«Mistress America», una comedia sobre la amistad entre dos mujeres

Estreno en España
Noah Baumbach es uno de los pocos cineastas que en la actualidad acierta de lleno a la hora de mostrar las relaciones entre mujeres. Hace un tiempo supo tocar la fibra sensible del público con su recordado filme «Frances Ha», y ahora, junto a su co-guionista y pareja Greta Gerwig volvieron a escribir un texto en clave de comedia a ratos hilarante que tiene la virtud de mostrar con mucha naturalidad un ejemplo de esa amistad que, como las de todos nosotros, es imperfecta y en este caso confluyen cierta simpatía y la constatación de que ambas caminan por la vida ensimismadas por sus respectivos anhelos, que no son precisamente los mismos, aunque alguna de ellas piense que los puedan llegar a ser.
Tracy (Lola Kirke) es una alumna de primer curso de universidad que estudia en Nueva York y que se encuentra sola, pues no ha hallado la apasionante experiencia universitaria ni el sofisticado estilo de vida que ella había imaginado en la metrópoli.
De repente su futura hermanastra Brooke (Greta Gerwig), la acoge en su apartamento de Times Square donde se ve rescatada de su decepción por aquellas clases que considera aburridas, una hostil compañera de habitación y un desencuentro amoroso, para pasar a ser seducida por los planes, fascinantemente locos, de Brooke.
Entre ambas protagonistas hay una diferencia de edad de algo más de una década y lo que queda claro desde el principio de la película es que Tracy siente una admiración ciega hacia Brooke y que quiere llegar a ser como ella. Gerwig desempeña con magnetismo el papel de una mujer que acaba de aterrizar en la crisis de los 30, piensa que las oportunidades en la vida se le van agotando y, aunque tiene mucha vida social dentro y fuera de su pintoresca residencia, está mucho más sola de lo que aparenta. Su próxima hermanastra es una chica que busca motivaciones en la vida ya que Tracy es una mujer poco decidida que piensa que Brooke al ser más vivaz, es un ejemplo a imitar y, claro, es posible que esté idealizando a una persona distinta a lo que en realidad es.
Con todos estos componentes, es de agradecer que Baumbach haya optado por la comedia en lugar de hacer un análisis concreto sobre la psicología de sus personajes. Al final de todo, se comprende que el filme es un retrato posible acerca de la mujer contemporánea que está enfocado desde el punto de vista de Tracy, la menor de las dos, que es en cierta forma la más confusa y la que por tanto, lo hace más imprevisible. Tracy es una incipiente escritora que está comenzando un relato breve llamado precisamente Mistress America, lo que la hace sentir como si realmente estuviera empezando su vida adulta de verdad.
Ella está en pleno autodescubrimiento y se inspira en Brooke como modelo a seguir, mientras que la mayor comienza a darse cuenta de que realmente ella misma no es como se pensaba, inclusive a la hora de abordar lo que son las relaciones con los hombres. Todo este contexto unido hace que la película sea estimulante y rica en ideas.
©José Luis García/Cinestel.com