“Sicario”, con Emily Blunt y Benicio del Toro; la acción en el exterior

Estreno en España
Ambientada en la frontera de los Estados Unidos con México, “Sicario” es una película dirigida por el canadiense Denis Villenueve y protagonizada por Emily Blunt y Benicio del Toro que se extiende a lo largo del farragoso mundo del narcotráfico, como muy bien demuestra una primera parte de esta historia en la que se palpa la confusión que genera ese cosmos en la mayoría de las personas, para después pasar a posturas que son más reconocibles y un final que sorprende, tal cual debería de ser en muchos de los buenos proyectos de cine de ficción.
El filme es una trama de suspense sobre un comando estadounidense que está especializado en luchar contra el crimen y el contrabando organizados, pero fuera de sus confines estatales, es decir, en otro lugar -aquí México-, en un tipo de acción que sería inadmisible si la realizara cualquier otro país, pero que en este caso se tolera y se mira para otro lado.
La cuestión clave a tener en cuenta en esta película es la del concepto de lo moral y lo inmoral. Kate (Blunt) es una idealista agente del FBI que es requerida para luchar en un cuerpo de élite gubernamental que está luchando contra el narcotráfico. Sus nuevos compañeros, entre ellos Alejandro (Del Toro), un enigmático asesor de cuestionable pasado, la guiarán para que consiga acomodarse a este tipo de misión de riesgo. En un viaje clandestino, cruzan la frontera con México y se adentran en Ciudad Juárez (en realidad son imágenes de la capital de la nación) con la finalidad de conseguir atrapar a un capo de la droga y eliminarlo.
Kate no es una heroína tal cual se entiende en otras películas, sino que comienza siendo tímida, inocente y algo inconsciente, mientras que Alejandro tiene un conflicto interior y durante la película debe equilibrar su personaje entre lo positivo y lo negativo. El actor Josh Brolin encarna su vez al líder del comando de élite.
Técnicamente impecable, “Sicario” hace propio en su guion el tema de la tentación de resolver cosas trabajando fuera de la ley y sobre cómo tratar a los enemigos más allá de sus fronteras. Empleando tácticas de este tipo, una solución satisfactoria parecería difícil, pues la bola de nieve se va agrandando y siempre se comporta como el pez que se muerde la cola. Al final, nunca cambia nada de lo que tendría que cambiar en este tipo de conflictos. Buena incursión en el género del suspense criminal.
©José Luis García/Cinestel.com