«El Acompañante», de Pavel Giroud; vivir en una cárcel por estar enfermo

La primera etapa en la que se conoció el SIDA fue particularmente confusa entre muchas personas, cualquiera que fuera su país de residencia. Es sabido que la desinformación que se vivía en la década de los ’80s del siglo pasado respecto a este tema, provocaba no pocos problemas y disgustos.
La actitud de Cuba con los portadores de esa extraña enfermedad fue en un principio muy distinta a lo que sucedió en los demás países. Las autoridades de la República caribeña se obsesionaron con la idea de mantener encerrados a los enfermos en una especie de prisión que les impidiera su contacto con el resto de la población. Aun así, un día a la semana se les permitía escapar de su reclusión bajo la tutela de un acompañante nombrado por ellos.
El cineasta cubano Pavel Giroud nos ofrece en «El Acompañante» una posible reconstrucción de aquellos hechos a través de sus dos personajes.
Armando Miguel Gómez (Melaza, Conducta) encarna a Daniel, un paciente al que se le ha diagnosticado SIDA, motivo por el cual es obligado a ingresar de inmediato en el Sanatorio de Los Cocos, un centro regido por militares.
Como es un enfermo muy conflictivo, se le aplica una nueva norma para que en todo momento esté acompañado. Yotuel Romero es Horacio, su acompañante, con quien parece tener bastantes diferencias y hasta conflictos de intereses.
El guión de Alejandro Brugués, Pierre Edelman y del propio director, está muy focalizado en la progresión que experimenta la relación entre ambos protagonistas, magníficamente desarrollada por ambos actores, el convincente Gómez y el portentoso Romero, cantante también de la famosa banda cubana Orishas. A Yotuel ya lo habíamos visto en algunas otras películas, pero aquí su actuación sobresale tanto, que es él quien le hace los mejores aportes a la película.
Desde esa convicción, igualmente funcionan algunas subtramas en «El Acompañante» que a un nivel muy distinto cada una de ellas, complementan el grueso de la historia, con la participación de los conocidos Broselianda Hernández y Jazz Vilá, y de la casi debundante en cine, Camila Arteche.
Tratando el tema del VIH, es inevitable que en el filme surjan pinceladas sociales en torno a cosas como la discriminación hacia los gays, la pérdida de libertad y de la identidad, (reflejada a través de la asignación de un número a cada paciente), e incluso una velada crítica hacia la promiscuidad de algunas personas que pudieran haber llegado a practicar sexo libre sin precauciones, inclusive con tal de obtener dinero para tomarse un helado después en Coppelia. Lo cierto fue que en aquella década, algunos cubanos heterosexuales que regresaban de combatir en África habían contraído allí la enfermedad, desmintiendo lo que popularmente se difundía y resaltaba erróneamente, sobre que sólo afectaba a los gays.
Pavel Giroud juega con elementos ocurridos en la realidad, para darles forma en una ficción que sobre todo sea creíble. Eso lo consigue con creces en este relato con algún sobresalto contundente, sobre el que es importantísima la contextualización, teniendo en cuenta el nivel de madurez profesional que ha alcanzado. Aquí es meritoria la forma en que vamos poco a poco conociendo a ambos protagonistas, con sus deseos, sus miedos y sus fracasos, transitando hacia un final en el que se destaca el orgullo de ser cubano por encima de cualquier diferencia entre los habitantes del país.
«El Acompañante» es la última película sobre la que se ocupó el fallecido productor Camilo Vives, a quien se le dedica el filme. Una persona que durante su vida profesional tuvo que sortear numerosas dificultades para hacer realidad los proyectos cinematográficos en los que se involucraba.
La historia estrenó en Francia en 2016 y ha recibido varios reconocimientos en festivales como el Havana Film Festival de Nueva York (Star Prize al mejor guion), o el Miami International Film Festival (Lexus Audience Award), así como dos premios en Cinélatino de Toulouse.
Pavel Giroud se ratifica como un director a seguir.
©José Luis García/Cinestel.com