Christopher Murray habla sobre su película «El Cristo Ciego»

Sección Oficial Venecia
“El Cristo Ciego” es una película sobre religión y pobreza. Me interesaba reflexionar sobre cómo la fe religiosa llena las carencias personales y sociales como una forma de supervivencia para el hombre. Por ello, la historia de Rafael es un viaje íntimo sobre el nacimiento de un mito religioso y el contexto social de necesidad que lo rodea.
Esta historia sucede en el desértico Norte de Chile. Un lugar de desarraigo, soledad, inestabilidad laboral, pobreza material, malas condiciones laborales, altos niveles de prostitución y alcoholismo. Todo esto como resultado de empresas que injusta e históricamente han explotado los recursos minerales, sin que la riqueza extraída pueda ser aprovechada por las comunidades locales.
En ese contexto es donde quise situar a Rafael. Un hombre que sumergido en la carencia material, vive también la carencia familiar y personal.
Un hombre solitario, hijo de una familia destruida por la muerte de su madre, a cargo de un padre alcohólico y víctima de un pueblo desencantado. Su convicción religiosa es una forma de sostenerse y sostener a los que lo rodean con una palabra de esperanza. Su búsqueda por un milagro es tratar de probar que las cosas se pueden cambiar y que Dios no los ha abandonado. De esa convicción se apropiarán las personas para llenar sus vacíos.
¿Por qué Dios no habla, no se expresa, no actúa, no acompaña? Sólo escuchamos instituciones y personas hablando de viejas historias, mientras en el presente la realidad se muestra miserable. Si Dios existe, ¿por qué no dice nada? La película oscila entre el conflicto social terrenal y el conflicto existencial, por ello me interesó trabajar una puesta en escena que haga sentir el vértigo entre esos extremos.

Christopher Murray
El desierto como locación hace referencia a los grandes mitos bíblicos, pero es contrastado con el problema social contemporáneo en Chile. Para reforzar eso hubo un casting con habitantes reales de la zona. La película juega entre los grandes planos que capturan la majestuosidad divina del desierto con planos cerrados que rescatan las texturas de los rostros y objetos que caracterizan el paisaje social del norte del Chile. En la propuesta sonora, también hay grandes planos sonoros que potencian el silencio contemplativo y primeros planos sonoros con los ruidos propios de mundo objetual del lugar. En términos de montaje, las parábolas que Rafael cuenta durante el relato van confundiéndose con la historia real. Los límites entre los relatos religiosos y la historia real de Rafael lentamente se difuminan, creando un espacio donde todo se vuelve mito.
“El Cristo Ciego” propone una reflexión social y espiritual profunda, un viaje emocional junto a un personaje sugerente y una puesta en escena arriesgada situada en una locación sobrecogedora. Por todo ello confío que esta historia tiene el potencial de atraer a un público internacional amplio. Quise hacer esta película, pues estoy convencido que al cuestionar el fenómeno religioso, se pueden descubrir los conflictos sociales universales del pasado y presente. Aquellos desiertos que han marcado nuestra humanidad.
*Christopher Murray es titulado como Director Audiovisual por la Universidad Católica de Chile y uno de los creadores de MAFI, una plataforma web que reúne a diversos realizadores con el objetivo de crear un mapa fílmico del país. En 2014 opera como director general de “Propaganda” (ganador de Visions du Reel 2014). “El Cristo ciego”, proyecto ganador de CORFO que compitió en la Sección Oficial de la 73 Mostra de Venecia 2016, es su tercer largometraje.
«El Cristo Ciego» cuenta la historia de Rafael, un habitante más de un pueblo recóndito del desierto chileno, quien a sus 30 años cree que es Cristo. De pronto decide abandonar a su humillante padre alcohólico y emprender una peregrinación que le permita realizar su primer milagro. (fmr/cinestel.com)