Entrevista a Matilde Michanie sobre “Cómo decirte que te quiero”
Estreno en Buenos Aires
La Doctora en Psicología Social argentina Carolina Escudero vive con su familia en Barcelona, desde donde hace tiempo que investiga los casos de miles de bebés que fueron robados a sus madres al nacer, unos crímenes que ocurrieron entre 1938 y 1996, es decir, tanto durante la dictadura franquista como hasta veinte años después, ya en democracia.
Una antigua amiga suya, la directora Matilde Michanie, conoce este hecho a través de ella y en “Cómo decirte que te quiero” se propone compartir el relato de una búsqueda conmovedora por llegar a la verdad y conseguir justicia.
El primer paso fue visitar a algunas de las víctimas agrupadas en la Asociación S.O.S. Bebés Robados Catalunya y empezar a conocer poco a poco a quienes más tarde estarían dispuestos a ponerse frente a la cámara para dar su testimonio y ofrecer pruebas de lo que pasó.
La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (ANADIR) estima en unos 300.000 los recién nacidos que fueron sustraídos en todo el territorio español a sus madres y que posteriormente fueron inscritos ilegalmente como hijos biológicos de las familias receptoras.
En Catalunya, el 18 de diciembre de 2020 se aprobó la Ley de Desaparición Forzada de Menores que pretendía investigar todo lo ocurrido, pero a fecha de hoy todavía no ha sido dotada de presupuesto, lo cual impide su puesta en práctica. Mientras tanto, la asociación de afectados catalanes prosigue con su campaña permanente “Te Estamos Buscando”, en paralelo a toda esa continua postergación y la indiferencia y el silencio de los humanos más comunes y diversos que pululan por las calles de cualquier lugar.
La directora responde las preguntas de Cinestel:
– En la película muestras a unas estudiantes de periodismo de la Universidad de Missouri en un Seminario sobre las consecuencias de franquismo. Ellas son de los Estados Unidos y tal vez en la Universidad de Barcelona podría no haber tanto interés por abordar este problema tan cercano. ¿No es así?
Para nosotros eso es muy llamativo, porque en el caso de los argentinos, con todo lo que vivimos con la dictadura y todo lo que sucedió después, estas cuestiones son muy cercanas. Puede haber gente que no esté de acuerdo con ello, pero el tema siempre está presente en la sociedad argentina. Sin embargo, desde acá nos resulta extraña toda esta cuestión de no revisar el franquismo que ocurre en España. A mí eso me sorprende mucho.
– Y el franquismo terminó, pero la Fiscalía (abogacía del Estado) sigue negando la oportunidad de poder esclarecer estos temas, sin posibilidad de ir más allá en la lucha de estas mujeres que inclusive tenían terror a volver a quedarse embarazadas. ¿Cómo ves esa actitud?
Es que hay casos que son de la época del franquismo y muchos más que son posteriores a la dictadura española. Eso también es sorprendente y creo que debe de ser una consecuencia de cómo funcionaba toda la administración pública y la justicia en España, que se ve que duró décadas, la falta de rigurosidad en la documentación y después todos estos casos, que en 2011 comienzan a tener conocimiento público, no son tomados en cuenta. A estas víctimas, sean del lugar que sean, de Madrid, de Catalunya, de Valencia, de donde sea, no se les presta atención. No se les cree. Y sí, la apatía de la sociedad hace más difícil la situación para ellas.
– ¿Quieres decir que entonces no sabemos vernos a nosotros mismos como grupo, y que prima la individualidad y la falta de visión de conjunto?
Quizá vos me sabrías decir mejor, pero yo pienso que esos cuarenta años de franquismo fracturaron mucho la sociedad española y, tal vez porque no se hizo un proceso de reparación, memoria activa y reconocimiento, no se logró reconvertir a la sociedad de un manera más solidaria entre la gente.
– Sí que se conoce que hubo casos de hijos confirmados como bebés robados. ¿Intentaste localizar a alguno de ellos para el documental?
Yo desde el principio quise circunscribirme a estas historias íntimas de las víctimas. Obviamente, esa otra información llegó a mí y establecimos contacto con algunos que querían hablar, otros no, pero yo lo hice como parte del proceso de investigación. Para mí esta primera parte, este documental, sólo tenía que ver con el reconocimiento de estas víctimas, que a su vez replican a las víctimas de toda España, pues aunque el documental está centrado en Catalunya, esto sucedió igualmente en todo el territorio español.
– En Argentina, por ejemplo, este problema no está resuelto, pero sí se dieron grandes pasos en esa dirección, sobre todo por parte de la Legislatura porteña, como ya se pudo ver en el film “Nacidos vivos” de Alejandra Perdomo. ¿En Argentina las posibles soluciones a este mismo problema avanzaron mejor que en España?
Claro, lo que pasa es que acá, a partir de las acciones de las Abuelas, tenés un Banco Nacional de ADN, así que es otra situación distinta. En España ni siquiera lo hay; si tuvieras que enviar algo a la Fiscalía de Madrid, no hay seguridad. Es decir, te ves obligado a hacer eso de manera privada, lo cual implica todo un gasto para contratar abogado, sobre el que la mayoría de ellos no tiene esa posibilidad.
– Hay que pensar que el problema que expone “Cómo decirte que te quiero” no es sólo del pasado, sino que hoy todavía existe y no acaba con el visionado del documental. ¿Eso nos tendría que hacer reflexionar?
Sí claro, y por eso mostramos esas placas al final con el reconocimiento -ahora- de los crímenes del franquismo. Y más allá de que el Parlamento catalán votó una ley de reparación, no dota a esa ley de presupuesto y por tanto no la han podido ejecutar, por lo que hasta ahora no sirve para nada. Eso nos muestra que el problema sigue vigente, y lo dicen las propias víctimas, la situación no se ha solucionado y no hay ningún interés para que eso sea así departe de la justicia, de los políticos, y también eso replica en la sociedad para que esto se revea y suceda lo que tiene que suceder.
Es un tema completamente abierto y para mí, si no hay una participación activa de la sociedad, es muy difícil que se pueda solucionar. Comentaba con ellos lo difícil que es sostener una lucha así cuando tenés tan pocos apoyos, y que los que hay vengan de afuera pero no de tu propio país. Ellos de alguna manera saben que no van a ver el resultado de esta lucha. Tal vez la vean sus hijos o sus nietos.
– Para mí es muy importante y significativa la elección que hiciste de que a la hora de mostrar imágenes del Parlamento de Catalunya, lo hicieras con las salas y los pasillos vacíos o casi sin gente, con esas estatuas a pie de escalera como esperando eternamente que pase algo que nunca sucede. ¿Quisiste así mostrar su inoperancia con respecto al tema que trata el documental?
Ahí yo me plantee hacer algo sencillo, pequeño y que conmoviera, porque creo que a partir de esa “conmoción”, emoción y reconocimiento, estés donde estés hay una posibilidad de que esas víctimas sean tenidas en cuenta.
Vos viste que el documental es simple y tampoco quise apelar a material de archivo, sino que quise hacerlo así, como una matriz, porque me parecía que era lo más efectivo para el momento y para el tema.
– ¿Y sopesaste distintas opciones sobre cómo llamar al documental, por ejemplo, ‘Te estamos buscando’, que es el lema de la asociación?
Es que si yo ponía ‘Te estamos buscando’, era repetir el lema de la campaña a nivel nacional y yo no quería repetir eso. Para mí el “Cómo decirte que te quiero”, -después descubrí que también había una canción con ese título-, es una manera de decirle a esa madre cómo llegar a ese hijo que sabe que existe, pero no sabe donde está, ni sabe quién es; y cómo le puede decir eso, que lo quiere, que siempre lo quiso y que nunca lo quiso dar, sino que simplemente se lo quitaron; porque hay algo también que es muy importante y es que las familias no es que buscan dinero como reparación económica, al contrario, buscan sobre todo la conexión con ese hijo que saben que en algún lugar está.
©José Luis García/Cinestel.com