«Las mil y una noches», de Miguel Gomes; Volumen 3: El Embelesado

Estreno en España el viernes 17 de junio
El Embelesado proporciona el colofón a la trilogía de «Las mil y una noches» en la que Miguel Gomes critica en plan metafórico las políticas de austeridad económica en Portugal y la ausencia del sentido de la justicia social, y por ende el desarrollo de las duras directrices que emanan de Bruselas y que afectan con especial vehemencia a los países del sur de Europa.
Gomes reproduce aquí la parte más verbal de los tres episodios, tal vez menos sugestiva de ideas y hasta alargada en algunos puntos como el de las aves, pero que logra mantener las características de una secuela de lo anterior en la que Sherezade se ha cansado de recitar y ahora acude a pedir consejo y consuelo a su padre el Gran Visir, huyendo de palacio en busca de satisfacer su hedonismo y llegar a comprender las artes del encantamiento. Como final del cuento de cuentos, esta tercera parte se hace larga, fatigosa y extenuante.
El comienzo del Volumen tres es una confluencia de historias envueltas en bailes y cantos de procedencias diversas, donde el cineasta sigue en su posición ya conocida de desincronizar las épocas, alternando músicas que no se corresponden con lo que se ve, entre las que nos podemos encontrar country o el famoso bolero ‘Perfidia’, compuesto por Armando Manzanero y que tiene presencia sonora en los tres capítulos.
La parte más extensa de este episodio es la llamada El Canto de los Pinzones, con un grupo de hombres que quieren enseñar a cantar a unos pájaros enjaulados y para ello utilizan distintas técnicas de lo más singulares. Solamente la voz de una joven china junto a las imágenes de manifestaciones en Lisboa interrumpe brevemente este relato, innecesariamente alargado, en el que aparece de nuevo el hombre «sin intestinos», pero aquí encarnando a uno de los «adiestradores» de las aves encerradas.
El Embelesado es una pieza de la trilogía que pretende mostrar posibles respuestas figuradas a una decepción generalizada y colectiva. Hay pocas alegrías en esta película, pero por suerte las hay, y en el trasfondo de las historias que cuenta estaría lo que se entiende por sentido de continuidad en la vida de cualquiera, dentro del contexto de una lucha compleja para sobrevivir usando el arte del encantamiento para convencer a los demás, sin llegar a caer en la propia trampa, como le ocurre a uno de los personajes.
©José Luis García/Cinestel.com