Con “France”, Cinemes Girona celebró la Noche del Cine Europeo

Europa Cinemas escoge cada año 75 salas de cine dentro de su área para celebrar en ellas la Noche del Cine Europeo con el público. Uno de esos espacios de exhibición fue los Cinemes Girona de Barcelona, donde en pleno acueducto festivo laboral de diciembre, el viernes 9 tuvo lugar la proyección de una película de entre las lanzadas en estos dos últimos años, la cual fue elegida nada menos que por el cineasta catalán Albert Serra. Se trata de “France”, la más reciente producción de Bruno Dumont que fue estrenada en el Festival de Cannes, pero que al mismo tiempo sus derechos de distribución nunca fueron adquiridos por alguna compañía española, algo que se hace extraño porque prácticamente toda la filmografía de este interesante y muchas veces irreverente director francés, se ha visto en las salas del territorio español. Quedan las plataformas de pago por visión, pero está claro que no es lo mismo.
Ese aparente desatino de las distribuidoras españolas es poco concebible en una película como ésta, sobre la cual se puede decir que probablemente sea la que pretende conectar con mayores sectores de público, pues Dumont es un cineasta al que le gusta cargar de una fuerte ironía a la mayoría de relatos que lleva a la pantalla y aquí se nos presenta con un tema que quizá sea más reconocible y cercano al día a día de los espectadores. Sus guiones son a menudo objeto de controversia entre los críticos y cinéfilos, así que sus filmes forman parte de esas historias que o son recibidas con agrado o son rechazadas por quienes no entienden sus numerosas entrelíneas.
“France” narra las vicisitudes de una popular periodista, encarnada en una formidable actuación por la actriz Léa Seydoux, a partir de un accidente automovilístico que cambia su vida, al tiempo que pone su foco de atención en los numerosos altibajos que le acechan por la forma tramposa en la que desarrolla su profesión informativa: frecuentes manipulaciones de noticias, con numerosas elucubraciones y el uso de falsos recursos emocionales para finalizar algunas de sus mini-crónicas de reportaje.
Obviamente, el nombre de esta protagonista tóxica y narcisista es un epónimo, pues se llama France De Meurs, lo cual tal vez sea un intento de Dumont de traducir a través de ella algunos de los problemas que él ve en la sociedad francesa de nuestros días. Ella vive con su hijo y con su pareja, un escritor en apuros económicos con quien mantiene una relación muy poco fluida.
Serra hacía hincapié en los Cinemes Girona sobre una calculada ambigüedad que hay en la película, con personajes que no sabes si están al borde de la caricatura, y asimismo reconocía que la prensa televisiva actual probablemente no esté tan alejada del cine en lo que tiene que ver con sus formas de presentarse ante el público. Según él, “el tono de la película es bastante interesante porque no sabes nunca hasta qué punto no hay esperanza, pues es una crítica absoluta, sin contemplaciones y sin ningún matiz, de todo lo que representa la prensa dentro del mundo contemporáneo”.
A Serra le fascina cómo el cine puede tratar las jerarquías, inclusive si se muestra a escala más baja que lo que sería el entorno de los más pudientes económicamente, y asume que sus propias películas inciden en el hecho de que a veces se crean unos códigos de comportamiento entre las personas que son difíciles de transgredir, también en el terreno de las intimidades, algo que “France” comparte y que fue otro de los motivos por los cuales la eligió para esta Noche del Cine Europeo.
El cineasta catalán sostuvo en la entrevista que celebró en la sala con el periodista Pere Vall Karsunke que le interesa mucho más ver cómo son entendidas las películas por quienes escriben sobre ellas, que el simple hecho de verlas sin más. Y es que Albert Serra opina que el capital humano es lo que mueve el cine, al mismo tiempo que remarca que no le interesan los premios. Su más reciente filme, “Pacifiction”, fue pre-estrenado en la sede de Madrid de la Academia de Cine española, donde Serra considera que “los Goya son una empresa privada. (…) La calidad artística no parece que les interese demasiado, -se lamenta-, e intentan crear un modelo, desde mi punto de vista, falso, de lo que es una industria que ya no existe y que ni siquiera está conectada al cine europeo porque las coproducciones con Europa es algo que todavía les queda muy lejos”.
Con esta sesión tan especial, Cinemes Girona corona un año marcado por el Premio Pepón Coromina de la Acadèmia del Cinema Català, otorgado “en reconocimiento al riesgo y a la apuesta que implica mantener vivo un cine de barrio y convertirlo en un espacio diverso y acogedor donde conviven un gran abanico de iniciativas, miradas diversas y las comunidades diferentes, interpeladas por una programación pensada con la idea de que el acto de crear no está completo si no se comparte”. El Jurado quiso destacar también “la voluntad de Cinemes Girona de ser un espacio de encuentro para el sector, una casa que los profesionales de nuestro cine saben que tienen, sea cual sea el momento de su trayectoria, cuando ya son creadores y creadoras consolidados, pero también cuando están dando sus primeros pasos”.
©José Luis García/Cinestel.com