«Hedi, un viento de libertad»; el flechazo contra la rancia tradición

Estreno en España
Formidable película la del tunecino Mohamed Ben Attia acerca del auténtico amor correspondido en el entorno de una interpretación tradicional e incluso espiritual que debería de ser cuestionable por quienes la padecen. Estamos acostumbrados a ver filmes en los cuales es la mujer musulmana quien menos derechos tiene, pero el cine apenas repara en lo costoso emocionalmente que es para muchos hombres que comulgan con esa confesión religiosa, el tener que comportarse socialmente como alguien que no son, al margen de que sean las sociedades más machistas las que no ven con buenos ojos que un hombre pueda ser cariñoso en su autenticidad colectiva.
Producida por los hermanos Dardenne, «Hedi, un viento de libertad» es una oda a la independencia personal, al tiempo que una llamada hacia el mundo del Islam para que sus líderes religiosos puedan instar a repensar la Sharia en beneficio común.
La historia parte de la necesidad que tiene la madre de Hedi, un chico sencillo y tranquilo, de arreglar cuanto antes el casamiento de este hijo pequeño y la correspondiente dote económica que ello conlleva. Ella lo quiere casar con Khedija, una joven que acepta de buen agrado la situación de formar matrimonio con alguien a quien apenas conoce.
El jefe de Hedi lo manda a trabajar a la ciudad costera tunecina de Mahdia la misma semana en que se ha de celebrar esta boda concertada por las familias, momento en el que también llega su hermano mayor Ahmed para asesorarle en torno a cómo deberá comportarse.
En esa localidad al borde del mar, Hedi va a conocer a Rym, una animadora del hotel en donde se hospeda, establecimiento que cada vez cuenta con menos huéspedes, siendo la mayoría de ellos alemanes a quienes típicamente, como aquí se ve, les agrada exportar su propia música allá por donde van. Ambos inician un romance que obligará al menos a Hedi a tener que tomar decisiones de carácter trascendental en su vida.
Mohamed Ben Attia sitúa la acción de su propuesta en el momento presente, con un Túnez casi arruinado por las dificultades derivadas de algunos actos terroristas que ocurrieron en el pasado reciente. Hedi no es un héroe y tampoco un mujeriego, pero ha encontrado en Rym una sintonía que no tiene con la que va a ser su forzada esposa.
«Hedi, un viento de libertad» es una película que en paralelo nos está hablando tanto del caso de su protagonista como también de los serios problemas de toda una sociedad o país, pues no sólo está presente el dilema amoroso, sino que también la escasez de una oferta laboral consistente y respetuosa con el trabajador. Supuestamente, si Hedi se casa no se podrá marchar de viaje de novios porque el empresario se lo impide.
Y por descontado, la película habla tanto sobre la masculinidad como acerca de la feminidad en el esquema social actual. Un historia muy recomendable para ver.
©José Luis García/Cinestel.com