«The Other Side of Everything»; Historia, medios e historiadores

¿Es algo irrefutable la Historia que aprendimos en la escuela? ¿Se esfuerzan los medios de comunicación masivos para explicarnos su visión de ‘todas’ las partes que componen un hecho o un acontecimiento? «The Other Side of Everything» es el segundo film documental de la directora serbia Mila Turajlić, cuya madre convirtió desde muy joven la política en una parte importante de su propia vida, y es la protagonista principal del filme.
Las memorias familiares y un enfoque particular en torno a cómo se han ido produciendo distintas circunstancias muy graves en la ex-Yugoslavia, un país que fue creado por Tito en medio de no pocas dificultades, son su razón de ser.
Srbijanka Turajlić, la madre de la directora, ha sido siempre una activista pro-democracia, además de ex-profesora en la Universidad de Belgrado.
Mila recuerda que ya en 1989, su progenitora dijo que Milosevich se parecía a Mussolini la primera vez que lo vio por televisión.
Turajlić se sirve de una metáfora para referirse al país que la vio nacer (tenía 11 años cuando comenzó la guerra); la casa familiar fue dividida en partes para dar cabida a distintas familias, y en algunas de ellas aún no se permite la entrada de persona alguna desde hace bastantes décadas.
«The Other Side of Everything» descifra realmente el significado de su título y nos transporta mediante flashbacks a intensos momentos pretéritos de un país que ha vivido revoluciones, guerras y represión en las protestas políticas y sociales. Y todo ello a través de una mujer anciana que ha tenido su vida entera marcada por esos acontecimientos.
Justamente esas puertas cerradas, que no se pueden abrir, y que están esparcidas por toda la casa, simbolizan también las numerosas trabas y los obstáculos que se ha ido encontrando la familia y que tan bien se expresan en este documental cuyas imágenes prioritariamente se mueven por esos interiores.
La película de Mila Turajlić es asimismo una ferviente crítica social hacia distintas situaciones patéticas que ha sufrido Serbia y que por desgracia siempre se acababan volviendo naturales. Y es precisamente su madre quien hace aquí una llamada de atención destinada a la participación permanente de las personas en los problemas de la vida comunitaria. En ese sentido, es un filme que hace justicia con Srbijanka, una mujer ignorada por los medios locales y cuya visibilidad frente a los futuros historiadores, peligraba.
Pasó por distintos festivales y obtuvo en el IDFA de Amsterdam el premio al mejor largometraje.
©José Luis García/Cinestel.com