«La Tortuga Roja», de Studio Ghibli; una sensacional historia humana

Estrenada en España
¿Cómo somos las personas y con qué mirada observamos nuestro entorno? Studio Ghibli ofrece en «La Tortuga Roja» una extraordinaria primera coproducción internacional, con el holandés Michael Dudok de Witt como director. Una película sin diálogos para que te quedes sin palabras viéndola, porque el cine algunas veces también nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una experiencia sensacional como ésta, capaz de calar hondo en la conciencia de todos los adultos, adolescentes y niños.
«La Tortuga Roja» es una maravillosa y bella historia sobre lo humano y nuestro grado de comprensión del entorno. Un náufrago que no sabemos de dónde viene, arriba a una pequeña isla tras descubrirla, en la cual solamente habitan insectos, cangrejos y aves. Este solitario sobreviviente deberá conocer algunos rincones de ese lugar, del que intentará huir tan pronto como pueda, a través de la construcción de una embarcación con troncos de árboles.
Durante sus intentos de marcha se topará con una misteriosa tortuga roja que tiene un extraño comportamiento que le hará replantearse algunas cosas, e incluso recapacitar sobre quién es y lo que está haciendo.
El primer filme de Dudok de Witt se opone a la más generalizada idea que tiene el cine de animación convencional de presentarnos a las demás especies terrícolas como humanizadas. Y ese es el acierto total de esta película, porque su personaje nos «sumerge» (y nunca mejor expresado) en las distintas contradicciones que tiene la humanidad con respecto a los demás seres vivos. Y claro, también haciéndolo de una manera formidable y amena, alejándose de una tendencia meramente didáctica, y proporcionando al espectador importantes motivos para reflexionar sobre lo visto.
Mucha gente idealiza estas islas pequeñas como un lugar de libertad. Sin embargo, el náufrago tiene un pasado desconocido para nosotros y un futuro francamente incierto. Incluso la película se atreve a recordarnos en alguno de sus momentos, que el humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra.
Y es que «La Tortuga Roja» se asume como espectador desde los desafíos de la naturaleza, la necesidad de amar, una preocupación por la muerte que no tienen los demás animales, el simbolismo (el protagonista tiene cierta predilección amigable por los cangrejos que, como se sabe, se mueven siempre hacia atrás), y una estupenda introducción a lo que son diferentes filosofías de vida.
El filme combina apropiadamente lo digital con otras técnicas de animación. Utiliza una paleta de colores increíble, con ese detalle de que el humano siempre suele ver el horizonte con mejor colorido. Y en especial, despliega una portentosa calidad auditiva en su sonido, que en algunas ocasiones está acompañado de música.
©José Luis García/Cinestel.com