«Una nueva amiga», de François Ozon; florecer el universo interior

El cineasta francés François Ozon siempre tiene como temas preferentes a la hora de abordar una película la sexualidad, la ambigüedad, la ambivalencia, así como la subversión de las normas sociales, y paradójicamente ésta es la primera película en la que aborda una historia de amor directo. «Una nueva amiga» tiene su punto de salida en un duelo cuyas consecuencias provocan la transformación de dos personas íntimamente relacionadas con la fallecida. Al fallecer su mejor amiga, Claire cae en una profunda depresión hasta que de repente comprueba que el marido de la amiga se viste como mujer a escondidas de la gente. En su exploración del mundo femenino, Ozon da un paso más al narrarnos el encuentro y descubrimiento mutuo de dos mujeres ambiguas en el terreno sexual.
La película comienza disipando rápidamente las dudas que pudiera tener el espectador acerca de si el travestido está suplantando a la madre de la niña que ha quedado huérfana, o es un gusto y preferencia personal vinculado a su identidad. Muy poco antes, las primeras escenas del entierro muestran a la esposa fallecida dentro del ataúd vestida de novia. La explicación vendrá más adelante y tiene que ver con esa mezcla de realidad y fantasía que a Ozon le gusta tanto imprimir en sus películas.
El núcleo narrativo del relato está sustentado en el descubrimiento mutuo entre ellas dos y en el que Claire hace sobre sí misma. David tiene claro desde que tenía muy pocos años de edad que es Virginia, una mujer con cuerpo de hombre, pero Claire estaba viviendo sus relaciones personales con poca motivación junto a una persona que no la comprende. A causa de la muerte de Laura hay un cruce de deseos entre ambas: Virginia consigue mostrarse como realmente es, aunque de una manera algo torpe, exagerada, pretenciosa y un poco pasada de moda, mientras que su amiga redescubre el placer de vestirse gracias a un hombre que se traviste.
Ozon puntualizaba con acierto en referencia al filme que el travestismo no es el tema de la película, sino más bien la forma de enfrentarse a las diferencias y a los prejuicios. «Una nueva amiga» es un melodrama con apuntes de comedia y está también inmerso dentro de un suspense sentimental que incluye llamadas a escondidas y citas secretas que despiertan en Claire y Virginia sensaciones desconocidas. Aquí el travestismo de David es plasmado con pudor y no es la típica «loca» de algunas otras películas, inclusive él no muestra trastornos relevantes por haber tenido que hacer de hombre durante largo tiempo.
Buenas actuaciones de los protagonistas, Anaïs Demostier, Romain Duris y Raphaël Personnaz, dirigidos por un cineasta virtuoso que le da al filme un final que procura ser lo más realista posible.
©José Luis García/Cinestel.com