«Incerta Glòria», de Agustí Villaronga; humillación en la guerra

Estrenada en España
El mallorquín Agustí Villaronga es un buen director de actores. Con temática parecida a «Pa Negre», regresa a la gran pantalla presentando una libre adaptación al cine de la novela del escritor, poeta y editor catalán Joan Sales, «Incerta Glòria». El realizador nacido en la ciudad de Palma consigue, tras unos primeros minutos del filme en los que nos ubica en el terreno en el que se desenvuelve el relato, adentrarnos en una historia convincente gracias a la precisa elección del elenco: a las características físicas de los intérpretes del film, Villaronga suma con eficacia la psicología personal del actor o actriz, con lo que consigue una claridad y calidad extrema en las actuaciones.
A diferencia de la obra escrita, que ponía mayor énfasis en la parte metafísica, oscura y difícil de comprender, unida a la religiosa e inclusive a la filosófica, la película dota de mayor importancia al aspecto emocional y pasional influenciado por las manipulaciones en el trasfondo de una guerra.
«Incerta Glòria» transcurre en el año 1937 dentro del bando republicano que resistía en la provincia de Huesca. El relato aprovecha un receso estratégico en los ataques del bando fascista, para mostrar a un joven oficial republicano que conoce a una controvertida y enigmática viuda de la que se enamora. Justamente ese cese en las hostilidades le sirve a Villaronga a la perfección para alejarse lo máximo posible del debate ideológico, de sobras conocido y que incluso podría resultar redundante.
La ausencia de escenas bélicas que habrían obligado a crear otras subtramas argumentales añadidas, beneficia sobremanera a esta película cuya construcción narrativa trata de acercarnos al estado de confusión en el que se encuentran sus cuatro jóvenes protagonistas. Y es que la confusión y desesperanza en torno a su futuro personal articula toda una serie de mecanismos interiores complejos, cada uno de ellos distinto, que aquí son fácilmente reconocibles, al tiempo que es un relato muy fluido.
En una historia en la que la necesidad está por encima de la razón y en la que la humillación es una de las maneras más empleadas para demostrar poder, el manejo de las imágenes es fundamental para garantizar su éxito. Agustí Villaronga es poco amigo, en ese sentido, de los planos amplios y prefiere hacerlos cerrados, a veces empleando varias cámaras al mismo tiempo, con lo cual consigue asegurarse de que el espectador reciba lo que él quiere que reciba, dejando también poco espacio para las posibles especulaciones o las dudas finales alrededor de sus personajes.
Además, la fabulosa elección de actores para «Incierta Gloria» no solamente se circunscribe a los protagonistas Marcel Borràs, Núria Prims, Oriol Pla y Bruna Cusí, sino que también, y eso se nota mucho en la película, a los actores del reparto Luisa Gavasa, Terele Pávez, Fernando Esteso y Juan Diego. El conjunto es sublime y esta es una película que seguramente será recordada siempre por ello.
©José Luis García/Cinestel.com