«Mustang»; el deseo de libertad y emancipación de unas jóvenes

Deniz Gamze Ergüven es una directora nacida en Ankara que ha movido su vida entre Francia, Turquía y los Estados Unidos. «Mustang» es su ópera prima en largometraje, una película en la que ha querido hablar sobre cómo se siente una niña o mujer en la actualidad en su país natal. El filme recibió numerosos premios y es la historia de cinco hermanas huérfanas de entre 12 y 16 años que viven en la casa de su abuela en un pequeño pueblo del norte. Un día están jugando dentro del río junto a algunos compañeros de estudios, cuando algunas de ellas se suben a hombros de los chicos. Esta escena es vista por una vecina del pueblo y desata una disimulada fobia social hacia ellas, que son acusadas de depravación y recluidas en la casa bajo la atenta vigilancia de la abuela, que cuenta con la ayuda circunstancial de un tío de las niñas.
La abuela se muestra preocupada por esa «obscenidad» y les dice que todo el pueblo habla mal de ellas. La parte positiva del relato es la determinación y el dinamismo que tienen las chicas para tratar de vencer esos duros obstáculos que limitan su necesaria libertad personal. La negativa es que tienen que soportar todo un programa de adiestramiento para ser esposas que les impone la abuela, y que incluye todo tipo de labores domésticas. De igual manera, la mujer las lleva a veces por la calle como si tuviera que exhibirlas públicamente hasta encontrar esposo.
Gamze había declarado al recibir el Premio Lux del Parlamento Europeo por esta película, que sintió la necesidad de contar una historia cercana que ella misma había vivido durante su infancia y juventud, para que fuera una especie de sanación personal, pues las reacciones de las chicas en el filme son las que a ella le gustaría haber adoptado frente a tanta opresión vivida allí por su condición de mujer.
En realidad, la clave de la película no está en las chicas sino en la forma según los demás se las miran, en un mundo absurdo que por suerte tiene algunas ayudas clandestinas, aunque el relato cada vez se complica más pese a que se trata de unas jóvenes vitales y bastante audaces, e incluso alguna de ellas consigue contraponer el amor real al impostado.
En la sociedad que refleja la película parece que la feminidad se reduce en exclusiva a lo sexual y a tener hijos. Eso hace que las niñas vayan adquiriendo cada vez más deseos de libertad, y que los acontecimientos inciten como consecuencia de ello a una rebelión suya frente a lo que termina pareciendo una fábrica de esposas en donde se trata a las jóvenes como si fueran mercancía.
«Mustang» destaca por el ritmo y la puesta en escena que la realizadora le dota, aunque tal vez tenga algunos leves puntos en su contra como son cierta previsibilidad y algunos momentos bastante inverosímiles, dentro de una camioneta y en la secuencia final.
©José Luis García/Cinestel.com