«Felices Sueños», de Marco Bellocchio; entender el pasado

Estrenada en España
La sensibilidad de Marco Bellocchio a la hora de narrar produce extraordinarias películas como esta «Felices Sueños» (Fa bei sogni), que es un drama sobre traumas del pasado relacionados con la pérdida de una madre y la ausencia del padre.
Massimo es un niño de nueve años de edad que vive feliz y contento al lado de su madre, una mujer que le da todo el cariño que puede y siente. Ella proyecta sus profundos sentimientos hacia su hijo, jugando e incluso bailando con él.
A partir del fallecimiento de su progenitora, la película hace un salto de tres décadas, para presentarnos a su protagonista ya adulto, con casi 40 años de edad, trabajando como fotógrafo reportero y con sus emociones alteradas hasta el punto de que le cuesta relacionarse con el entorno que le rodea.
Pero por suerte conoce a Elisa, una médico compasiva, que lo va a ayudar a intentar mejorar.
A sus 77 años, Bellocchio es un cineasta que no necesita presentaciones. Su manera de hacer cine ha estado siempre ligada al compromiso político y social. Si bien ahora está diluyendo en su narrativa el impulso de la llamada a la acción de sus protagonistas, «Felices Sueños» se exhibe ante nuestros ojos como una película de enorme interés, que arranca de un director receptivo y perceptivo del mundo que le rodea. Y es de esta forma como construye a sus personajes, aquí a partir de una novela homónima, yendo directo desde el origen hasta las consecuencias de algo que en este caso es tan poderoso en el mundo interior de cualquier persona: la satisfacción o no consigo mismo del personaje principal y sus efectos en las relaciones con los demás.
La importancia de la autoestima es crucial para entender las implicaciones que para Massimo han tenido determinados hechos del ayer en su psicología cotidiana. El fallecimiento de la madre pudo tal vez ser el desencadenante de las limitaciones que padece siendo adulto, pero también hubo otros factores que la película muestra, que seguramente contribuyeron a alargar esos problemas y postergar sine die su posible resolución.
El filme tiene su desarrollo más amplio durante la década de los años 90 del siglo pasado y, desde esa perspectiva, también analiza en algún momento la falta de conciencia social que adolece a toda una colectividad humana que está cada vez más enferma de soberbia e individualismo. Definitivamente, «Felices Sueños» es una invitación a pensar acerca de la influencia del conformismo en nuestra vida diaria como sociedad. Admirable y sugestivo relato.
©José Luis García/Cinestel.com