«Ghost Hunting», de Raed Andoni; revivir episodios trágicos del pasado

11 Mostra de Cinema Àrab i Mediterrani – Barcelona 2017
Tratando de reconstruir distintos testimonios de personas que aseguran haber sido torturadas en cárceles israelíes, el cineasta palestino Raed Andoni capta con la cámara una representación de lo que podría haber sido en su momento ese trato vejatorio recibido en la prisión de Al-Moscobiyah.
Con «Ghost Hunting» (Caza de fantasmas), Andoni parece estar liberando sin complejos alguna de sus más profundas preocupaciones, lógicas por otro lado al haber nacido en un área del mundo con tantas complejidades geopolíticas.
La Berlinale de este año 2017 le concedió a este filme el premio al mejor documental, un galardón de nueva creación que se entregó por primera vez.
El realizador estaba decidido a hacer una especie de ficción en un principio, pero luego cambió de opinión y el proyecto acabó en un documental.
El planteo básico del filme es la evolución paulatina de los preparativos que los llevarán a todos a una representación de las condiciones de cautiverio que reconocen haber padecido. Entre el elenco hay algún ex-preso, pero también actores que van a tener que meterse en esos difíciles papeles, tanto de reclusos como de carceleros, pues la película también hace algún inciso sobre la degradación mental que suelen padecer los verdugos obligados por un salario a cometer graves delitos.
«Ghost Hunting» sigue además la positiva tendencia que poco a poco se va percibiendo más, de que los directores de documental vayan aumentando su implicación personal hacia aquellos proyectos que hacen. Esto sin duda, favorece la idea de que se le explica al espectador con honestidad que aquí se está intentando construir una verdad en base a los testimonios.
La construcción del decorado para la supuesta película de ficción es cuidadosa, detallista y de notable envergadura. Todo está transcurriendo en una nave industrial, donde se muestran los diferentes aspectos de su vida en el penal y las fórmulas de vejación, repugnantes e inaceptables, a las que son sometidos.
Hay una escena clave en la película, situada en un pasillo, en la que el ex-recluso Mohammed Abu Atta Khattab se emociona sólo un instante, pero suficiente para comprender su auténtico dolor y al mismo tiempo su deseo de que se conozca su propia realidad. Aunque se esté haciendo una especie de reconstrucción, en ese momento concreto es imposible que el integrante del grupo esté fingiendo para la película. Paradójicamente, nada más acabar el rodaje parece ser que volvió a ser detenido por las autoridades israelíes y que seguiría encarcelado.
Raed Andoni prefirió no abordar el pasado de sus personajes, es decir, por qué están ahí recluidos, de qué se les acusaba, cuál es su delito,… aunque en algún momento se deje entrever que pertenecen a algún grupo y que han crecido amando a su país, Palestina.
Interrogatorios, torturas y privación de libertad son los temas principales que trata «Ghost Hunting», una película que une a actores de teatro y ex-presos y que procura retratar determinados aspectos que las organizaciones de derechos humanos denuncian constantemente.
©José Luis García/Cinestel.com