BAFICI 2012: «Cassandra» de Inés de Oliveira Cézar; la mirada subjetiva del periodismo
Agustina Muñoz, Alan Pauls y Edgardo Cozarinsky encabezan el elenco de este viaje profundo que intenta salvar las distancias entre lo que creemos que estamos viendo y lo que realmente otros perciben en una misma situación. A ello se añade la inexperiencia de Cassandra quien justamente está iniciando su construcción profesional como periodista.
Inés de Oliveira, quien en sus anteriores trabajos nos hablaba sobre tragedias griegas, nos ofrece un semidocumental en el que lo que importa es lo que no se dice porque la narración pausada nos transmite también preguntas sobre las dudas.
La realizadora respondió a las preguntas de Cinestel:
– En «Cassandra» combinas ficción y documental bajo un trasfondo periodístico. ¿Cuál fue la idea central que deseabas transmitir?
Un poco la tensión o la dificultad que se presenta entre la información como es dada y como la comunican los medios y la realidad de cuando uno está ahí y ve lo que está pasando.
Entonces yo quería trabajar justamente esa línea de tensión y por eso también elegí un personaje encarnado por una chica que es muy joven y que todavía tiene cierta inocencia, se acaba de recibir (licenciar), va a buscar su primer trabajo y va a hacer una nota a un lugar que es muy difícil y cuando ella llega allí hay algo que le empieza a suceder donde ella necesita transmitir las cosas de una manera que para un medio masivo de comunicación no tiene interés.
– Y en esa búsqueda de la verdad, como se trata siempre de algo subjetivo, siempre te puedes encontrar con elementos distintos a lo que veías en un principio.
Eso es lo que plantea la película, porque ella antes de irse a hacer la nota (entrevista) hace todo un research, acude a libros, estadísticas, datos, a un montón de cosas y luego, cuando llega al lugar se da cuenta de que todo eso que ella había investigado, que en los papeles parecía de una determinada manera, estando ahí no es así y que el conflicto que hay en ese lugar no es de fácil solución porque se arrastra desde hace años y no se va a solucionar de una manera rápida ni sencilla.
El tema es cómo transmitir esto en una nota periodística.
– También quisiste hacer una mezcla de géneros dentro de la película. ¿Por qué te decantaste por este caleidoscopio?
Tiene que ver con el personaje porque ella hace un research y esta es una buena escusa para poder incluir todos los materiales de un research dentro de la película misma sin que esto se sienta como algo arbitrario. Entonces, como hay una línea de ficción que es lo que le va pasando a ella, todas las fotografías, cosas de archivo o bibliografías van entrando en la película y van acompañando la línea de las visiones que ella va teniendo después de la frustración que va experimentando cuando llega al lugar y se va encontrando con una realidad que no tiene nada que ver con todas las citas y los materiales bibliográficos a los que ya acudió.
– En «Cassandra» la voz en off del editor, encarnado por Alan Pauls, va ganando terreno a medida que avanza la película.
Sí, porque va marcando una relación epistolar, se podría decir, ya que ella se va y todo lo que él recibe de ella es por mail, por escrito. Osea, que él va recibiendo unas notas pero también va viendo como ella cada vez más se desplaza del objetivo planteado.
Ya antes de salir, el editor le dice que no use la primera persona y le da una cantidad de indicaciones como que busque historias de vida, y ella a medida que va transcurriendo su viaje allá en Chaco cada vez va mandando notas que son más extrañas o que están más alejadas del objetivo que le había planteado el editor que la contrató.
Entonces, la voz de él justamente da cuenta de las notas que llegan de ella y ese es el modo de enterarnos de lo que escribe.
En la película uno ve que escucha determinados testimonios o que llega a la toma de Castelli de una manera objetiva pero de lo que ella le pasa a partir de eso, con su subjetividad, solo nos podemos enterar a través de las notas que manda. Lo que explica por escrito es lo que ella siente, no lo que uno ve que pasa.
– Comentaste en la presentación del BAFICI que habías tenido problemas con las locaciones elegidas. ¿Cuáles fueron esos problemas?
Nosotros fuimos a hacer un scouting en 2010, cuando todavía no estaba escrito el guión, y necesitaba conformar algunos pensamientos y algunas intuiciones que yo tenía en relación a lo que estaba pasando ahí.
En esos momentos nosotros dimos con algunas locaciones y personas que estaban dispuestos a participar en la película. El tema es que cuando nosotros volvimos, ahí el clima es bastante impredecible, si bien bajamos en la época en la que se suponía que no se iba a inundar porque estaba anunciada sequía, igual llovió y no se podía transitar porque estaba arcilloso y entonces hubo algunas locaciones a las que nosotros queríamos llegar y que no pudimos, por ejemplo porque no se podría transitar.
Luego, muchas de las personas que habíamos visto ahí y que viven en los pueblos originarios en la zona de Impenetrable, cuando volvimos a buscarlos ya no estaban más ahí y nadie sabía dónde estaban. Básicamente los problemas fueron de esa índole pero también porque el lugar es bastante complicado de llegar y también la gente se va moviendo, no tienen una residencia fija, viven en viviendas que son transitorias.
Precisamente Inés de Oliveira Cézar está filmando ahora un documental codirigido con Rosario Cervio, su asistente en «Cassandra», que trata sobre el tema del nomadismo en la modernidad porque es algo que está en extinción pero todavía quedan lugares como Mongolia donde todavía sigue siendo la forma de vida.
Igualmente está escribiendo otra ficción sobre la que nos dará detalles más adelante.
©Cristian Sáez/José Luis García/Cinestel.com