«Quién te cantará» es una de las grandes películas de la temporada

Estrenada en España
Ideal a la hora de combinar fantasía, drama o suspense, Carlos Vermut ofrece en su tercera película, «Quién te cantará», un ejercicio superior de buen cine que nace a partir de dos historias paralelas que protagonizan por una parte Najwa Nimri y por otra la actriz fetiche del director, Eva Llorach. La primera es una cantante de éxito que desapareció misteriosamente diez años atrás sin dejar rastro entre sus seguidores, y la segunda es una cantante de karaoke que imita todas las noches a la anterior, y que además es una de tantas fervientes admiradoras suyas y de su música.
Lila Cassen había sido una cantante de las que dejan huella. Pero una década sin aparecer en los escenarios y sin sacar un nuevo disco al mercado hace que su situación económica se agrave. Al mismo tiempo ocurre un grave incidente en la playa, el cual le provoca una amnesia permanente que le impide recordar cualquier cosa del pasado.
Es por eso que su representante, encarnada por la actriz catalana Carme Elías, hace todo lo posible por localizar a una persona que le haga recordar cómo había sido su trayectoria musical. Y esa es Violeta, la mujer del karaoke que vive con su descarada, conflictiva y maleducada hija llamada Marta (Natalia de Molina).
Justamente es el tema de la maternidad uno de los puntos clave de este drama que a su vez lleva aparejado un trasfondo de misterio, tanto sobre cómo evoluciona la amnesia de Lila como por el hecho de que la vida de Violeta está gravemente alterada por ese conflicto con Marta que ella como madre se empeña en relegar, o como se dice ahora, procrastinar.
En «Quién te cantará» es la identidad de las personas lo que mueve el relato, así como la manera en que cada una de ellas hace frente a los desafíos permanentes que se pueden dar en la vida de cualquiera, así como la aceptación social o por qué se quiere llegar a la fama. Estamos ante una historia que genera confluencias y vislumbra puntos en común entre los personajes de una manera oportuna y atinada, como se puede comprobar en un final en el que tenemos la sensación de que las cuestiones de fondo que se puedan plantear, muchas veces no son tan diferentes entre personas dispares.
©José Luis García/Cinestel.com