«La Lista de Falciani»; la evasión, el fraude fiscal y el secreto bancario

Inauguró DocsBarcelona
Hervé Falciani saltó a las noticias hace un tiempo, en el año 2009, por haber filtrado datos que estaban siendo considerados como secreto por las legislaciones, favoreciendo a su vez la impunidad del fraude fiscal. Falciani trabajaba para la filial suiza del banco HSBC y su robo de datos supuso poner a disposición de las haciendas públicas la actividad de 130.000 cuentas protegidas de ciudadanos de 180 países. En menos de una década y a la sombra de la crisis financiera, esta filtración cambió las reglas del juego. El realizador británico Ben Lewis vuelve a ofrecernos un buen trabajo documental que cuenta con el testimonio de su protagonista, prófugo de la justicia suiza pero protegido por Francia, España e Italia, y de algunos personajes relevantes de Europa y los Estados Unidos.
«La Lista de Falciani» es una producción entre Alemania y Catalunya dirigida por el autor del documental «Google y el cerebro mundial». El productor catalán Carles Brugueras contó en rueda de prensa que algunos países declinaron aparecer en la película cuando se les ofreció, pero los que aparecen son fundamentales en el caso. La disyuntiva que el tema desarrolla está por un lado en el cumplimiento de los deberes fiscales de todo ciudadano en consonancia con su nivel de patrimonio e ingresos, pero por otro se topa con la legislación penal porque Falciani sustrajo toda esa información ajena.
De lo que aporta el documental se deduce que la acción e influencia de la administración Obama en favor de eliminar el secreto bancario con el fin de disminuir las posibilidades de cometer fraude fiscal, ha sido uno de los motores fundamentales para que los países europeos, algunos de ellos como Suiza a regañadientes, tomaran medidas. Con el estallido de la crisis económica, está claro que el déficit público aumentó y que los Estados necesitaban nivelar sus arcas. Sin embargo, no todos actuaron por igual y en el caso concreto de España, vemos en el documental los testimonios de fiscales y un responsable tributario que explican que aunque Falciani ha trabajado para la Fiscalía Anticorrupción, la norma regulatoria impulsada por el gobierno en forma de amnistía fiscal habría logrado ingresar tan sólo una sexta parte de lo que los defraudadores debían, y todo ello de manera legal, es decir, institucionalmente perdonados por haber evadido capitales a Suiza. Antes de todo esto, Falciani había permanecido cinco meses en una cárcel de España, momento en que salió sin ser entregado a Suiza a merced del acuerdo al que llegó con los fiscales españoles para pasarles información.
«La Lista de Falciani» fue estrenada mundialmente dos semanas antes en el DOK.Fest de Munich, pero su protagonista principal no pudo estar en persona porque se da la paradoja de que mientras está colaborando con ese Estado para revelar fortunas ocultas de alemanes en Suiza, la justicia alemana ha cursado la correspondiente orden de la Interpol para extraditarlo al país helvético, donde el fiscal Michael Lauber afirma en el documental que no descansará hasta verlo entre rejas. Algo parecido le está sucediendo en los Estados Unidos, donde la información que podría proporcionar Hervé la consideran necesaria, pero el hecho de haberla robado contraviene su legalidad y la invalida como prueba.
Su ex-amante Georgina Mikhael lo describe en la película como un manipulador. Junto a ella, previamente Hervé viajó al Líbano para hacerle a un banco de ese país una primera propuesta de transmisión de datos de defraudadores locales a cambio de dinero, mil euros por cliente, en una historia que, si no hubiese ocurrido, parecería un thriller de ficción y que supuso una primera denuncia contra él, obligándole a cambiar sus estrategia rumbo a las autoridades antifraude.
A la rueda de prensa en DocsBarcelona, Hervé llegó con muy discretas y poco visibles medidas de seguridad e inclusive accedimos al lugar por un lugar distinto al que habría correspondido normalmente. Sus intentos de lograr un escaño en las elecciones europeas del 2014 con la creación del Partido X para obtener cierta inmunidad judicial resultaron vanos, pero ahora reconoce que está colaborando entre otros, con el partido español Podemos en su lucha por la abolición de los paraísos fiscales y su secreto bancario.
Falciani tiene algunos puntos ambiguos, como por ejemplo el de no querer revelar a qué se dedicaba exactamente en el HSBC, a lo que se niega argumentando que más que una cuestión personal, su lucha se centra en que «se hable de los mecanismos, sabiendo que detrás hay personas. La tecnología ha cambiado muchas cosas y quien no puede controlar la información, no tiene la información. Eso es muy complicado de manejar para quien defiende los derechos de los ciudadanos. A la vez que se tiene información, hay que tener poder y saber compartirlo» -asegura-.
El ingeniero de sistemas italo-francés sostiene que él no tuvo un objetivo concreto a la hora de haber hecho lo que hizo y reconoce que es una utopía el poder controlar todo el dinero sucio. «Existen solo hechos y el banco ha reconocido que es verdad que no podía hacer lo que revelan las pruebas». Igualmente considera que el error de Julian Assange consistió en actuar solo: «Nunca se hace nada útil solo. Es muy raro que lo puedas hacer así. Hay que buscar previamente gente que tenga el mismo objetivo de transparencia para compartir información con ellos. De lo contrario, te puedes ver encerrado en cualquier lugar por tiempo indefinido».
©José Luis García/Cinestel.com