuera un poco a tono con la película. Para mí, la ciudad es un personaje más y, ese sentido, fuimos buscando por la zona del extrarradio, de modo que los personajes vean la ciudad de lejos, como estando alejados, igual que pasa cuando ellos están en el puerto y la ciudad se ve algo lejana.
También vemos cómo los mafiosos ven la ciudad desde arriba, así que quisimos jugar un poco al juego espacial para definir lo que eran los personajes y que cada locación trasmitiera el estado de estas personas. Cuando vemos un cambio de armas, por ejemplo, también la ciudad se observa desde lejos,… siempre como diciendo que ven la civilización pasar, pero que es algo en donde ellos no son admitidos y que son gente prescindible, pues no tienen ningún tipo de interés desde el punto de vista de la sociedad.
En todo momento hemos hecho ese juego espacial. Inclusive a veces hemos sido más sutiles como la escena con una embarcación que está pensada para que no se puedan escapar los unos de los otros en un lugar público, lo cual es algo muy común entre mafiosos como Pei Lan y Liang Huan, que se encuentran en un espacio común con una barca en donde no te puedan hacer una emboscada. Cosas como ésta la hemos trabajado escena por escena.
– Y también habéis elegido un formato de pantalla tipo Cinemascope. ¿Significa eso que “Societat Negra” está pensada para ser vista primero en cines?
Sí, al 100%. Yo siempre pienso que el cine se tiene que ver en las salas de cine, y el Cinemascope te da la longitud; también buscábamos esos planos icónicos que hay en algún momento de la película, donde vemos el espacio. Asimismo hay un punto de desazón cuando los personajes están partidos en la pantalla y creas un poco de angustia existencial.
Rotundamente creo que el cine es para ser visto en los cines. Después puedes ver la peli en una tele, puedes comprar una pantalla muy grande, pero la realidad es que primero hay que verlo en las salas, así que yo siempre pienso en la pantalla grande.
– Y Daniel Faraldo, actor que también es co-guionista, ¿tiene más facilidad para actuar cuando él ha escrito o colaborado con el guion?
No, yo diría que él es un super actor, estudió en el Actors Studio de Nueva York, ha hecho cincuenta mil series; si tú vas a IMDB, todas las series aparecen ahí reseñadas, ha hecho muchas pelis,… no, yo creo que él podría hacer cualquier papel. Lo único que, en este sentido, él conoce muy bien la historia y los personajes. Nosotros trabajamos mucho antes, pero hay un momento en que, cuando el guion está acabado y vamos a comenzar el rodaje, siempre hablamos él y yo y buscamos sacarle el máximo provecho al personaje, así que en ese momento hacemos un poco de recordatorio de lo anteriormente hablado. Pero, Faraldo podría hacer cualquier papel, lo haya escrito él o no, porque es un super actor.
– La película está dedicada a la memoria de Jordi San Agustín, quien participó en películas tuyas.
Sí, hay dos homenajes. Uno que es a mi hermano, Josep Maria Termens, que se menciona al acabar la película y que falleció en un accidente de tractor en agosto del 2023, y fue un golpe duro para la familia. Y Jordi San Agustín, ciertamente había hecho los efectos visuales de la anterior película, “La Mujer Ilegal”. Él montó su propia empresa de posproducción junto a Diana Cuyás, e iba a hacer los efectos también de ésta; ya habíamos hablado varias veces sobre cuáles nos harían falta y murió de un ataque de corazón así, inesperadamente, así que también el film está dedicado a su memoria.
©José Luis García/Cinestel.com