Ventura Pons hace historia en Cataluña con los Cinemes Texas

El cineasta Ventura Pons acaba de dar un paso de gran importancia para el cine en Cataluña con la apertura de un complejo de cuatro salas de exhibición en la sede del antiguo cine Texas de Barcelona que ha sido restaurado por completo tras llevar más de un año cerrado. Los Cinemes Texas proyectarán películas de reestreno, esos filmes que o bien nos los hemos perdido cuando se han estrenado, o bien nos han impactado o emocionado tanto que queremos volver a verlos de nuevo desde la siempre preferible experiencia de una sala cinematográfica. Por supuesto que además de las cintas en catalán y castellano, se podrán recuperar películas en otros idiomas con el gran acierto de haberlas subtitulado en el idioma propio de Cataluña.
Parecía mentira que tras más de 30 años de políticas de normalización lingüística, todavía no se dispusiera al menos en Barcelona y en su área metropolitana de la posibilidad de visionar cine con subtítulos en catalán. Pons corrige ese inexplicable retraso y es el único concepto por el que ha recibido alguna ayuda oficial, ya que el grueso total de la inversión que ronda los 350.000 euros se ha acometido por iniciativa privada, la de su empresa Els Films de la Rambla y la de otros socios que con aportaciones minoritarias de capital acumulan el 20% del total.
El proyecto es particularmente interesante a causa de que conjuga el valor que tenían los desaparecidos cines de reestreno que existían en las barriadas de las grandes ciudades y en otros núcleos de población, con esta práctica más actual de reunir diferentes salas en un mismo espacio, lo que comúnmente llamamos las multisalas. Con ello gana el espectador porque puede acudir con la familia o los amigos, entrar en la sala de la película que cada uno quiera ver, y volver a reunirse a la salida. Así de sencillo y así de práctico.
Para que eso sea posible, Ventura Pons se ha rodeado de un equipazo de primera categoría encabezado por el programador Ricard Almazán que proviene de los cines Verdi, junto con la conocida y estimada por la profesión relaciones públicas y encargada de prensa Àngels Gelabert, y otros empleados de cines que recién han cerrado como el Alexandra.
Con el manifiesto objetivo de devolver el público a las salas, se ha optado por el cine de reestreno no solo para ofrecer una apuesta diferente sino también para no hacer la competencia a ninguna cadena exhibidora, al tiempo de que se da una segunda oportunidad a los buenos títulos, en especial a los que pasan volando y no los puedes volver a ver en un cine, y a los producidos en Cataluña y España que, por cierto, van a ser proyectados con subtítulos en inglés en atención a los residentes fijos o temporales de diversas procedencias internacionales que quieran acercarse al cine autóctono.
Las compañías distribuidoras, tanto independientes como majors, han mostrado a Ventura Pons una excelente acogida para esta apasionante aventura, ya que han entendido el valor económico añadido que esta propuesta les puede dar. Al tratarse de películas anteriormente estrenadas, el precio de venta de cada entrada se ha fijado en 3 euros, una cantidad muy asequible que se mantendrá todos los días de la semana, con un tratamiento especial de lunes a jueves para mayores de 65 años y menores de 18 que obtendrán un descuento sobre la tarifa general. Los miembros de algunas asociaciones culturales también dispondrán de este beneficio económico.
En la presentación a los medios pudimos comprobar la calidad de la exhibición, tanto visual como de sonido. Las cuatro salas están equipadas con proyección digital, aunque una de ellas conserva un proyector de 35 mm para poder mostrar copias en celuloide. Las pantallas, 540 butacas, moquetas y vestíbulos son completamente nuevos y se ha cuidado tanto el confort como la visibilidad. Las cuatro salas tienen un nombre dedicado a la memoria de grandes de la profesión como son Néstor Almendros, Bigas Luna, Rovira Beleta y José Luis Guarner. Los Cinemes Texas renuncian a vender palomitas (choclos), primero porque según Ventura Pons «al cine no se va a comer sino a disfrutar de las películas» y segundo porque parece que la salida de humos del horno eléctrico planteaba quejas de los vecinos del edificio contiguo. No obstante, en breve es muy posible que aparezcan algunas máquinas de vending para adquirir algunos otros productos y bebida.
Pons ha hecho historia con la recuperación de estos cines en una barriada barcelonesa tan popular como la de Gràcia, donde él nació y vivió hasta los 25 años y que fue marco del rodaje de su comedia «Any de Gràcia» (2011) en la que Rosa María Sardà interpretaba a una vieja malcarada. El realizador ha conseguido hacer ver la importancia de la versión original subtitulada frente a unos políticos que hasta ahora parece que estaban más preocupados por ese doblaje que subvierte las obras cinematográficas. Una vez que se hayan subtitulado en catalán las copias y utilizado las cintas en los Texas, serán entregadas a la Dirección General de Política Lingüística de la Generalitat de Catalunya y a las distribuidoras propietarias de los derechos de exhibición con el fin de que puedan ser reutilizadas en otras salas del territorio.
©José Luis García/Cinestel.com