«Un homem só» (Un hombre solitario); dar vueltas a la identidad

Es una película que recibió tres premios en la competencia oficial del Festival de Gramado (Brasil) de 2015. El debut de la guionista televisiva brasileña Cláudia Jouvin en la dirección de cine fue impetuoso y en ese afán por intentar hacer un buen trabajo, el filme abarca distintos géneros, pues su relato comienza con la comedia y pasa por el cine fantástico, el melodrama y finalmente acude a thriller. «Un homem só» (Un hombre solitario) es una fábula urbana que aborda la complejidad de las relaciones aplicando dosis de ironía y humor. El filme es la historia de Arnaldo que no se lleva bien con su mujer que está embarazada y que, deseando librarse de su miserable vida, un día se entera de que existe una clínica en donde se fabrican copias exactas de las personas. Con una copia en su lugar, Arnaldo gozaría de libertad para llevar una nueva vida. Lo que ocurre es que tal vez las cosas no sean como él se las piensa.
La trama se hace aún más compleja cuando el protagonista se enamora de la empleada de un cementerio para mascotas. El denominador común de los personajes que aparecen en el filme es que todos y cada uno de ellos son perdedores que, antes que tener miedo a la muerte, sus temores se centran en la posibilidad de no vivir como creen que deberían. El hecho de que «Un homem só» acuda en su guion a elementos alegóricos, sumado a los múltiples giros en su tratamiento, hace que la película no permita una lectura única, porque sus acciones van a ser vistas como metáforas de la realidad que el espectador podrá interpretar a su manera en relación al significado de la identidad. En este caso influye mucho también la idea de esa libertad que proporcionaría tener un doble que se encargara de la parte más indeseable de las obligaciones cotidianas de cada uno.
Implícitamente, también la película contiene una crítica a todas aquellas personas que desvían la atención de sus relaciones personales y prefieren por ejemplo cuidar a una mascota. De hecho, prácticamente todos los personajes que aparecen tienen dos lados distintos en su manera de relacionarse, el de Arnaldo (Vladimir Brichta) más físicamente evidente porque aparece clonado, pero del resto esto se desprende también bastante de sus actitudes con respecto a los demás.
«Un hombre solitario» es una película que al mismo tiempo es extraña, tierna, graciosa y triste. Además no es nada predecible y mezcla una especie de humor violento con amor melancólico, drama patético y elementos fantásticos. Su protagonista, Mariana Ximenes, es también la productora y recibió en Gramado el premio a la Mejor Actriz. Adrián Tejido logró el premio a la Mejor Fotografía, y Otávio Muller el de Mejor Actor de reparto. Como curiosidad, destacar que el papel del tenebroso doctor y empresario de la clínica para producir copias humanas es el actor argentino Daniel Aráoz, muy conocido a nivel internacional por su protagonismo en «El hombre de al lado».
©José Luis García/Cinestel.com