La Acadèmia del Cinema Català inicia un servicio contra los abusos

Se trata de un impulso contra los abusos y el acoso de cualquier tipo en el ámbito de las relaciones laborales dentro del sector audiovisual y de las artes escénicas que es prácticamente pionero a nivel europeo. Solamente en el Reino Unido, la BAFTA había comenzado a tomar acción en este tema, pero no de una manera tan decidida y efectiva como sí lo acaba de hacer la Acadèmia del Cinema Català, con el apoyo de la institución pública que dirige la alcaldesa Ada Colau -anfitriona de la presentación- y de la Diputació de Barcelona.
El Ayuntamiento de Barcelona lleva ya unos cuantos años implementando políticas específicas contra la discriminación de género a través de la Regidoria de Feminismes i LGBTI que coordina la Cuarta Teniente de Alcalde, Laura Pérez.
Para la alcaldesa, “es extraño que esta cuestión no haya surgido antes” en este sector.
Colau apuesta por seguir aunando esfuerzos para desarrollar este tipo de iniciativas. “Hemos comenzado un camino que no se acaba aquí. El ámbito de la cultura estaba muy silenciado en estos temas y todos los sectores de la sociedad han de ser proactivos” -puntualizó en este acto celebrado en el Saló de Cent-.
Lo que la Acadèmia impulsa es un servicio especializado de atención jurídica y psicológica que permita a las víctimas tener una mejor idea de los derechos que les asisten, así como una información más exacta acerca de las acciones concretas a tomar en cada caso y de las consultas y terapias a las que pueden tener acceso para reparar los posibles daños causados por quienes agreden. Las reuniones que se lleven a cabo con las personas perjudicadas serán estrictamente confidenciales y tendrán lugar fuera de la sede de la Acadèmia, sin que ésta tenga conocimiento del nombre de quien denuncia los hechos, quien inclusive se podrá mantener en el anonimato, si es que así la víctima lo considera oportuno o necesario.
La abogada Carla Vall y la psicóloga Aina Troncoso se incorporan como especialistas en este departamento que paralelamente se convertirá en un observatorio de las violencias machistas en el audiovisual y las artes escénicas, al tiempo que elaborará un protocolo de buenas praxis en el ámbito profesional, empresarial y formativo que contribuirá a la prevención de este tipo de delitos.
Vall subrayó en la presentación que en el territorio español no se tiene tradición en lo que se refiere a una justicia de carácter restaurativo y que, en el caso concreto del cine y otros oficios relacionados con las artes escénicas, se da el caso de que los agresores suelen gozar de bastante reconocimiento público en la labor profesional que desempeñan y de un capital económico bastante elevado.
Se estima que del total de casos, tan sólo un diez por ciento han sido denunciados hasta ahora, con el agravante de que algunas veces estas transgresiones de las buenas prácticas se denuncian pasado un tiempo largo, lo cual provoca que exista una posible prescripción del delito. Para Troncoso, muchas veces las víctimas tardan en identificar la situación e inclusive en otras ocasiones no se quiere renunciar al bienestar que les proporciona la continuidad en un determinado puesto de trabajo.
La presidenta de la Acadèmia, Judit Colell, recordó que aunque son las mujeres quienes sufren mayoritariamente este tipo de agresiones, las situaciones de discriminación y acoso igualmente se producen en trabajadores masculinos, quienes asimismo pueden ver perjudicada su carrera.
Y en cuanto a las medidas concretas, la actriz Maria Molins -también vocal de la Junta de la Acadèmia- explicó que se ha establecido un plazo de seis meses para elaborar un protocolo de prevención que incluirá a todos los oficios dentro de las artes escénicas, con el fin de que se trate de forma igual a todas las personas que forman este colectivo profesional. Quienes estén presentes y observen estos actos violentos para la dignidad y estabilidad también pueden dirigirse a este departamento para informar, aunque sean ajenos a la agresión pero se encuentren trabajando en el mismo equipo. El silencio de terceros suele ser también una constante frente a este tipo de vejaciones.
Entre las medidas que ya se encuentran en el borrador de ese protocolo se halla la de impulsar cambios normativos o legislativos para que, por ejemplo, las personas que tengan responsabilidad en un rodaje hayan pasado obligatoriamente por una formación en estos temas y que, a la hora de que la productora correspondiente formalice un contrato, se verifique el hecho de que esa persona no tenga antecedentes penales en materia de abusos.
Los promotores de esta iniciativa también afirman que aproximadamente 150 casos de agresiones cometidas en instituciones públicas y privadas del sector, han sido comunicadas a abogadas, psicólogas y periodistas.
Las personas afectadas pueden solicitar una primera sesión de acogida, totalmente gratuita, presencial o en línea, e inicialmente se pueden dirigir a este servicio de atención a las víctimas, tanto por la vía telefónica o whatsapp (+34 648 526 848) como al correo electrónico abusos@academiadelcinema.cat
El Departamento contra los abusos de la Acadèmia cuenta con un presupuesto inicial de 30.000 euros.
©José Luis García/Cinestel.com