«Alabama Monroe» de Felix van Groeningen; amor, música y ruina

Estreno en España.
«The broken circle breakdown» fue el título original de este film rodado en Bélgica que es una bellísima historia de amor de una pareja a quienes les une su interés por el Bluegrass, un género musical derivado de la música folclórica estadounidense. Tras un embarazo inesperado, nace una niña que es la alegría de la familia pero que por un infortunio en poco tiempo padece una grave enfermedad sobre la que tiene que ser tratada. Ambos no están dispuestos a que se rompa este círculo completo de felicidad y luchan juntos por la vida de su hija Maybelle. El film es una mezcla de esta historia personal, el entusiasmo ciego por la música, y la adversidad.
«Alabama Monroe» es la adaptación de una obra de teatro musical que por su desarrollo acaba mostrando los conflictos entre la religión y la razón. Felix van Groeningen eligió un método para mostrarla que está compuesto de algunos flashbacks y, a través de esa alteración en los tiempos, busca en unos casos que confirmemos nuestras conjeturas sobre el avance de la película y en otros que nos sorprendamos poniendo mayor atención a los detalles.
Claro que puede decirse que parece una película predestinada e inclusive pensada para ser nominada al Oscar a la mejor película extranjera, como así ha sido, por su afinidad a ciertos conceptos de vida y de diversión genuinos de los Estados Unidos, pero también es cierto que se pueden encontrar fanáticos de casi todo en todas partes y que es perfectamente posible que se hubieran conocido los protagonistas en un local de conciertos musicales de ese tipo en cualquier punto del planeta. Tal vez lo que ha hecho que este filme sólo haya logrado premios del público en numerosos festivales y no otros galardones, sea que el director se haya dedicado a abstraer la realidad de lo que relata la película sin tener en cuenta que la comunidad que los rodea es muy diferente. Salvo en las escenas tomadas en el hospital con la convalecencia de la niña, nunca veremos que los personajes se relacionen con alguien que no tenga que ver con esa música o con las actuaciones. ¿Un efecto de la adaptación teatral, quizá?
Los protagonistas son Elise y Didier, pero artísticamente acaban siendo Alabama y Monroe. Ella tiene su propia tienda de tatuajes y él toca el banjo en una banda. Su amor es a primera vista y, como suele ocurrir, son muy diferentes sobre todo en el carácter. Didier es un tipo al que le gusta hablar, agnóstico convencido, y también un romántico ingenuo. Elise parece estar mucho más asentada en sus creencias, sabe escuchar y tiene una visión más abierta sobre las cosas que cree comprender. Por desgracia, la niña enferma gravemente cuando tiene 6 años de edad y ambos padres responden de manera distinta ante ese espinoso problema. A partir de ahí, todo se convierte en un intenso melodrama al tener que procurar la salvación de Maybelle.
«Alabama Monroe» es una película que va directa a las emociones del espectador y que reflexiona sobre cómo aceptar una difícil enfermedad en una hija y el dolor que eso provoca en los progenitores hasta el punto de tener que poner todo boca arriba y replantearse muchas cosas. Hay quien se refugia en la fe religiosa para intentar superarlo, pero de igual manera están los que buscan contraponer esos dogmas y achacarlo a ciertos retrasos en la puesta en práctica de algunos avances científicos previamente anunciados. Sobresale en la película la diferencia de puntos de vista entre cuando todo va bien y cuando un acontecimiento imprevisto te destroza la vida por dentro. La cinta es el cuarto largometraje del director belga y fue masivamente seguida por espectadores de Bégica y Holanda tras su estreno.
©José Luis García/Cinestel.com