Los de «Cuerpo de Élite» son el mejor peor equipo del mundo

Estreno en España el viernes 26 de agosto
Es un profesional de larga trayectoria que ha dirigido algunas de las series más exitosas de la televisión como son «Con el culo al aire» y «Allí abajo». Su nombre es Joaquín Mazón y con «Cuerpo de Élite» entra por la puerta grande en el mundo del cine de comedia, un género que requiere de una habilidad y un gusto especiales y aquí lo ha demostrado, tanto él como los dos guionistas del film, Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, en cuyo texto han encajado perfectamente los actores.
El catalán Miki Esparbé y el boliviano Juan Carlos Aduviri sobresalen en esta historia que se completa con la también buena presencia de María León, Jordi Sánchez, Andoni Agirregomezkorta, Silvia Abril y Carlos Areces, entre otros.
Un ministro sin escrúpulos debe sustituir un cuerpo de élite de operaciones especiales y lo hace reclutando a un grupo de agentes de lo más variopinto.
Los elegidos para «proteger España» van a ser reclutados en diferentes cuerpos de seguridad procedentes de distintos lugares que componen el territorio estatal. El guion hace un uso correcto y sin excesos acerca de las diferencias entre las distintas culturas, a través de la parodia de unos agentes del orden que deberán buscar a un peligroso sujeto que se ha hecho con una bomba nuclear sin desactivar, de aquellas que perdieron los estadounidenses en el conocido incidente de Palomares en la costa mediterránea. También entra en algunos prejuicios, pero de una manera lo suficientemente breve como para no resultar cansinos, por lo redundantes, inconsistentes e incluso toscos que llegan a ser a veces y que este filme evita con gran acierto.
«Cuerpo de Élite» sustenta sus tonos de comedia en la mirada de sus cinco fracasados protagonistas, los intentos de coordinarse entre ellos y, cómo no, sus frecuentes torpezas. Entre las subtramas, hay una amorosa y otras que no conviene revelar. El conjunto se nutre de algunos tópicos, no muchos, comedidos y que tienen su gracia, porque de lo que aquí se trata es de pasar un rato alegre y distendido.
La película es muy agradable en ese sentido y también es justo destacar el notable trabajo de adaptación a la comedia de Juan Carlos Aduviri, en un papel de legionario y españolista que probablemente sea el más hilarante de todos. Su personaje y el de Esparbé (un agente de movilidad madrileño) articulan todo este disparatado enredo, inclusive muy por encima del papel de Carlos Areces, que aquí hace de ministro del interior con un apellido que no pasará desapercibido para los más habituales de las salas españolas de cine. Buen y prometedor debut de Joaquín Mazón en la dirección.
©José Luis García/Cinestel.com