«Ahora sí, antes no», de Hong Sangsoo; tonos de concomitancia

Estreno en España el 6 de mayo de 2016
El cineasta coreano Hong Sangsoo tiene un estilo muy personal y particular de retratar la complejidad de las relaciones humanas, su versatilidad y hasta inclusive su fragilidad. «Ahora sí, antes no» (Right now, wrong then) sigue métodos de narración parecidos a películas suyas anteriores y también en cuanto a las actividades a las que se dedican sus personajes. Aquí el protagonista es un director de cine independiente, quien llega con anticipación a una cita de trabajo y en un palacio restaurado conoce a una joven pintora con la que pasa el resto del día comiendo, mostrándole ella su estudio y visitando a unos amigos.
Muchas de las películas de Sangsoo han recibido elogios por la interpretación que hace sobre la conducta humana en las relaciones interpersonales. El que ahora nos ocupa fue el filme vencedor en los festivales de cine de Locarno y Gijón.
«Ahora sí, antes no» son dos historias parecidas pero con unos mismos personajes que se comportan de manera diferente en cada una de ellas, una técnica que el realizador ya había utilizado en algún trabajo anterior y que en esta ocasión abunda en los límites entre la verdad y la mentira, así como entre la amistad y el romance. Es también una cuestión de caracteres y de formas de entender los vínculos con los demás lo que se intercambia en el relato.
Tal vez el título en inglés de esta formidable película (que significa «correcto ahora, erróneo entonces») sea mucho más descriptivo sobre la doble situación que viven ambos protagonistas, pues lo que traduce la historia es un conjunto de actitudes emocionales que así desarrolladas transforman la narración en dos fracciones distintas la una de la otra, con posturas corporales, expresiones faciales y entonaciones de la voz diferentes. Las locaciones son las mismas, los amigos que visitan también, pero sus modos y formas están completamente modificados en una respecto a la otra.
«Ahora sí, antes no» es un filme que incursiona en la primera impresión que se tiene cuando dos personas se acaban de conocer mutuamente, al inicio de una relación que puede ser de dos horas, un día, un año o para toda la vida, ya sea de amistad o amor, para que a partir de ahí el público pueda establecer una suerte de comparativa entre la forma de ser tan opuesta que ambos han mostrado en cada parte (mucho más él que ella) y sobre qué es lo que como espectadores consideramos correcto y lo que no. Fantástica y recomendable.
©José Luis García/Cinestel.com