Barcelona: Terry Gilliam presentó su retrospectiva en la Filmoteca

Ha tocado tantas facetas distintas que casi le podríamos llamar sin ningún problema «El hombre orquesta del cine». Y es que Terry Gilliam es al mismo tiempo un ilustrador, guionista, animador, actor, director (de cine y de ópera), comediante y productor, que ha sabido conectar con grandes sectores del público cinéfilo.
También es el único «Phyton» (de los Monthy Phyton) que no nació en la Gran Bretaña, aunque se convirtió en británico en 1968 y renunció formalmente a su ciudadanía estadounidense de origen en 2006.
Precisamente fue la desintegración de ese grupo de comediantes británicos lo que le animó a emprender su carrera en el cine, aplicando un estilo que, como no podría ser de otra manera, explora básicamente el tema de la imaginación y su importancia para la vida. La Filmoteca de Catalunya presenta el ciclo «Terry Gilliam, un visionari quixotesc».
El cine de Gilliam busca no dejar indiferente al espectador y a través de algunos de sus personajes igualmente expresa su oposición a la burocracia y al autoritarismo, al tiempo que no esconde su predilección por aquellos protagonistas o secundarios que lideran o se enfrentan a situaciones oscuras o paranoicas.
Y los finales sorpresa también suelen están presentes en su cine, con guiones que él mismo acostumbra a escribir procurando añadirles cuando puede algunos toques de comedia negra y tragicomedia.
Cuando en la Filmoteca de Catalunya le pidieron en la rueda de prensa de presentación del ciclo que dijera qué películas propias recomendaría, Terry Gilliam reconoció que él nunca ve sus filmes una vez que la postproducción se ha acabado. Y sobre el tema de la incorporación de Netflix en el sistema de exhibición de films y el debate alrededor de los premios recibidos por «Roma», contó que va a producir la serie televisiva «Time Bandits» para una plataforma de este tipo y que los Oscars de Hollywood no le interesan, sino que lo que le importa es que las películas que ve estén bien contadas.
El Gilliam quijotesco
Tras un primer intento influctuoso de completar la filmación de «The Man Who Killed Don Quixote» en 1999, cuando una hernia discal del actor protagonista de la película, Jean Rochefort, dio al traste con todo el proyecto, el proyecto consiguió ser reanudado y presentado en Cannes en 2018, superando así las consecuencias de una demanda de la aseguradora del primer intento fallido, quienes reclamaban el pago de 15 millones de dólares.
Gilliam dijo en Barcelona que aunque hay mucha gente que se piensa que él se ha pasado 30 años fingiendo ser Don Quijote, eso no es cierto y que para hacer una película sobre ese personaje hay que estar un poco loco como él. Y asimismo criticó que el filme se esté estrenando a cuentagotas en diversos países.
«Brasil» (1985)
El cineasta también fue preguntado por uno de sus films más emblemáticos: «Brasil» (1985), una historia de ciencia ficción inspirada en el libro 1984 de George Orwell, que posee fuertes similitudes de fondo con lo que está sucediendo en esta segunda década del siglo XXI.
La película forma parte de la Trilogía de la Imaginación escrita por Terry William sobre «las edades del hombre». El director explicó al respecto en la Filmoteca de Catalunya que cuando rodó este relato lo hizo en base a la visión que él tenía sobre el mundo en aquel entonces. «El hecho de que el mundo se parezca cada vez más a aquello, no es culpa mía» -apostilló-.
Aseguró asimismo que «El rey pescador» (1991) fue la película más fácil de hacer de todas, con cuatro o cinco grandes actores, muy pocos efectos especiales y su único guión de cine que no ha escrito él porque se lo confió a Richard LaGravenese.
Los personajes y sus realidades paralelas
Cuando Terry Gilliam fue preguntado acerca de que parece que sus personajes no se adaptan a la realidad, respondió que la imaginación es esencial para poder estar en este mundo. Él no se cree la versión sobre la actualidad que están dando los medios de comunicación, y en ese sentido aclaró que él nació en una localidad del campo en los Estados Unidos donde todavía no existía la televisión, pero sí que se podía disfrutar de la radio como única influencia exterior, medio que se reveló fundamental en su inicial interés en el tema de la imaginación junto con los libros.
Campo, radioescucha y lectura son los factores a los que él atribuye su optimismo, sobre el que dice que hoy en día tan sólo lo mantiene los lunes.
Los proyectos actuales
Aunque afirma que se ve ya muy viejo, Gilliam reconoce que todavía le quedan un par de películas como mínimo para añadir a su filmografía. «Me encantan las películas. Odio las películas. La vida es muy complicada», concluye en la Filmoteca de Catalunya.
©José Luis García/Cinestel.com

Esteve Riambau, director de la Filmoteca, y Terry Gilliam