«Girldhood» (Bande des filles) de Céline Sciamma; rebeldía juvenil

La directora de «Tomboy» Céline Sciamma aborda en «Girlhood» un relato certero sobre un grupo de chicas que viven en un barrio marginal de una ciudad francesa. La película tiene el acierto de estar enfocada a partir de la mirada de una de ellas que no es precisamente la que lidera el grupo. La realizadora francesa acierta en su descripción gracias a un minucioso trabajo de observación por su parte de estas pandillas que suelen frecuentar las cercanías del centro comercial de Les Halles de París, o el metro o la estación de Gare du Nord. Sciamma afirmaba que para la elaboración del guión, se dedicó a hacer un cuidadoso seguimiento de algunos blogs en los que algunas de ellas escriben acerca de sus actividades diarias. El resultado es brillante porque logra definir los estados de ánimo y las aspiraciones y anhelos de cada una de las chicas.
La protagonista es Mariemme (Karidja Touré), una joven que recibe maltratos constantes en el seno de su propia familia y que parece tener todos los números para continuar por ese mundo marginal que la rodea en su comunidad. Cuando conoce a tres chicas rebeldes que se niegan a seguir las normas establecidas, ingresa en su banda y sigue todos los rituales y acciones del grupo, unas chicas que se desempeñan con energía a la hora de luchar contra tabúes y restricciones sociales, y que están influenciadas por deseos de notoriedad y fama futuras, como la que han alcanzado algunos de sus ídolos, en especial los musicales.
«Girlhood» se convierte también en una especie de manifiesto acerca de esas nuevas generaciones y su manera de comportarse a través de su estética y sus actitudes, bajo el enfoque de un retrato íntimo e iniciático. El formato elegido es el CinemaScope, combinando planos secuencia con estáticos y primeros planos del rostro que enfatizan los estados emocionales, sobre todo de la protagonista. Uno de los momentos álgidos del film lo constituye una interpretación que hace el grupo del éxito de la cantante Rihanna, Diamonds.
Entre las premisas de Sciamma a la hora de planificar una película se encuentra que los rostros que en ella aparecen sean completamente desconocidos por los espectadores para que no se identifique la historia con algún actor o actriz concreto, sino que se mire directamente a los personajes que son encarnados. El resultado es una película que ofrece un panorama muy completo en relación a las acciones y el pensamiento de estas amigas, y el camino al que casi sin elección posible les ha llevado la vida.
©José Luis García/Cinestel.com