«La Historia Oficial» de Luis Puenzo vuelve restaurada a los cines

La flamante ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1986, «La Historia Oficial», del cineasta argentino Luis Puenzo, regresó ahora a las salas de cine de su país con las nuevas posibilidades tecnológicas puestas al día. Imagen restaurada 4K y sonido estereofónico 5.1 se han habilitado para completar nuevas copias digitales de alta calidad. Aquella no fue la primera vez que la Argentina optaba a tan valorado premio. Sólo un año antes, María Luisa Bemberg había logrado que su gran filme «Camila» estuviera como finalista, una obra también histórico-dramática que protagonizaban Susú Pecoraro, Imanol Arias y Héctor Alterio. En 1975, una década antes del triunfo de Puenzo, fue Sergio Renán quien lo pudo intentar gracias a su largo «La Tregua», pero los académicos de Hollywood en aquella ocasión prefirieron dárselo al film «Amarcord» con un Federico Fellini que estaba ausente de la ceremonia.
La premiación de «La Historia Oficial» fue todo un hito que hoy mucha gente recuerda.
Norma Aleandro, Héctor Alterio y otros como Chunchuna Villafañe y Hugo Arana, protagonizaron «La Historia Oficial», una película cuyo relato transcurría durante la última dictadura cívico militar, y que tiene que ver con el tema de las adopciones de hijos de los desaparecidos por parte de miembros o personas cercanas al ejército.
Hubo en Buenos Aires antes del reestreno una presentación de la copia restaurada en la que Norma Aleandro recordaba que «lo más triste de esta película es que es una historia basada en actitudes que ocurrieron en la realidad, que desgraciadamente sigue siendo un filme que es testimonio de una época, de un momento que no se ha terminado, y fue una gran cosa poder hacerla en un momento que no era fácil y que teníamos miedo, pero por suerte la hicimos y yo me lo tomé como un deber de ciudadana, más que como el de una actriz».
Con la restauración el resultado gana en todos los sentidos. «La película es exactamente como era, -aseguró Luis Puenzo-, tiene exactamente todo lo que tenía. No tocamos una coma de los diálogos ni ningún fotograma, aunque obviamente tuve la tentación, pero rápidamente me di cuenta de que era una tontería de parte mía y me controlé. La película es la que es, creo que dice lo que tiene que decir, suscribo cada palabra aunque haya algunas de ellas que sean discutibles y se discutieran mucho en otras épocas».
El cineasta también habló de la implicación de las Abuelas de Plaza de Mayo para con «La Historia Oficial», donde inclusive las fotografías de los carteles que aparecen son de auténticos desaparecidos. Como se rodó en 1983, en ese año todavía no se conocían ciertas cosas: «Sabíamos que había criaturas desaparecidas, pero desconocíamos cómo eran los procedimientos, -contaba Puenzo-, al punto de que no alcanzamos a imaginarnos que esas mamás pudieran dar a luz en los centros clandestinos de detención. Nosotros lo rodamos en un hospital, porque era lo que alcanzaba nuestra imaginación. No imaginábamos que eso podía ser más atroz todavía».
Aleandro puso además el énfasis en algunos asuntos importantes: el de la Memoria, la circunstancia de que los argentinos de hasta 35-40 años que la puedan ver ahora no vivieron directamente aquella época, y su descontento con que haya personas de más edad que «no es que no sepan lo que ocurrió, sino que no lo quieren saber». Igualmente, con respecto a los nietos todavía no identificados, pidió seguir buscando y reparando el desastre que sucedió y que la gente joven vaya a verla para que conozcan esta etapa tan oscura de su Nación cuyo origen, el golpe militar, sucedió justo cuarenta años antes del día del reestreno de la copia remasterizada.
Tanto al poco de iniciada la película como también al final, se escucha esta recordada estrofa en una canción interpretada por María Elena Walsh: “En el país de Nomeacuerdo doy tres pasitos y me pierdo. Un pasito para aquí, no recuerdo si lo di. Un pasito para allá, ¡Hay que miedo que me da! Un pasito para atrás, y no doy ninguno más. Porque ya, ya me olvidé donde puse el otro pie”.
©José Luis García/Cinestel.com