«Un paseo por el bosque», excursión con Robert Redford y Nick Nolte

Estreno en España
Ken Kwapis dirige una película que aunque está basada en un determinado libro autobiográfico, parece haber sido concebida a la medida de sus dos protagonistas principales, Robert Redford y Nick Nolte. «Un paseo por el bosque» es un viaje caminando por el sendero de los Apalaches, una de las rutas marcadas más largas del mundo, con una longitud total de 3.524 kilómetros. Redford coproduce esta cinta. De hecho, ya tenía la idea de llevar la historia al cine allá por el año 2002 y actuarla junto a Paul Newman, actor fallecido en 2008. Su sueño de hacerla no se ha podido cumplir hasta ahora, al lado de su también amigo Nick Nolte. Tras haber pasado un par de décadas trabajando en el Reino Unido, el estadounidense Bryson regresa a su tierra con su esposa británica Cathetine (Emma Thompson).
Se trata, y es además verídico, de un famoso escritor de libros de viajes que llegada su etapa de jubilación decide como primera medida hacer ese recorrido senderista en solitario. Su esposa le pone como condición a cambio de quedarse sola en la casa, que ese viaje deberá de hacerlo acompañado de algún amigo. Bill contacta con todas aquellas amistades que quedaron en el recuerdo, y por sorpresa recibe la llamada de un conocido que quedó casi olvidado y que además le debe dinero. Ése es Steven Katz (Nolte), un grueso hombre alcohólico con la voz ronca y aspecto de oso, quien le acompañará a redescubrir los Estados Unidos por ese sendero.
«Un paseo por el bosque» es una película muy basada en sus dos personajes principales que en plan comedia despliegan un humor campechano, caótico y patético. Emma Thompson está radiante, pero aparece poco en la película por razones obvias del guion. Y entre todos los secundarios destaca la formidable caracterización de las actrices Kristen Schaal y Mary Steenburgen, la primera senderista y la segunda dueña de un motel de carretera.
Ese ímpetu del personaje de Robert Redford, casi como si quisiera morir con las botas puestas, queda un poco diluido en un cierto extrañamiento al ver algunas escenas como pueden ser las bromas de Katz sobre mujeres gruesas que no hacen ninguna gracia, algún grave tropiezo físico sin que misteriosamente aparezca rasguño alguno, la no utilización de la telefonía móvil pese a que Bill tiene las últimas tecnologías del momento cuando está en su casa, y el hecho de que un hombre tan grueso y con un cuerpo castigado como el de Katz, pueda cubrir esas caminatas. Aun así, para los más fervientes seguidores de estos famosos actores será agradable y entretenida.
©José Luis García/Cinestel.com