“Fantasma vuelve al pueblo”, una película de Augusto González Polo

Estrenada en Argentina
Asumiendo que algunas veces el mundo rural pueda ser una especie de microcosmos de los comportamientos que al nivel de los habitantes de las grandes urbes metropolitanas suceden, el realizador argentino Augusto González Polo propone en su comedia dramática “Fantasma vuelve al pueblo” una historia que tiene que ver con el regreso a los orígenes, los cambios habidos en ese lugar desde que alguien se marchó y las dificultades que tiene la adaptación a esa nueva realidad.
Demóstenes es un tipo que de joven se marchó a la gran ciudad con la intención de estudiar allí e intentar labrarse un futuro profesional que le garantizase una estabilidad personal. Dado que sus expectativas en ese imperio del asfalto fueron truncadas, un fin de año decide regresar a su pueblo, donde todos le llamaban “Fantasma” cuando antaño vivía en ese remoto emplazamiento.
Gracias a su viejo amigo Luis Miguel, consigue un trabajo que consiste en buscar un cerdo para ser faenado en el siguiente fin de semana. El director ha buscado reflejar un momento de fiesta, la de fin de año, que es mucho más propicio para que afloren las emociones. Y entre los personajes del film encontramos algunos tan dispares como el mismo cerdito y una doctora que siempre sale de su consulta para fumar.
Augusto González Polo responde las preguntas de Cinestel sobre este filme cuyas locaciones pertenecen al sitio donde nació, Aristóbulo del Valle, en Misiones:
– ¿La película es también un reflejo de algunos sentimientos tuyos que ocurren cuando regresas al pueblo en el que naciste?
Hola. Sí hay mucho de eso, reflejos de los sentimientos acerca del pueblo, sus tiempos, sus costumbres. Pero más que nada en los momentos, escenas y secuencias que no tienen diálogos, al menos conscientemente. En ciertos tramos de la película traté de emular audiovisualmente esas sensaciones que afloran cada vez que vuelvo.

Augusto González Polo, director de “Fantasma vuelve al pueblo”
– También hay un dilema entre si es Demóstenes quien ha cambiado o es que los habitantes del lugar lo ven con otros ojos ante su regreso. ¿Puede ser que ellos no crean del todo que a él le gustaría establecerse ahí?
Puede ser, sí. Una característica implícita que arrastra el personaje de Demóstenes de su historia previa al relato de la película, era que tanto él como los demás habían dado por descontado que él no iba a volver; que en el momento en que decidió irse era definitivo.
Y por otro lado, nunca se habla del pasado en toda la película. Creo que la relación del protagonista con cada uno de los demás personajes está minada por cuestiones de la vida previa… que nosotros como espectadores podemos deducir o inventar cada uno su propia versión de las cosas. No sabemos exactamente qué viejos vínculos había y qué asuntos habían quedado pendientes; pero vemos lo que sucede cuando se intentan retomar ahora.
– Es llamativo el tratamiento que la película le da a los otros seres vivos, inclusive en una pequeña escena que se ve al término de los créditos finales, eso sí, todas ellas planteadas en un sentido cómico. Como los niños del pueblo salen muy poco en el filme, ¿crees que aquí hay una especie de sustitución del afecto a los hijos por el de los animales?
Creo, al contrario, que hay participaciones varias de niños en momentos claves a lo largo de la película. Aparecen niños marcando los vicios de los adultos desde la secuencia inicial y la presencia de niños expone sutilmente adulterio, alcoholismo, explotación laboral,…
Entre el protagonista y el cerdo se genera una empatía contundente, que ni siquiera se acusa en palabras. Sucede progresivamente en el relato, -como también nos pasó en el rodaje con el cerdito real a todos los que trabajamos ahí-. Y la presencia del cerdo acciona justo sobre el conflicto de la película, se convierte en un signo de la relación de amistad y lealtad entre Fantasma y Luis Miguel…. que a su vez ya son tipos grandes, que no han formado familia, y solo se comunican con criaturas de manera laboral.
En conclusión, no creo que se trate de sustitución de afecto a los hijos por animales, sino de asumir la empatía hacia el prójimo. Cualquier ser viviente.
– ¿Y cómo combinaste las actuaciones de actrices y actores profesionales con otros que no lo son?
Aunque la mayor parte del elenco son personas del pueblo sin experiencia previa en rodaje, ya venían participando de talleres de teatro. Prácticamente todos los que aparecen en pantalla, hasta los extras, manejaban ciertas nociones de actuación.
Por lo general en todas las escenas en que participan no-actores, interactúan con actores profesionales, que ayudaban a regular el tono.
Algunas escenas fueron trabajadas previamente con mucho ensayo. Y otras, por el contrario, con casi nada de ensayo, aprovechando la espontaneidad de las personas en cuestión. Esta estrategia la aplicamos inclusive con los protagonistas. Hubo escenas que se ensayaron mucho previamente, y otras en que se dejó margen para la espontaneidad.
– ¿Rodar en una provincia que conoces bien supuso una ayuda importante para acometer todo este proyecto?
Sí, por la geografía, desde lo estético es una ayuda. Cualquier fondo en exteriores funciona bien. Y utilizamos a nuestro favor lo que podría ser un problema, el clima tropical impredecible: todos los días llovía y salía el sol fuerte. El guión ya lo preveía, y estando en rodaje adaptamos aún más el relato a lo que sea que brindasen los factores climáticos.
Después, por el lado logístico y de gestión, esta película no se hubiese podido realizar sin el apoyo del IAAVIM. Es casi uno de los primeros largometrajes que recibió apoyo del flamante instituto en Misiones.
Pero tampoco se hubiese podido realizar sin la ayuda de la municipalidad del pueblo, de la cooperativa de agua y luz, y de un montón de vecinos que ayudaron desinteresadamente. Desde que empezamos a trabajar en la preproducción, meses antes del rodaje, hasta el último día de filmación, tuvimos ayudas y aportes desinteresados de todo tipo. Algo totalmente inesperado, y absolutamente imposible de que acontezca en otro contexto urbano.
©José Luis García/Cinestel.com