BAFICI 2012: «Accidentes Gloriosos» de Mauro Andrizzi y el arte errático para salvar un mal mayor

Sobre el concepto de los «accidentes gloriosos» le llegaron las primeras referencias a Andrizzi luego de escuchar una entrevista radial con el ya desaparecido cómico norteamericano Spalding Gray en la que definía el mismo como una suerte de mal menor, un accidente que ocurre y que casualmente logra evitar otro mayor.
La idea de esa poética del azar motivó que el realizador se planteara llevar a cabo esta ficción e ideó nueve historias lo suficientemente ricas y variadas como para armar un conjunto que, aunque no está conectado narrativamente a nivel de situaciones y personajes, se caracteriza por tener un mismo trasfondo.
«Accidentes gloriosos» está narrado en off por la actriz Cristina Banegas tanto si se trata de personajes masculinos como femeninos. «Nos parecía más interesante poner la voz en off de una mujer que la de un hombre porque uno está más acostumbrado a escuchar relatos con voces masculinas y la voz de Cristina le da a la película un plus muy importante y posiblemente si la voz hubiese sido de otra actriz hubiera sido otra película. -dice Andrizzi a Cinestel- Para mi sorpresa, ella tenía preparadas cuatro o cinco voces distintas para interpretar cada una de las historias y eso ya me recontraconfirmó lo profesional que es».
– Incluyes algunos efectos visuales. ¿Es para acentuar un poco las fantasías en el espectador?
Sí, exactamente. Los efectos y toda ese imaginario visual están para meter más al espectador en el tono fantástico que tienen las historias y porque, de alguna manera, me interesa mucho que mis películas sean visualmente atractivas aunque me gusta hacer y ver todo tipo de películas y las que tienen menos riqueza visual también me gustan pero estoy en una etapa en la que lo que quiero es construir imágenes que sean complejas y agradables a la vista; que uno no solamente entre en la película por su potencial narrativo sino también por la belleza o la complejidad que puedan tener las imágenes, porque también creo en el feísmo.
Me interesa trabajar imágenes complejas y en capas, con textura, y de hecho el blanco y negro con que están construidas mis dos películas es algo que está muy bien pensado y trabajado.
Inclusive en el primer documental que hice tomando las imágenes de Internet, «Iraqi Short Films», ya de por sí la textura era muy sucia y de muy baja calidad pero también hicimos toda una cantidad de efectos de postproducción para que esa imagen fuera visualmente muy atractiva así que me parece que uno siempre tiene que trabajar con mucha riqueza en la imagen porque tiene que mantener al espectador pendiente por más de una hora tratando de captar su atención y haciendo que pase un buen momento en lo posible.
– «Accidentes gloriosos» parece tener influencias de «Crash» de David Cronenberg. ¿Lo planificaste de esta manera?
Sí, totalmente. Y de Steven Sodelbergh también de quien sacamos un documental que hizo con Spalding Gray en el que hablaban de los accidentes gloriosos.
Respecto a Cronenberg sí que es cierto que queríamos hacer una película que girara en torno a accidentes de coches puramente pero al final decidimos que eso en algún punto iba a a ser demasiado repetitivo y aburrido. Entonces abrirnos a otras opciones que no fueran solamente accidentes automovilísticos sino accidentes de toda naturaleza me pareció una idea superadora y que termina enriqueciendo mucho la estructura final de la película.
Por supuesto que de partida empezamos a vender un poco así la película antes de hacerla, cuando la comentábamos a gente amiga y demás y sobre todo en los veinte primeros minutos de la película hay esa influencia de «Crash» cuando Cronenberg contaba que los accidentes son obras de arte instantáneas que se crean en solo segundos. Después esa influencia se empieza ya a diluir para pasar a otras como David Lynch y una película española que me gustó mucho que es «Finisterre».
Andrizzi conoció en el Festival de Copenhague, una muestra que tiene el coraje de pasar películas difíciles, a Marcus Lindeen, el co-director de este film. Co-financian unos siete proyectos por año siempre que se desarrollen en colaboración con artistas daneses procedentes de distintas disciplinas artísticas, en este caso uno que ellos eligen por afinidad al concepto de trabajo presentado en el texto inicial.
Por motivos de rentabilidad, el rodaje se efectúa en otro país ya que el dinero presupuestado rinde más que en Dinamarca. Lindeen procede del teatro y Andrizzi, quien está acostumbrado a trabajar en equipo, piensa que aportó mucha riqueza al resultado final.
Su siguiente largometraje partirá desde las propuestas de producción del Festival de Torino (Italia).
©José Luis García/Cinestel.com