«Rastreador de Estatuas», de Jerónimo Rodríguez; ser de interés

¿Qué interés puede tener una estatua en la vida de una persona? Esta es la pregunta que bajo un enfoque apriorístico nos podríamos hacer a la hora de comenzar a ver este documental del chileno Jerónimo Rodríguez, cuestión que por suerte va quedando despejada a lo largo del filme gracias a la asombrosa facilidad con que el realizador nos lo va explicando en una narración en off de Jorge Aguilar sobre sí mismo, que abarca prácticamente de principio a fin. Ese dominio narrativo nos lleva por los caminos del reconocimiento y la memoria. Un día determinado de su vida, Aguilar está viendo una película y en ella reconoce en una estatua el semblante de un médico que se le hace familiar,… sí, familiar porque recuerda que de niño la había visto en una visita que había hecho con su padre a un determinado lugar. Lo que comienza como una curiosidad se torna un desafío para volver a encontrarse con ese objeto evocador.
«Rastreador de Estatuas» es un filme que se refiere a todo el proceso intelectual que se produce tras el hallazgo de esa imagen vista en una película del cineasta catalán Joaquim Jordà, su asociación con otra estatua que estaba instalada en un momento y lugar que dejó huella en su niñez, y una búsqueda viajera que lo lleva a distintos puntos del país andino y de otros, con la intención de volver a identificar el busto de ese profesional de la medicina neurológica. Pronto nos daremos cuenta entonces de que se trata de un ensayo narrativo en el que surgen no pocas preguntas como podría ser: ¿está justificada una pesquisa de este tipo? o ¿qué es lo que recuerda exactamente? Porque, como él mismo dice, al igual que nos pasa con muchas películas que hemos visto, a veces lo principal queda, pero el resto se vuelve borroso.
Aparte de eso, hay aquí una reflexión importante también sobre el paso del tiempo, como ocurre con las tiendas de las calles de Greenpoint, en los Estados Unidos, que antaño existían y que ya no están más, o algunos cambios que describe sobre los avances de la neurociencia. Y claro, otras cosas quedan por bastante más tiempo. La estatua que es el motivo de las pesquisas sería un buen ejemplo, como también lo es la singular banda de música del Palacio de la Moneda (una manera de actuar que no es exclusiva de Chile, ya que se puede ver igualmente en otros países de América Latina), o las películas de Raúl Ruiz, un cineasta chileno a quien, según Jorge, «no le importó reírse de la izquierda de los ’70s».
Es la voz de Aguilar, su manera de explicarse y el apoyo constante de las imágenes en el montaje, lo que hace que «Rastreador de Estatuas» sea un filme muy válido para reflexionar sobre lo que perdura o no perdura con el paso del tiempo, y sobre todo, acerca de cómo contar buenas historias sobre temas que para mucha gente son muy difíciles de explicar con palabras.
©José Luis García/Cinestel.com