«El desconocido del lago» de Alain Guiraudie; libido, pasión y tragedia

Acaba de ser presentada en FICUNAM, el Festival de Cine de la UNAM, una retrospectiva de este director francés hasta ahora desconocido en México, que contiene el estreno de su último filme, «El desconocido del lago», una historia de pasión y entrega carnal homosexual en un contexto poético amoroso en el que se reproducen dentro de ese espacio abierto pero reducido al mismo tiempo, distintos comportamientos que tienen que ver con el control del territorio y de las personas, la amistad, el enamoramiento, los celos, la esperanza o todo lo contrario. Este trabajo de Guiraudie, comenzó su periplo con un par de premios en Cannes y desde entonces no ha parado de recibir reconocimientos en distintas muestras de cine donde se exhibió.
El escenario elegido para esta película mínima e inusual es una playa nudista a orillas de un lago en cuyo entorno de bosques adyacentes se producen encuentros esporádicos entre hombres de edades muy diversas con el fin de mantener una conversación, tomar el sol en la orilla o nadar en el agua y tener sexo en el bosque. Franck, un joven recién llegado, entabla amistad con un hombre heterosexual que acude al lugar en busca de tranquilidad y reposo, siendo algo grueso y más mayor, sobre quien el primero parece ir cultivando un cierto amor platónico. Al mismo tiempo, suele tener escarceos con Michel, más joven que el anterior y rudo en ciertos momentos, quien además está comprometido con otro.
Guiraudie ha planteado la película desde un ámbito inicial de libertad e intimidad con el beneficio de todo un paisaje que la mayoría de gente consideraríamos idílico y de ensueño por la vegetación, las montañas y el agua del lago cuyo sonido se percibe con mucha intensidad, dentro de una historia en la que el culto a la amistad, el cuerpo y el placer debería de ser el eje principal pero que, al tener las relaciones humanas siempre algunos puntos de fricción y controversia, acaba siendo una situación de tragedia en la que se persona un inspector de policía que es patético porque, aunque se trata de un veterano, esa parece su primera salida de la oficina de comisaría. Algunas preguntas que hace en su investigación, no sólo son inoportunas sino dignas de entrar en el género de la comedia.
En la presentación que hizo de la película en la sección Un certain regard de Cannes, donde obtuvo el premio a la mejor dirección, Alain Guiraudie contaba que: «con casi 50 años, me doy cuenta de que he estado en perpetua crisis existencial y, por tanto, en una crisis estética perpetua. Hice películas excéntricas desde el principio, unos filmes que reinventan el mundo, que resisten al naturalismo. En ‘El desconocido del lago’ quería abordar lo que significa tener a alguien debajo de la piel y hasta dónde se puede llegar.
La película, sobre todo en su parte primera, tiene momentos en los que prevalece el exhibicionismo, en otros el erotismo y algunos de clara tosquedad y obscenidad. Todo está con sus tiempos muy medidos y ajustados, aparte de que el cineasta tampoco cae en el error de la reiteración, lo cual es de agradecer, y además ofrece la oportunidad de la distensión con algunos diálogos que provocan la sonrisa en el público. «El desconocido del lago» es básicamente una historia de relaciones de amistad y de amor entre hombres.
©José Luis García/Cinestel.com