Event Cinema: algo nuevo se está moviendo en las salas de cine

CineEurope 2016
En la convención anual de empresarios y distribuidores de salas de cine de Europa, Oriente Medio y África que se lleva a cabo en Barcelona, se siguió debatiendo este año 2016 el método para implementar cambios que permitan aprovechar esos espacios para otras actividades cercanas o ajenas al cine.
Hemos indagado un poco más a fondo en el tema a través de las distintas posiciones, a partir de lo que se expresó en el Seminario que suelen realizar en CineEurope los artífices de esta singular propuesta. Se constata a nivel mundial que el público asiduo a las salas está envejeciendo, mientras que los más jóvenes tienden a identificar su generación con otras tecnologías de más reciente aparición. Y la idea es complementar las exhibiciones tradicionales de films con visionados de ópera, teatro, música,…
La Asociación para el Cine de Eventos (Event Cinema Association – ECA) reúne a empresas de exhibición de distintas partes del planeta y se constituyó hace ahora 10 años. El cine digital ha cambiado drásticamente el panorama de la proyección en salas. Eso quiere decir que el cine en sí mismo está experimentando una transformación radical y que la tecnología cambia continuamente todas las facetas de este negocio.
Conscientes de que entraban en un terreno de arenas movedizas, estos emprendedores han tenido el valor de arriesgar en sus salas para tratar de captar cómo, por ejemplo, percibiría el público el visionado en la gran pantalla de un concierto de su grupo de música favorito que esté teniendo lugar en ese preciso instante a miles de kilómetros de distancia.
La experiencia hasta ahora ha sido muy desigual y poco uniforme, aunque el crecimiento permanece estable. Unos años han sido mejores que otros, sencillamente porque es un espacio en el que están conviviendo con las proyecciones tradicionales de películas. Un buen año para los contenidos de las productoras de cine puede significar un impacto negativo en la caja de los Event Cinema.
Por otro lado, los eventos multi-pantalla se prestan a muchas variaciones en sus resultados de público, debido a que todo depende de la disposición que tengan los propietarios de los derechos de imagen o de emisión a que una representación de ópera o de música se pueda ver en un mayor o menor número de locales. En el tema de las transmisiones deportivas, la cuestión se complica un poco más, y en el de los eventos infantiles, también porque, según las pruebas que se han hecho, parece que podrían funcionar mejor si los niños de pre-escolar están de pie en el caso de que haya presencia de actores en vivo o payasos que actúen combinados con imágenes en la pantalla.
Entre las curiosidades que se han encontrado a la hora de hacer ensayos que ayuden a determinar una clasificación adecuada de los Event Cinema, está el gran interés demostrado por los espectadores de China y de otros países orientales en relación a ver documentales de arte en los que se pueda mostrar entre otros, el interior del Museo del Louvre de París como si lo estuvieran visitando.
Igualmente, los propietarios de salas se quedaron perplejos al constatar que en algunos lugares existe público que está dispuesto y que es capaz de pagar para ver en la gran pantalla cómo otras personas están jugando a un videojuego.
Y otra anécdota más sería que que el espectador se corta a la hora de aplaudir cuando está viendo en el cine una transmisión en directo de una obra de teatro o de ópera. ¿Es que ahora hay que pedir permiso para aplaudir? ¿Es correcto hacerlo si los actores de la obra no nos van a oír ni ver, aunque estemos recibiendo las imágenes en directo? ¿Se organizarán campeonatos de videojuegos en las salas?
Sin duda alguna, la necesidad de crear estos nuevos eventos, también llamados ‘contenido alternativo’, está igualmente obligada por el crecimiento que probablemente tendrán los estrenos online o mixtos de películas en plataformas de visión bajo demanda. Es posible que en un principio estas actividades se concentren más de lunes a jueves y que esto sea un escaparate de contenidos en el que, dentro de la sala, se pueda ofrecer desde ballet a deporte, de comedia a música en vivo, ópera a teatro, museos a exposiciones de galerías de arte,… y la mayoría de las veces retransmitido vía satélite, pudiéndose ver en la pantalla grande un evento en directo desde la comodidad de una butaca en el cine local.
Los miembros de la ECA están ahora en un permanente debate acerca de cómo llegar al público y de qué manera estas experiencias se pueden extender a los muchos países que todavía la desconocen. Quizá los grupos de Facebook y la publicidad segmentada en esa red social puedan ayudar, pero es algo que todavía no se ha medido.
En el Reino Unido existen ya unas 20 compañías distribuidoras de este tipo de eventos, con bastante éxito en el caso del teatro. Italia es otro país puntero en esta iniciativa con alrededor de 50 actividades anuales, una de ellas muy singular y comentada como fue el estreno y proyección en solo tres días de la película de Margarethe von Trotta sobre Hannah Arendt, con previo anuncio dirigido en especial a la comunidad judía del país.
Un mejor desarrollo de la tecnología en 4K, sobre la que la empresa Sony es líder, y la gestión de los tiempos para programarlo y comunicarlo a nivel local serán esenciales para el desarrollo de este proyecto, que en la mayor parte del mundo está todavía en fase prematura o es desconocido.
Según informes que maneja esta Asociación de empresas, es muy posible que el punto de arranque definitivo, ya con datos más transparentes para que este sector progrese, podría estar situado en torno al año 2020.
©José Luis García/Cinestel.com