“El Arranque”, de Federico Jacobi; cuando el tiempo a nadie espera

Estreno en Buenos Aires
Es una historia que podría suceder en cualquier parte del mundo. Tres tipos pasan sus días y sus noches en una antigua estación de servicio, ahora en desuso tras la construcción de una nueva entrada en el pueblo. Este trío de personajes principales del film ven pasar las horas haciendo cosas sin importancia, pero al mismo tiempo, albergando la esperanza de que una oportunidad de ampliar sus horizontes se les presente, inclusive de forma casual o fortuita.
Federico Jacobi estrena su segundo largometraje, “El Arranque”, sobre el que afirma que “es una mirada poco habitual acerca de los sueños, metas y
oportunidades, cuando a uno le toca vivir alejado de la gran metropoli”.
El elenco está encabezado por Gabriel Lenn, Fabio Herrera y Miguel Ferrería. Pablo Viollaz es el autor del guion y también actúa, además de haber fungido como director de actores.
La película se rodó en Luján y Marcos Paz con las dificultades añadidas del encierro poblacional ocurrido hace unos años, pero eso no fue óbice para que el proyecto se terminara desarrollando con la calidad que el equipo se había propuesto desde un principio.
Hugo Barbizán, que hoy trabaja en el sector cultural de la ciudad de Luján, fue una persona clave para dinamizar y encauzar el presupuesto que el film precisaba para llevarse a cabo. Asimismo, el apoyo de la empresa Gandhi Equipos entrando en la producción y ofreciendo su rental de tecnología sin costo, fue vital para poder rodar, ayudando a disminuir el presupuesto que se necesitaba en unos tiempo difíciles; y algo parecido lo hizo HD Argentina al renunciar al cobro de sus servicios como respuesta a aquellos extraños momentos de paralización social.
A medida que el proyecto fue creciendo, hubo que ir gestionando la parte de los recursos y acudiendo a los Work in Progress de diversos festivales de cine, así que fue en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México) donde representantes de Benuca Films y de los Estudios Churubusco Azteca, -los más grandes de posproducción de toda América Latina-, se asociaron con los autores del rodaje, transformando así esta película en una coproducción internacional.
Es curioso, pero mientras que la Cineteca de México prevé que “El Arranque” se vea en CDMX durante seis semanas consecutivas, las ridículas autoridades del INCAA actual, con su presidente anti-cine argentino a la cabeza, relegan a ésta y otras películas a una única función, sólo un día concreto y a una hora concreta, al tiempo que impiden que los espectadores argentinos puedan disfrutar del film en la plataforma CineAr.
El germen de esta historia fue una obra de teatro, así que para comenzar esta entrevista le preguntamos a Federico Jacobi, que qué es lo que le llamó la atención de ese relato:
Se dio la particularidad de que el equipo que venía ensayando la obra no la pudo estrenar, porque justo ocurrió que el debut estaba programado cuando comenzó el aislamiento por la pandemia en 2020. Ellos tenían todo listo para estrenar en marzo de 2020, justo cuando comenzó el aislamiento más estricto; entonces la obra no pudo comenzar a representarse. Luego de ese momento llega a mis manos este texto teatral y yo ahí veo rápidamente la posibilidad de hacer una película. Entonces se dio esta particularidad de que primero se filmó la película y luego se pudo estrenar, -luego de que terminara la etapa del encierro-, la obra de teatro.
– ¿Y estos actores con los que contaste para el film, habían hecho la obra de teatro, o no? ¿O aquéllos son otros actores?
Sí, la propuesta ya incluía el elenco, si bien no era una imposición. Yo cuando tuve las primeras charlas con el autor del guion, Pablo Viollaz, la obra todavía no estaba en cartel, pero me propuso ver un ensayo para evaluar si a mí me interesaba trabajar con el mismo elenco que ya venía trabajando en la obra. Entonces, si bien el registro cinematográfico es completamente distinto al teatral, la esencia de los personajes sigue siendo la misma. No es que cambia el personaje, sino que cambia la manera de interpretarlo y de mostrarlo.
A mí el elenco con el que venía trabajando Pablo para la obra me pareció genial, me gustó. Así que al final, el elenco de la película es el mismo elenco de la primera temporada que luego tuvo la obra. Después, la obra de teatro tuvo una segunda temporada con otro elenco diferente.
– Pablo Viollaz es uno de los actores de la película. Y en ese sentido te quería preguntar si cuando hiciste el rodaje notaste que las aportaciones que recibiste de él fueron quizá las más importantes que podría recibir un director.
Pablo es el autor del texto e interpreta un personaje secundario en la película. Un personaje que en la obra de teatro no existe, que es el que tiene un empleo municipal, pero el actor como tal en la obra nunca se lo ve, fue un agregado para el guion cinematográfico. Entonces, cuando yo tuve una de las primeras conversaciones con Pablo, como para evaluar la posibilidad de hacer una película basada en ese texto, le pregunté que cómo quisiera él involucrarse con una posible película. Y él me dijo que como guionista y a lo sumo como director de actores, siempre desde ese trabajo en equipo, sin ningún tipo de imposición.
Así que confiar y descansar en alguien que ya obviamente conoce los personajes a la perfección porque es el propio autor y director de la obra de teatro, la verdad es que para mí fue una metodología de trabajo muy efectiva, puesto que si bien yo estaba pendiente de la actuación, tener a Pablo 100% pendiente de ello como director de actores de la película, de verdad que a mí me resultó muy efectivo, y estoy muy contento no solamente con el resultado, sino en cómo nos llevamos en el set.
– Y si nos circunscribimos a los tres personajes principales, ellos son gente que tienen algunas aspiraciones quizá difíciles de cumplir o están resignados porque se sienten en cierta forma marginados. En ese sentido, la búsqueda de una salida a su situación personal nuclea lo que es la historia de la película. ¿Eso es lo que buscaban reflejar en “El Arranque”?
Sí, no casualmente cada uno de estos tres protagonistas corresponde a una generación distinta. Los personajes no son coetáneos, sino que cada uno forma parte de una generación diferente. Entonces las aspiraciones de cada uno también son distintas y el objetivo que se plantea cada uno de ellos durante la película también es distinto.
Los tres esperan que alguna cuestión medio fortuita los salve, como ganarse la lotería, aunque eso es muy poco probable que suceda, entonces suceden algunas cosas que hacen que ellos deban tomar las riendas del asunto si de verdad pretenden cambiar algo o hacer algo con sus vidas, o con lo que les queda de vida, en el caso del más grande.
Para mí, la esencia del conflicto que ellos mantienen consigo mismos es cómo arrancar; de ahí el título de la película. Cada uno de ellos en cierto modo quiere arrancar o hacer que los demás arranquen, entonces la esencia es parecida, se puede emparentar, pero cada uno tiene un objetivo distinto y muy puntual y muy concreto.

Federico Jacobi, director de “El Arranque”
– También yo creo que hay algún momento del film que puede resultar hasta inclusive un poco cómico, porque claro, se busca también extender lo que son ese tipo de relaciones a todos los marcos posibles desde el guion.
Sí, para mí uno de los aspectos más interesantes que puede tener cualquier película es el de entretener. El cine para mí es entretenimiento y también es un montón de cosas más. Entonces me gusta que una película se tome en serio una situación, pero que al mismo tiempo te distienda por momentos, te haga reír. En este caso tiene drama y tiene momentos de comedia en donde la gente afortunadamente se ríe, aunque la verdad es que hacer reír no es sencillo y efectivamente hay momentos que en general resultan entretenidos y divertidos.
A mí me parece que ese balance entre comedia y drama refleja también el tipo de relación que se propone para los personajes, en donde en una misma frase se llaman hermano y se insultan, y van pasando de una cosa a la otra, producto no solamente de una confianza, sino de una inmadurez y de un trato que tiene que ver también con el tono de la película, justamente.
– Hay un asunto muy interesante en esta historia, que es el tiempo y cómo se gestiona. Inclusive hay alguien que canta que «el tiempo a nadie espera», y precisamente es esa necesidad que tienen los personajes de poder gestionarlo mejor y que ven imposible cómo hacerlo, tal vez sea otra de las razones principales que motivaron este guion.
No es un camino allanado lo que se les presenta, pero bueno, hay que ver si están dispuestos a de verdad aprovechar ese tiempo o seguir dejándolo pasar sabiendo, si es que ellos lo saben, como decís vos, que el tiempo no te espera. El tiempo continúa por más que uno lo aproveche o no. La idea también era que queríamos despertar en el espectador un poco también esa cuestión. Creo que es bueno que una película, en este caso, aunque es una ficción, te interpele y que vos te termines preguntando algo así como ¿qué estoy haciendo yo con mi tiempo?
– En “El Arranque” también se pueden percibir algunos trasfondos de esos que se leen entre líneas, como una velada crítica al centralismo de Buenos Aires, y también hay referencias al abandono agropecuario. ¿Lo pensaron así desde el guion?
Si bien no es un mito, existe la centralización y la falta de oportunidades cuando estás alejado de la capital, y estos personajes pareciera como que ya descansan un poco en eso, en preguntarse qué van a hacer si no tienen oportunidades. O sea, si no estoy en Buenos Aires no puedo hacer nada. Entonces ellos también descansan en esa comodidad y no se plantean una meritocracia. Porque yo descreo de esta cuestión de que todos partimos del mismo lugar.
El punto de partida no es igual para todos. Cada uno tiene un punto de partida y algunos tendrán el camino más allanado que otros, pero en definitiva hay que saber leer un poco el contexto y las oportunidades, y si bien probablemente alguien que está en esa situación aislado la va a tener más difícil, evidentemente alguna oportunidad tendrá como para tomar las riendas del asunto, y eso es también lo que propone la película.
Respecto a lo del conflicto del agro, no es un elemento que haga a la historia, es una sutileza que decidió poner el guionista Pablo Viollaz, y que a mí me pareció interesante incluirla a modo de sutileza, como para ver que en definitiva estos personajes, que son parte como del proletariado, se ven afectados por decisiones que toman gente de un sector más pudiente, cuando se produce un conflicto con el gobierno y esta gente la liga de rebote. O sea, termina teniendo consecuencias todo esto, pero, como decimos acá, la ligaron de rebote por cuestiones bastante ajenas a un reclamo genuinamente obrero.
– Este es tu segundo largometraje. El primero fue “Ahí viene”, estrenado en el año 2018, y te quería preguntar si encuentras similitudes entre ambas historias o no. ¿Son dos historias completamente diferentes o hay algún parecido entre ellas?
Bueno, ya que vos mencionaste el asunto del tiempo, ahí me parece que hay una similitud. La verdad que es la primera vez que me lo preguntan, yo no lo había pensado, pero ahora que me lo preguntás y lo reflexiono en este momento, la cuestión del tiempo me parece que es un punto en común, porque en “Ahí viene” el personaje principal es un hombre que está en sus últimos días de vida y decide dejar de medicarse, dejar de ir al médico, dejar de luchar contra el inevitable, y en ese último tiempo que le queda, se propone mejorar la relación que tiene con el hijo. El hijo lo trata como si fuese el enfermero, y va a cuidar a un enfermo, y este tipo le dice, “mirá, ya está, no luchemos contra el inevitable, tengamos otro tipo de relación en este último tiempo que vamos a pasar juntos”.
El protagonista, el viejo, es mucho más consciente de esta cuestión del tiempo y parece que el hijo no es consciente de verdad de la importancia de aprovechar ese último periodo de tiempo que pueden llegar a tener padre e hijo para intentar reconstruir esa relación. Y acá también, acá hay una cuestión con lo temporal, que ya lo charlamos hace un rato, que tiene que ver con lo que vendrá para algunos personajes y ser muy consciente del tiempo que queda para otros.
– ¿Y cómo es que ahora se estrena en Buenos Aires solamente con una sesión y un sólo día?
Eso tiene que ver con la gestión actual. El Espacio INCAA mítico de la Ciudad de Buenos Aires es el Cine Gaumont, donde todo el mundo quiere estrenar cine argentino. Por ejemplo, yo estrené ahí mi primera película independiente, la cual pudo estar dos semanas en cartel, como siempre fue lo normal, sin ningún inconveniente, pero a partir de este año, para producciones que no han pasado por INCAA para la producción, en términos de exhibición están ofreciendo funciones únicas de estreno. En vez de dejarte una semana en cartel como mínimo, te dan una función única de estreno.
El INCAA y los espacios INCAA deberían cumplir una función de fomento al cine, es decir, ayudar, no poner palos en la rueda. Entonces, que yo no haya pasado por INCAA para la producción, debería tener, entiendo yo, más ayuda para la distribución.
Así que si yo no te fui a pedir ayuda para hacer la película, la película la hice por mi cuenta, la hice yo solito la película, ahora ayúdame a mostrarla en pantalla, nada más. Pero no, o sea, como no pasaste por INCAA para la producción, te es más difícil la exhibición.
El Cine Gaumont depende mucho directamente del Instituto y por ahí hay otros Espacios INCAA a lo largo de, no solamente la provincia de Buenos Aires, sino de todo el país, que tienen administraciones más internas, que no están tanto bajo el ala del INCAA y siguen siendo Espacios INCAA. Entonces ahí seguramente podremos conseguir más funciones con más continuidad. Pero en lo que respecta al Cine Gaumont, función única.
©José Luis García/Cinestel.com