«Asesinato en el Orient Express», de Kenneth Branagh; ¿viajeros al tren?

Estrenada en España
Desde que en 1989, el actor británico Kenneth Branagh desplegara sus habilidades simultáneas como actor y director en una misma película, (Enrique V), han sido ya varias las oportunidades que ha tenido de hacer lo mismo en otros filmes, como ocurre ahora con «Asesinato en el Orient Express», un guion derivado de la novela homónima de Agatha Christie.
Esta es una historia en la que, una vez más, la célebre escritora echó mano de su personaje favorito, el detective privado Hércules Poirot, para diseccionar la trama de un misterioso asesinato que este excéntrico investigador deberá solucionar.
«Asesinato en el Orient Express» es una película que retrata la edad de oro de los viajes al estilo clásico, cargados de mucho glamour y con todas las comodidades, tal y como se entendían en aquellas épocas que se corresponden con el ayer.
Y el ya famoso personaje de Poirot es un belga con formación de tipo militar que tiene una gran claridad mental y también es algo egocéntrico.
Branagh se inmiscuye con su protagonista en la búsqueda de un asesino que estaría dentro del tren que aparece en la película. El detective Poirot quiere llegar a las posibles razones que habrían motivado el crimen para intentar esclarecer el terrible suceso, deduciendo con ello quién pudo haber sido.
Del filme destaca el respeto que se ha tenido hacia la obra literaria. Poirot es una persona chocante por su asombroso nivel de autoexigencia y el coeficiente intelectual que demuestra (algo que hasta parece sobrenatural). Aquí no duda en meterse en situaciones que van desde misteriosas a divertidas y de acción, en algún otro momento. Kenneth Branagh se dirige a sí mismo y a un elenco de actores de primera categoría para mostrar esta nueva versión de la obra.
Encontramos a Johnny Depp en un personaje que parece pérfido y malicioso; a Josh Gad como su nervioso secretario; a Derek Jacobi como el mayordomo de confianza; a Michelle Pfeiffer encarnando a una mujer solitaria que sueña con tener esposo; a Penélope Cruz en un personaje transferido desde otra historia de Agatha Christie; a Willem Dafoe como un presuntuoso y fastidioso profesor; y a Judi Dench en el papel de una impertinente princesa, entre otros.
«Asesinato en el Orient Express» es un relato como de jerarquías en tensión, pues unos mandan y otros obedecen, desarrollado casi en su totalidad en el espacio cerrado de un vagón de tren. A diferencia de la obra original, el alud de nieve tiene lugar cuando el tren avanza sobre un viaducto en el interior de un valle montañoso.
Aguda e ingeniosa, esta es una película de suspense en la que no todos los personajes son lo que parecen mientras que al verla tienes la impresión de que una especie de cerco de venganza está flotando en el aire, al tiempo que el detective Poirot tiene la misión de descubrirlo para que se haga justicia. Con un sorpresivo final, en el filme también se hace notar el original bigote del protagonista, así como las maneras que tiene de cuidarlo.
©José Luis García/Cinestel.com