“El nacimiento de una nación”, de Nate Parker; la violencia xenófoba

Estreno en España el viernes 17 de febrero
En “El nacimiento de una nación” (The birth of a nation), Nate Parker se inspira en la historia de un esclavo africano que llegó a ser predicador en Virginia y sobre el que se piensa que pudo haber incitado el primer conato de rebelión contra los “amos”. Ese punto de inflexión es en esta película abordado como el nacimiento de un cambio, más que como el de una nación, el que alentó a las autoridades a desarrollar un debate en torno a la enmienda decimotercera que acabó aboliendo la esclavitud en los Estados Unidos.
Parker nunca ha ocultado que éste es un relato más fruto de su imaginación como guionista que de la realidad, si bien es cierto que el protagonista de esta historia existió de verdad y que tal vez sirvió como sacerdote para intentar convencer a los esclavos rebeldes para que desistieran de sus actitudes.
Nate Parker arriesga profesionalmente al fungir como guionista, director y actor al mismo tiempo.
Ambientada a principios del siglo XIX, la primera película que dirige este actor que inició su carrera en 2005, persigue un claro interés en mostrar la violencia física a que fueron sometidos los africanos que trabajaban en las haciendas del temible estado norteamericano. Sobre todo la primera mitad de la película se encarga de exhibir esa agresión corporal junto a las vejaciones de una manera espeluznante.
Nat Turner es el esclavo encarnado por el mismo director del largometraje, quien por atravesar dificultades económicas acepta el oficio de predicador que le proponen. El filme se encarga de ir mostrando cómo poco a poco va hirviendo esa olla a presión que está en su cabeza, hasta que llegado un punto el protagonista no puede más y estalla.
Paralelamente, también esta historia desarrolla el encuentro casual con la que después será su esposa y las dificultades durante su matrimonio. El terreno emocional y afectivo de esta relación no parece del todo logrado e inclusive hay alguna escena que deja mucho que desear en cuanto a los sentimientos de ambos, si bien el descubrimiento inicial sí que es creíble. Asimismo, el amo de Turner es una mezcla entre dos personas que convivieron con el afroamericano protagonista real, pero que encaja muy bien en toda la descripción armada y fabulada por el realizador.
En cualquier caso, “El nacimiento de una nación” es una película que sí que quiere mostrar un enérgico ¡basta ya de las agresiones xenófobas!, llevando al espectador a reflexionar sobre esa crueldad y sobre el tiempo que ha transcurrido desde entonces.
El estallido de Turner en respuesta a la violencia ocurrió de verdad el 21 de agosto de 1831, pero las versiones literarias, inclusive alguna infame, se han encargado de diluir aquella realidad que ahora Nate Parker ha procurado reconstruir con más o menos acierto y habilidad en algunas cosas que en otras.
©José Luis García/Cinestel.com