«Irrational Man», de Woody Allen; unos desacordes a nivel emocional

Estreno destacado de la semana en España
Las cuestiones existenciales y los dilemas morales siempre han estado dando vueltas en torno a los guiones que escribe Woody Allen. «Irrational Man» nos devuelve a los filmes de mejor estilo en sus etapas más recientes, manteniendo evidentes similitudes con «Match Point» o «Delitos y Faltas» y algo también de «El Sueño de Cassandra», ya que se inicia como una ligera comedia dramática, pero según avanza el metraje se va transformando en un oscuro drama que tiene que ver con algunas decisiones inexplicables e injustificables que a veces se pueden tomar en la vida. El protagonista es ese hombre irracional al que alude el título, encarnado por Joaquin Phoenix, quien combina su protagonismo con una muy buena actuación de la actriz Emma Stone que casi lo eclipsa.
El profesor de filosofía Abe Lucas (Phoenix) se cree hundido a nivel emocional ya que para él carece de sentido todo lo que ha hecho y no ve salidas de futuro, sin que casi se muestre consciente de sus problemas con el alcohol. Es entonces cuando entran en su vida dos mujeres bien diferentes entre sí: una compañera de profesión, profesora desesperada que se siente sola y piensa que su matrimonio de siempre carece de significado, y Jill, una alumna (Stone), que es su mejor estudiante y que se convierte en su amiga más íntima.
Irónicamente, las dos mujeres que deberían ayudar a despertarlo de su insensibilidad y letargo para las emociones son las que, en uno de los dos casos, va a provocar un descalabro mayor en su persona a través de una decisión motivada por su angustia existencial, que es inadecuada por completo y que tiene que ver con un concepto equivocado del azar que ya se puede apreciar antes en una escena con los amigos de Jill, pero que sigue después al tomar la peor decisión de su vida.
En un momento determinado de la película, Woody Allen se aparta del tema de las relaciones personales para entrar en el de los impulsos irracionales basados en los instintos más horribles y primarios del ser humano, que además a posteriori no va a poder explicar a nadie porque ni siquiera hay un móvil claro que lo justifique.
Probablemente Allen, que a sus 80 años sigue filmando una película cada año, haya querido expresar en este personaje los obstáculos del intelecto dañados por condicionantes negativos como el abuso del alcohol, los fallos de la conciencia y la moral, y sobre todo la presencia o no del sentimiento de culpa. «Irrational Man» es un filme que aunque contiene temas de fondo que parecen obsesionar al cineasta, porque nos están recordando a otras de sus películas, es plenamente recomendable para ver.
©José Luis García/Cinestel.com