«Hablar», de Joaquín Oristrell; un homenaje del cine al teatro

Estreno en España.
Existen múltiples diferencias entre el cine y el teatro. Una de las fundamentales es que en la farándula cuando se actúa delante de público, las interrupciones que puedan haber, si las hay, suelen ser escasas, pero en global toda la actuación se acostumbra a hacer de un tirón. En el cine es más común el rodaje fragmentado de escenas o secuencias para después montarlas según lo previsto en el guión. «Hablar», la película más reciente del guionista y director catalán Joaquín Oristrell, es un filme coral sincronizado que ha sido rodado en una sola toma que dura casi 80 minutos hasta llegar a su deslumbrante y emotivo final.
A partir de unas pautas muy generales de coordinación, las actrices y actores improvisaron con personajes creados por ellos mismos sobre temas que tienen que ver con esperanzas, modos de vida y distintas formas de crisis, sentimental, existencial y económica. El escenario son las calles de Lavapiés, una de las barriadas más castizas y populares de Madrid. A partir de la salida de una boca de metro, los diferentes componentes del elenco interpretan sus preocupaciones, manías, enfados, abrazos, penas y alegrías. La palabra y su poder se vuelve la protagonista en un filme en el que inclusive se cuela un espontáneo, un vecino que pasaba por la calle en el momento del rodaje, transformándose sin que estuviera previsto en un no actor o actor natural, como hay quien les llama, al incorporarse brevemente al diálogo entre los actores de la película que están frente a la cámara ese momento.
Obvio que la experiencia era bastante arriesgada a partir de su planteamiento, pero el resultado por suerte para todos los participantes y para el público, es digno de alabanza porque en el medio kilómetro recorrido sin descanso, los veinte personajes del film reflejan muy bien el sentir popular de los españoles, los problemas personales y la opinión general en esta primera mitad de la segunda década del siglo XXI vivida en crisis económica. Tampoco falta algún personaje estrambótico y extravagante, un profeta que contribuye a hacer algo más divertido este frenético relato. En otros contextos vemos a gente como una borracha, un adicto al sexo, un explotador laboral, un maltratador y una corrupta. Y atención a una sorpresa a cargo de Antonio de la Torre ya llegando a ese excelente final que rinde homenaje al teatro con Juana de Arco y Bernard Shaw como epicentro.
«Hablar» también puede considerarse un merecido tributo a su coordinadora de actores y personajes, Cristina Rota, de cuya escuela han salido gran parte de los mejores intérpretes españoles que hay en la actualidad. La película contó con veintiún primeros actores y diez secundarios, de modo que la lista del elenco es larguísima. Están Goya Toledo, Juan Diego Botto, Secun de la Rosa, Marta Etura, Carmen Balagué, María Botto y Melanie Olivares, entre otros muchos para descubrir por el espectador a lo largo de este filme que inclusive tiene algunas pinceladas de comedia y que se disfruta por su agitación coordinada, viveza y un poco de frenesí.
©José Luis García/Cinestel.com