«Reina y Patria», de John Boorman; la secuela de «Esperanza y Gloria»

Estreno en España
El octogenario cineasta británico John Boorman viene a complementar su famosa película de 1987 «Esperanza y Gloria» con otro relato aquí ambientado en los años ’50 del siglo pasado. Si bien el primero tenía muchos elementos de la historia personal del director durante la niñez, «Reina y Patria» se sitúa nueve años más tarde, cuando con 18 años tuvo que servir en el servicio militar obligatorio durante los dos años que le correspondían. Con personajes inspirados en su propia historia, Boorman hace una descripción dramática con muchos recovecos para el sentido del humor y las acciones de broma que a esas edades se suelen hacer sin plantearse demasiado el porqué y las consecuencias. Bill se llama el protagonista de este filme, quien al llegar al campamento hace amistad con Percy a pesar de ser rivales, un compañero que es un verdadero bromista amoral.
Los dos chicos se unen contra un sargento mayor con aires de inquisidor que les hace la vida imposible. Al mismo tiempo, planea en el ambiente la posibilidad de ser enviados a la Guerra de Corea que en ese momento, 1952, se estaba librando en contra de los chinos. En principio no van, pero son designados como instructores de los reclutas que van llegando al campo. Sus relaciones con chicas y algún permiso para visitar su casa familiar situada en el islote de un río completan el panorama de una película que si bien no es ni mucho menos mejor que la primera, tiene bastantes elementos de interés además de reflejar un tipo de sociedad hoy desconocido, casi sin teléfonos y con la televisión en blanco y negro dando sus primeros pasos. Aquí el director nos presenta la vida en el ejército como algo rígido y absurdo, incluyendo una marcada incompetencia entre los mandos.
A su favor, «Reina y Patria» tiene además un buen elenco, la consabida ironía inglesa en sus conversaciones, una dirección de arte y de vestuario elogiables, y el amor por el cine de Bill, que remite a la pasión de Boorman desde joven y que se expresa en todo su esplendor en la escena final en el río.
©José Luis García/Cinestel.com