«La Bouche», de Camilo Restrepo; un tejido de reciprocidades

Corto que participó en Quincena Realizadores del Festival de Cannes
*Por Camilo Restrepo
La idea de la película surgió de mi encuentro con Mohamed Bangoura y su hijo Ella. Por intermedio de amigos comunes, Mohamed me pidió que filmara un concierto suyo en París, organizado en homenaje a su hija, desaparecida dos años antes en un contexto de violencia conyugal. Ni espectáculo, ni ceremonia, la música de Mohamed Bangoura y de los otros artistas de su familia era, esa noche, un vínculo establecido entre los vivos y la joven desaparecida.
Este concierto entraba en resonancia evidente con mi cortometraje anterior, «Cilaos», una película musical interpretada por la cantante reunionesa Christine Salem y sus músicos, que evoca la relación de una hija con su padre desaparecido, a través del Maloya, canto ritual de la Reunión.
Las dos historias, la una real y la otra ficticia, estaban atravesadas por varias correspondencias, en un tejido de reciprocidades. Dialogando con Mohamed y su familia, surgió la idea de trabajar con ellos en un nuevo proyecto de película, libremente inspirado en su historia.
Esta película, «La Bouche», no es una continuación de «Cilaos», sino más bien su espejo. Ambas películas se apoyan sobre un mismo terreno de experimentación formal: una narración cantada y una dimensión espacio-temporal equívoca que permite la reactualización de historias de carácter mítico.
«La Bouche» está cantada y hablada enteramente en Sousou, lengua de las costas de la Guinea, región de la familia Bangoura. Los cantos se acompañan de percusiones, sobre todo de Djembés, instrumento originario de la zona.
El enraizamiento de la película en una práctica musical y oral muy local la abre paradójicamente a una comprensión universal. La música –terreno de mezclas de ritmos, prácticas, mitos y creencias– permite la exploración de la raíces comunes de poblaciones aparentemente distantes.
Para afianzar esta idea, quise dejar indefinido el espacio y la época en la que se desarrolla la intriga: los personajes pertenecen a una especie de tiempo abstracto, a un más allá.
«La Bouche», inspirada en una historia real, más allá de cuestionar esta tragedia familiar, se interesa en nuestra comprensión de la muerte y de la justicia.
Como mis trabajos anteriores, «La Bouche» fue filmada en celuloide y revelada en el laboratorio L’Abominable.
L’Abominable es un laboratorio cinematográfico colectivo que desde 1996 pone a disposición de cineastas y artistas plásticos las herramientas necesarias para trabajar los soportes del cine en celuloide.
El lugar funciona como un taller en el que se comparten las máquinas que sirven para la fabricación de las películas. Allí se producen películas de una gran diversidad, performances cinematográficas e instalaciones, utilizando el celuloide.
La envergadura de las obras y la especificidad de las prácticas que allí se realizan hace del L’Abominable un lugar de creación original, dedicado a conservar las técnicas cinematográficas en su más viva expresión.
*Camilo Restrepo, director.
Enlace a la web de los laboratorios L’Abominable.
¿De qué trata «La Bouche»?
Un hombre se entera de la muerte brutal de su hija, asesinada por su esposo. Tiempo suspendido durante el cual oscilarán deseo de venganza y necesidad de sosiego.
«La Bouche» es una película musical interpretada por el maestro percusionista guineano Mohamed Bangoura «Diable rouge», libremente inspirada en su propia historia.