«Bixa Travesty»; transexualidad y feminismo con Linn da Quebrada

Esta película brasileña fue seguida con mucho interés en los festivales de Cartagena y Berlín, premiada incluso en ambos casos. Los documentalistas Claudia Priscilla y Kiko Goifman trazan en este documental un reflejo sobre quién es y cómo piensa la cantante trans Linn da Quebrada, una artista salida de los barrios más pobres de la ciudad de São Paulo que no duda en levantar su voz en favor de los queer de color que habitan en las favelas.
La extravagancia misma de la protagonista del filme, quien usa ropas estrambóticas y algo futuristas cada vez que sale al escenario a cantar temas musicales con letras muy atrevidas, es un punto importante a favor de «Bixa Travesty», pero tal vez sea la manera de contar de los realizadores, junto a la personalidad misma del personaje, viva e ingeniosa, lo que acaba redondeando una historia interesante al mismo tiempo que reivindicativa.
¿Puede verse como pretenciosa alguien que se dedica a copiar músicas y cambiarle la letra? ¿O más bien es al fin y al cabo una estrategia artística resultona, que atrae mucho al tipo de público que pueda frecuentar este tipo de shows espectáculos que suelen estar instalados en las grandes ciudades? La respuesta a ambas preguntas estará en cada espectador del film.
Priscilla y Goifman tienen en cuenta la historia de la cantante para prestarse a la reflexión alrededor de temas como la xenofobia, el racismo o la construcción de la identidad transexual, un tema este último, no exento de importantes obstáculos que aquí se detallan, pues Linn tiene por ejemplo un conflicto a nivel interno sobre lo que hacer con su órgano genital masculino, ya que al parecer ella lo quiere conservar.
Da Quebrada es esencialmente una transformer que usa su cuerpo y su vestimenta como arte, al tiempo que muestra cierto radicalismo en aquello que canta. Atrás quedó además el terrible momento en que tuvo que convalecer en un hospital por una grave enfermedad; imágenes que aquí también se pueden ver en algunos momentos.
Jup do Bairro es la compañera trans con la que convive e incluso presenta un programa de radio, mientras que ella se esfuerza en que no la miren como un hombre, y entretanto procura usar su cuerpo como un llamativo territorio geográfico de creación artística que pueda llegar a impresionar, e inclusive a divertir.
©José Luis García/Cinestel.com