INCAA: Tras la renuncia de Cacetta pidieron la dimisión del ministro
Luego de un ignorante y torpe programa televisivo plagado de errores y exento de toda ética periodística (con burlas incluidas e imprecisiones más que notables), en el que se mostraba un informe elevado por el Ministerio de Cultura, el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de la Argentina, Alejandro Cacetta, decidió oficializar su dimisión de manera irrevocable, abriendo una crisis en el seno del cine argentino sobre la que se presume un vaciamiento de la estructura económica del INCAA, un ente autárquico que depende del Ministerio de Cultura de la Nación.
Las asociaciones profesionales del sector audiovisual fueron convocadas a una Asamblea que se celebró en el cine Gaumont de Buenos Aires. Allí se aprobó por unanimidad un comunicado de 12 puntos en el que se pide, entre otras cosas, la dimisión del actual ministro Pablo Avelluto, y defender los puestos de trabajo en el INCAA y la ENERC.
Cacetta llegó a la presidencia del Instituto en enero de 2016 a través de una propuesta inicial del gran cineasta Juan José Campanella, en aquel entonces presidente de la Academia del Cine argentina, quien además había apoyado públicamente la campaña de Mauricio Macri a la presidencia de la República. La proposición del director de «El secreto de sus ojos» fue analizada, discutida y consensuada por todas las organizaciones profesionales del sector audiovisual.
Al parecer, el ya ex-presidente del organismo, quien hace poco tiempo impulsó un nuevo Régimen General de Fomento y una reordenación de los sistemas digitales del Instituto, habría sido conminado recientemente en varias ocasiones a abandonar su cargo por el ministro del Cultura. Todo ello por desavenencias en cuanto a la necesidad de «acelerar y profundizar los procesos de mejora administrativa» (según un comunicado oficial del Ministerio de Cultura de la Nación), lo cual otras fuentes interpretaban como un proceso de expulsión de los funcionarios profesionales del cine que fueron elegidos por la anterior gestión.
Luis Puenzo ofreció su parecer
El también oscarizado Luis Puenzo ofreció su opinión en una entrevista radial acerca de lo que cree que había sucedido hasta llegar al mencionado programa televisivo: «A Cacetta en media hora le mostraron lo que podían hacer si no renunciaba. Es así de sencillo. Es mafioso» -calificó el productor y director-. «Lo estaban hostigando desde hacía tiempo -añadía-. Tal vez Cacetta ya lo había contado públicamente. Desde hacía semanas lo estaban hostigando para que hiciera cosas que no quería hacer» -concluyó-. Cacetta lo confirmó diciendo que querían que «tomara medidas espurias» y que tras el susodicho programa le llamó Avelluto por teléfono para echarlo.
Puenzo ratificaba la impresión unánime del sector acerca de la honestidad de Cacetta. Campanella, por su parte, no daba crédito a los recelos, poniendo en circulación un tweet en el que aseguraba que «no hay UNA persona en la industria del cine, NI UNA, que tenga dudas sobre la honestidad de Alejandro Cacetta. Horrible y torpe opereta».
Al respecto, Luis Puenzo también comentaba que creía «que Cacetta es una pieza que están sacrificando para tener una mejor posición en el tablero, y lo que hay que analizar es cuál es ese tablero». Para el director de «La Historia Oficial», Mario Quintana, vicejefe del gabinete de gobierno, quiere liberar a los medios televisivos y radiales del pago del canon del Fondo de Fomento Cinematográfico, al margen de que recién en febrero se puso en cuestión, en un informe difundido por la prensa, el impuesto en el que se recauda el 10% de las entradas al cine en todo el país.
A la pregunta de la entrevistadora acerca de que si es que eran estúpidos en el gobierno, Puenzo contestó que: «Esto no lo hace un estúpido. Atrás de esta medida hay mucho dinero y muchos negocios, […] Esto no es estúpido, esto es un plan de negocios».
Acusaciones y actitud del ministro
El citado programa televisivo se hizo sobre la base de unos papeles filtrados por el gobierno. Según Alejandro Cacetta, se trataba de algunos errores en los apuntes administrativos que ya le fueron comunicados a Avelluto, por lo que le sorprendió el cambio de parecer del ministro, quien públicamente dijo que lo había removido «por sospechas de corrupción». El caso es que unos dicen que Cacetta compró dos sillas por 300.000 pesos, otros que fue un sillón. El ex-presidente del INCAA asegura haber ya respondido anteriormente de que en la tapa del expediente alguien, por error o intencionadamente, escribió «dos sillas», cuando si se mira todo el resto del informe de facturación, está especificado que se trataba de una obra de remodelación completa de una planta del INCAA donde trabaja personal a diario.
Otro presunto error difundido en el programa y, aquí también, sorprendentemente ratificado por el ministro Avelluto, es el de las obras por cuatro sedes provinciales de la Escuela Nacional de Cine (ENERC), y en dos subsuelos de la sede principal de Buenos Aires donde, además de adecuar la construcción que estaba deplorable, se compraron e instalaron equipos para talleres de construcción de decorados, salas de mezclas de sonido, estudios de filmación, y cabinas de montaje y sonido.
Es llamativo que el ministro Avelluto sostenga ahora la tesis de que no sabe adónde fue a parar ese monto de dinero, cuando fue él mismo quien inauguró en la capital esas instalaciones. Aquí está la foto de la ENERC (el ministro, con las manos en los bolsillos):
Laura Alonso y Hernán Lombardi
El ministro de Cultura explicaba en otro programa de radio que lo que hizo «fue lo que corresponde que haga cuando vos tenés en juego un presupuesto público, dinero de la gente. Le dije a Cacetta que diera un paso al costado, fui a la oficina anticorrupción, con quien ya venía conversando, para que sean ellos, que son el organismo especializado del Estado, quien tiene que dirimir dónde hay errores administrativos, dónde hay presuntos hechos de corrupción, cuáles son las acciones, sumarios, demandas, juicios penales que habría que hacer para resolver esto».
La oficina anticorrupción la dirige la politóloga de la actual coalición gobernante, Laura Alonso, quien se distingue por sus severas críticas a la gestión del gobierno anterior. El organismo, adscrito al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, hace investigaciones internas para el poder ejecutivo. Alonso tiene absoluta potestad para denunciar y querellar contra cualquier funcionario público. Es una entidad que existe desde 1999, sobre la que hasta ahora su dirección había sido ocupada por un jurista. El presidente Macri cambió esa norma por decreto nada más alcanzar el poder con la finalidad de que su correligionaria gozara de una prerrogativa especial para ejercer el cargo, ya que nunca estudió Derecho.
Hernán Lombardi es actualmente el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, tras haberse desempeñado durante 8 años como ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires. De igual modo, en entrevista radial afirmó que «en el INCAA hay enormes bolsones de corrupción, repartijas medio raras, los fondos no se rinden». Y tras asegurar que Alejandro Cacetta le parece un tipo de bien, Lombardi definió una parte esencial de su modo de pensar cuando decía: «las plantas permanentes paralizan el Estado y te pueden sabotear desde adentro». Esta última frase es clave para entender toda esta red de declaraciones que se sucedieron en diversas emisoras radiales de Buenos Aires, en cuyos programas, que no son de cine, se mostró una especial preocupación por este tema.
La reacción de la industria del cine
Aun dándose cuenta del valor que para la promoción del cine han tenido el glamour y las extravagancias surgidas en Hollywood, alguna vez habrá que reconocer que las consecuencias de ello a veces provocan en paralelo un problema doble: por un lado, hay gente que ve cine, sobre todo el de entretenimiento, que cree que los proyectos fílmicos y su desarrollo son un divertimento total y que es incapaz de identificar que esto de hacer películas es una labor por la que guionistas, técnicos, actores y realizadores se pasan horas y horas haciéndola para que el resultado sea un producto mínimamente decente.
Por otra parte, el problema se agrava cuando quien opina no suele ver cine. Esta es la gente que cuando les explican que un organismo importante como el INCAA necesita un gestor que esté activamente vinculado al cine, dicen no entender. Tampoco que la cultura tiene que ver con la identidad de un país o colectividad. Y menos comprenden que el que ocupa la presidencia de un Instituto de esta índole no es para siempre. Y que tiene un pasado y un prestigio. Y que sus antiguos compañeros tendrán que seguir con el trabajo mientras él sea presidente, optando si hace falta a los concursos públicos debidamente reglamentados. Y que cuando acabe se tendrá que volver a reincorporar a lo que hacía antes. Qué mejor garantía entonces que la de la buena reputación.
La Asamblea que se celebró en la sala 1 del cine Gaumont difundió un comunicado en el que, además de pedir la dimisión del ministro Avelluto, reafirman la autarquía del INCAA y la conformación del Fondo de Fomento contemplados en la Ley de Cine.
Se establece una coordinadora general en la que se incluyen los estudiantes de la ENERC. Se pide un nuevo consenso para el próximo presidente del Instituto. Se aprovechará la celebración del BAFICI para comenzar a hacer públicos a los espectadores los términos de esta problemática. Se exige al canal AméricaTV el derecho de réplica. Se pide celeridad en la tramitación de los expedientes de películas que están por filmar. Se apoya la continuidad de Pablo Rovito como rector de la ENERC. Se defienden los puestos del trabajo del INCAA y la ENERC. Y se solidarizan con los trabajadores docentes, de la Educación Pública y la Cultura.
La industria argentina del cine tiene que seguir, y más ahora que se está constituyendo la Cinemateca Nacional que velará por el patrimonio fílmico del país, asunto que fue también erróneamente tergiversado en el programa de televisión, vinculándolo a Cinecolor, la mayor empresa dedicada a la posproducción en Latinoamérica.
Qué está previsto que ocurra en el Instituto
El hasta ahora vicepresidente, Ralph Haiek, asumirá la presidencia del INCAA. El ministro Avelluto envió unos cuantos dossieres a la Oficina Anticorrupción para su evaluación porque «hay cuestiones que llaman a la duda», según dijo, aunque aclaró que «todos somos inocentes hasta que no se demuestre lo contrario». El político coincide en la valoración positiva de Alejandro Cacetta y afirma que piensa «que es un hombre honesto, lo que pasa es que no alcanza con ser honesto» y cree que hay «sectores interesados en no hacer reformas» apuntando al plantel de gerentes del Instituto que es lo primero que se disponía a modificar tras la salida del hasta ahora presidente.
Ampliación 16 Abril 2017: El Ministerio de Cultura emitió en día domingo un comunicado en el que el ministro, Pablo Avelluto, aseguraba que «el Gobierno no viene en absoluto a reducir o achicar el apoyo del Estado a la industria cinematográfica nacional».
©José Luis García/Cinestel.com