«Carol», con Cate Blanchett; enamoramiento, belleza y deseo

Estreno Internacional
Gran película ignorada por el jurado de Cannes y en parte por la Academia de Hollywood al no haberla nominado ni a Mejor Película ni a Mejor Director, aunque sí lo fue en otras seis categorías. Después de verla es un hecho a lamentar, pues parece que la homofobia sigue creando estas situaciones inexplicables. «Carol» es un filme dirigido por Todd Haynes que es la historia de amor entre dos mujeres ambientada en la Nueva York de la década de 1950.
Carol es una mujer atrapada en un matrimonio de conveniencia sin amor que un día conoce a Therese, una joven dependienta de unos grandes almacenes de venta al por menor. De inmediato surgirá una atracción disimulada entre ellas que será el inicio de un profundo y auténtico romance, que a su vez se verá alterado por los convencionalismos sociales de la época y una petición de divorcio bajo el precedente de una relación matrimonial que ya era bastante inestable.
«Carol» es una adaptación de la novela El Precio de la Sal, de Patricia Highsmith, la obra maestra que fue publicada con el seudónimo de Claire Morgan, uno de los cuarenta alias diferentes que usó, en este caso para ocultarse de la incomprensión emanada de la mentalidad conservadora y homófoba de una mayoría de la sociedad de aquel momento.
La película evoluciona a través del dolor y la confusión entre de las múltiples facetas del amor, ya que sus dos personajes encuentran un camino para ser quienes les gusta ser, pero se hallan en un terreno nuevo y desconocido, sobre todo por la diferencia de edad, mientras que están presionadas por lo que otros consideran que debe ser la «normalidad», siendo eso lo que les quita la alegría que por lógica emocional deberían de poseer.
Therese (Rooney Mara) es una joven reflexiva, pasiva, tranquila, pero que parece tener una cierta seguridad en sus convicciones más íntimas. Por otro lado, Carol (Cate Blanchett) es una mujer más madura, con algo de carácter y tan coqueta como que le gusta perfumarse y desprender aromas, aunque sin excesos porque es refinadamente esmerada en su arreglo personal. Nos la podemos imaginar oliendo a un perfume cautivador. Del primer encuentro pasarán a verse en otras ocasiones hasta llegar a hacer un viaje por carretera en el que se enamoran.
Blanchett trabajó anteriormente con Todd Haynes en «I’m not there» (2007), la biopic sobre Bon Dylan. El director estadounidense ya había tratado el tema de la homosexualidad y su represión durante esos años 50 en «Lejos del cielo» (Lejos del paraíso) (2002), un filme al que se le pueden encontrar puntos en común con esta película en su argumento.
Importante destacar el buen trabajo de dirección de arte, con unos fieles decorados de época encontrados en Cincinnati, el rodaje en fílmico (Super 16mm), y la incorporación por parte del diseño de producción de una paleta de colores basada en tonos verdosos, amarillentos y rosados que eran muy comunes en aquella época. El poder de las emociones y su intensidad en un contexto desfavorable forma parte del núcleo narrativo de este penetrante y bien logrado filme.
©José Luis García/Cinestel.com