El impacto del confinamiento en el sector de las salas de cine europeas

A raíz del confinamiento decretado en la mayoría de países con motivo de la crisis sanitaria, las salas de cine europeas han recibido un golpe muy duro, pues todas ellas debieron de prácticamente paralizar sus actividades.
La Unión Internacional de Cines (UNIC) está haciendo un seguimiento minuto a minuto sobre la situación exacta del sector en cada uno de los 38 territorios de Europa en los que se encuentran sus asociados.
La gran mayoría de los cines del continente cerraron a mediados de marzo, con la excepción de Italia (con casi el 50% cerrado desde el 23 de febrero), Rusia (todos cerrados desde el 31 de marzo) y Suecia (parcialmente cerrados, pues la estricta prohibición sólo se aplica a las reuniones de más de 50 personas).
Aunque muchos de los países han fijado un plazo corto para una reanudación, se cree que las medidas sanitarias podrían alargarse algún tiempo más.
Para que nos podamos hacer una idea sobre lo que está sucediendo estos días, hay que destacar que menos del 2% de las 42.000 grandes pantallas que hay en toda Europa están actualmente abiertas (según los datos que posee la UNIC). Y a nivel mundial esa cifra solamente se eleva al 4%. Igualmente se piensa que la reapertura oficial de los cines al público no se producirá con el relajamiento de las medidas de confinamiento, sino que más adelante. Algunos de los países en cuarentena ya han comenzado a elaborar “estrategias de salida”, una vez comience su respectivo desconfinamiento.
Mecanismos de apoyo
Cada uno de los Estados que componen Europa están anunciando diferentes medidas de apoyo a un sector clave como es el cultural. Y aunque varios gobiernos se han limitado a declarar la creación de un fondo de gestión de la crisis o un paquete de ayudas, los planes de soporte específicos para el sector cinematográfico han sido bastante limitados hasta ahora. Los organismos públicos que conciernen al cine de toda Europa han acelerado el pago de las subvenciones y retrasado el pago de los gravámenes, cuando los había.
En un ámbito más general, todas las administraciones se han apresurado a retrasar el pago de diversos impuestos para las personas y las empresas, pero algunos exhibidores de cine aseguran estar teniendo severos problemas para asumir los costes del alquiler de sus instalaciones que actualmente están cerradas al público. Sin embargo, un número cada vez mayor de gobiernos -o autoridades locales con competencias en ello- están introduciendo medidas para retrasar el pago de los alquileres de las empresas durante la crisis.
En cuanto al empleo, varios territorios ya han ofrecido pagar una parte importante de los salarios de los empleados de cualquier empresa con problemas, siempre que no sean despedidos por sus empleadores.
Iniciativas propias del sector
En toda Europa, los cines han reembolsado en la mayoría de los casos las entradas que eran válidas durante el cierre de sus sitios u ofrecieron a los clientes usar esos tickets comprados una vez que reabran. Lo mismo ocurre con las suscripciones que sólo eran válidas durante un período limitado, las cuales se han pausado o reembolsado con vales. En Italia, el decreto ley del 17 de marzo contiene una medida específica destinada a preservar la liquidez de las salas de cine y teatros: las entradas para los espectáculos cancelados debido a la emergencia del Covid-19 sólo pueden ser reembolsadas a través de vales de la misma cantidad con un año de validez, tanto para entradas como para abonos.
Otros operadores de cine europeos han tenido otras iniciativas más originales, animando a la gente a adquirir tarjetas de regalo, vales o suscripciones para usarlas una vez que las salas se reabran. También haciendo un mayor uso de las redes sociales, pidiendo a los cinéfilos que compartan sus mejores experiencias cinematográficas en ellas.
Hay por otro lado salas de cine, como es el caso de La Toile en Francia, que inclusive han colaborado con plataformas locales de visión bajo demanda (VOD), para que sus públicos puedan ver algunas de las películas independientes que se proyectaron en sus cines justo antes del cierre, compartiendo los ingresos de la taquilla de manera equitativa con las distribuidoras y con el proveedor de la plataforma en línea.
Las asociaciones nacionales de operadores de cine de toda Europa también están haciendo sus aportaciones para comprometerse con las audiencias y preparar la añorada reapertura. Concretamente en Francia, la FNCF lanzó una campaña de comunicación utilizando el hashtag #oniratousaucinema (“todos iremos al cine”), alentando a los operadores de cine y otros interesados de la industria a utilizarlo en las redes sociales para comprometerse con sus potenciales clientes y los cinéfilos franceses. También han creado una página de Facebook dedicada a los exhibidores de cine llamada Entracte (“intermedio”) para compartir sus mejores experiencias anteriores.
Como datos concretos, siempre según la UNIC, las asociaciones de exhibidores de cine del Reino Unido, la República Checa, Italia, Noruega, Alemania y toda Europa, en colaboración con otros actores locales del sector cultural, ya están trabajando en eventos e iniciativas a nivel nacional para ser lanzados cuando se permita que los cines vuelvan a abrir.
©José Luis García/Cinestel.com