«Severina», de Felipe Hirsch; brote de una pasión y ladrona de libros

«Severina» es una película cuya construcción abarca gentes de diversos países latinoamericanos. Con un director brasileño, Felipe Hirsch, protagonistas argentinos, y actores de diversas procedencias, el filme es la adaptación al cine de una obra literaria del guatemalteco Rodrigo Rey Rosa.
Rodado en Uruguay, el argumento es la historia de un escritor que posee un local urbano repleto de libros para la venta. Aunque algunas veces se organizan charlas y tertulias literarias allí, lo cierto es que se trata de un lugar solitario y muy poco frecuentado.
Esa monotonía cambia cuando un día entra en el establecimiento de ventas una chica joven a mirar las estanterías. El melancólico propietario se siente atraído por ella y decide hacer la vista gorda frente a algunos robos de libros que ella comete.
Alfredo Castro y Alejandro Awada están en el elenco junto a otros reconocibles secundarios.
Prácticamente toda la película es una crónica de ese delirio amoroso, acompañado de unos cuantos aires de seducción, sensualidad, interferencias externas e incoherencias dentro de la pareja protagonista, encarnada por los argentinos Javier Drolas y Carla Quevedo. El relato está estructurado de la misma forma que muchos libros, pues hay un prólogo, varios capítulos y también un epílogo.
Un giro importante en el guion de «Severina» se produce cuando el protagonista es informado de que la misteriosa chica también acude a otras librerías a robar libros, momento en el cual se comienza a dar la paradoja de que él se consume en celos, dentro de ese éxtasis de pasión y de premura por consolidar la relación que entre ellos se vislumbra.
Por el misterio que emana la película, no es sencillo para el espectador ubicarse en esta propuesta dedicada a Héctor Babenco, que también mezcla metáforas de lecturas y modelos de acceder a la expresión literaria propia cuando no se es un burgués, ya que aquí pasión, obsesión y necesidad se confunden. Pero sin embargo, todo ello es comprensible y tan perfectamente imperfecto como la vida misma.
El deseo, el entusiasmo, la trampa, la picardía, la confusión, el romanticismo, la intensidad, o los tránsitos hacia la muerte son algunos de los temas recurrentes en esta obra, un cuento visual al que Hirsch sabe dotarle de una atmósfera conveniente, mientras desarrolla el tema del influjo de la atracción en el amor y sus frecuentes contradicciones.
«Severina» tuvo su premiere internacional en la sección Cineastas del Presente del 70 Festival de cine de Locarno 2017.
©José Luis García/Cinestel.com