«La Doncella», de Park Chan-wook; venganza, estafa y sensualidad

Estrenada en España
El prolijo cineasta coreano Park Chan-wook presenta su primera película de época, ambientada durante la invasión japonesa de Corea. «La Doncella» (The Handmaiden) es un drama romántico de suspense cuya duración de dos horas y media es perfectamente compatible por su calidad narrativa.
Aquí, el director de Corea trastoca un poco ese estilo de humor negro y contenido brutal tan particular que tienen sus filmes, para proporcionar una historia que nos sigue hablando de venganza, -otro de sus temas favoritos-, pero con el añadido del robo, fraude, erotismo y sensualidad.
Ambientada en la década de los años 30 del siglo pasado, la película la protagonizan cuatro personajes: una dama japonesa heredera de una fortuna, un estafador que busca arrebatarle su dinero, una joven criada coreana que se involucra con él, y el tío tutor de la beneficiaria de la herencia.
Lo que más llama la atención de Park Chan-wook es su sensibilidad a la hora de narrar, aparte de la dirección de arte que es asombrosamente bella por su concepto estético, además de su preciso e impoluto encuadre.
El relato nace a partir de la contratación de una doncella para esa dama japonesa legataria de un sinfín de bienes, quien vive encerrada en su mansión esperando hacerse mayor, más adulta y menos insegura. Un tipo sin escrúpulos se hace pasar por conde, -dato que conocemos desde el comienzo del film-, para robarle la herencia sin que ella sea consciente de ello.
La película se pregunta en ese sentido, si el estafador sabe lo que es el amor, jugoso dilema si tenemos en cuenta que en este tipo de obras es lo primero que el espectador suele cuestionarse. Pero Chan-wook, que es todo un maestro de la narración, nos sorprende y nos engaña con una habilidad portentosa, a través de varias vueltas de tuerca que van modificando genialmente el relato en su progreso.
Lo mejor de «La Doncella» es que sus personajes principales están ocultando sus verdaderas identidades, al tiempo que cuando dicen una cosa, están pensando otra muy diferente. Durante el filme hay intentos de estafa, thriller, un romance lésbico y mucho dramatismo.
La preocupación de este director por el detalle, el uso de una lente anamórfica en la cámara con algunos paneos impresionantes, y el control de las actuaciones, dejando a los actores un estrecho margen para su creatividad propia, contribuyen en su conjunto a que como espectador no quieras perderte nada de la película de principio a fin. Excelente.
©José Luis García/Cinestel.com